La juventud

Llegada la edad en que se deja atrás la madurez, normalmente la gente hace balance de sus vidas. Otros tratan de mirar hacia adelante con un brío casi antinatural, rayando la obsesión insana. Otros la contemplan de un modo plácido; sin recrearse en los buenos momentos ya vividos o rebozarse en la ponzoña de los fantasmas del pasado.
Creo detectar todos estos puntos de vista, o quizás me equivoque al hacerlo, pero esta cinta muestra de un modo delicado qué implica el paso de los años, afectando la reflexión con tintes dramáticos y tragicómicos de tal modo que nos permite seguir una cuidada trama hasta el final, a la vez que nos da tiempo para asimilar nuestras propias reflexiones.
Keitel, genial. Weisz, correcta. Caine fantástico, con una capacidad de emocionar a la audiencia tan lúcida como su personaje.
Mayores errores: el doble de un famoso personaje que aparece en la película para no aportar absolutamente nada y el cartel promocional que desvía demasiado la atención sobre el núcleo, tanto argumental como formal, de la misma.

Esta película, que posee una escenografía relativamente simple (un hotel suizo), transmite gran cantidad de mensajes vitales con los que cualquiera podría sentirse identificado. El sufrimiento, el éxito, la pérdida, el envejecimiento, la crítica, los celos, la espiritualidad, la sexualidad, el deseo, la amistad... una humanidad pura y a veces descarnada, que reluce entre las conversaciones y escenas de esta gran película. El actor principal hace papel espectacular, dejándonos siempre intuir gran dulzura y amor pese a la sobriedad de su semblante.

Una película cargada de un gran simbolismo y armonía en cada plano que sigue, un guion mas que decente, todos los personajes, repito todos y cada uno de ellos se devoran la pantalla a cada minuto que la lente los enfoca sin timidez ni pavor alguno. Los toques de humor dosificados con un equilibrio supremo, de carisma enérgico y latente a leves impulsos del avance de esta gran obra. Una banda sonora que te deja sin aire para reaccionar a lo que sucede en pantalla.

Por supuesto, no animaría a todo tipo de publico a verla, pues la dualidad dicotómica que prevalece de sencillez y complejidad escapa al entendimiento de muchos... (Por supuesto me incluyo en ese mismo saco de los ignorantes cinéfilos)

Pero eso mismo es por lo que recomiendo ver esta película, si eres un esteta de la fotografía, que deja que su retina se derrita fusionándose por la pantalla en pleno furor y goce, si te gusta las tramas sin una linealidad evidente y palpable al avance de esta. Diversidad y reparto de carisma audaz y sin frivolidades ni la obviedad de contingencias futuras, variedad de los personajes bien trabajados, y juguetonamente caricaturizados. Pues no habrá mucho mas que decir.
Adelante.

La gran Belleza ya fue un ejercicio de pretenciosidad neobarroca para reflejar un punto de vista pseudointelectualoide de la existencia, a través de las vidas de unos personajes poco verosímiles que pertenecían a las clases altas de la sociedad.

Con "La Juventud" Sorrentino se empeña una vez más en hablarnos de la vejez, utilizando la unidad de espacio (El balneario donde Thomas Mann escribió "La montaña Mágica") y usando de nuevo a unos poco creíbles personajes en la decadencia de sus vidas, pero a los que les va muy bien con masajes diarios, buenas comidas, y absoluto descanso dentro del marco incomplarable de los alpes suizos. De nuevo un paisaje forzado que invita al diálogo afectado, a las frases hechas, a los discursos manidos, a la verdad impostada.

Las intervenciones de dos grandes como Caine y Keitel no sirven para rescatarnos del tostón. La elección del cartel de la película, así como la secuencia en la que aparece la imagen, nos indica la verdadera esencia intelectual del amigo Paolo.

Este "viejoven" de Sorrentino, cuando se haga mayor y vuelva a ver estas películas, se avergonzará de haberlas hecho. Si no fuera así, sería claro síntoma de haber envejecido muy mal.

Película formada por sketches de personajes en un balneario de alto standing. Algunos son graciosos, otros tiernos, y otros no tienen ningún sentido.

La estética está muy cuidada, y la película esta bien grabada, aunque la historia... Bueno, no existe, sólo son pequeñas historias que van pasando.

Al final el resultado queda bastante flojo.