El topo

Algo curioso resulta el tratamiento que se le da a esta película, a la hora de adaptar la novela de Le Carré y ante la dificultad de condensar en pantalla todos los personajes y acontecimientos de forma clara, se opta por tratar al espectador como si de un espía más se tratase, así este ha de poner mucho de su parte para poder disfrutar y comprender la película, puesta no lo pone nada fácil, así el público ha de tener la mente atenta y ágil para saber que es lo que está ocurriendo, cuales son las relaciones entre los personajes quién miente, que es lo que ha podido pasar entre el punto A y el punto C (puesto que el B se lo saltan). El espectador es un espía atento o no se entera de nada.

Esta es la virtud y defecto, a la vez, de esta obra, se trata de una película para ver y volver a ver puesto que cada revisionado, estoy seguro, aportará nueva información, nuevos detalles para que conduzcan, una vez más, a ese estupendo final, en el que, como un puzzle, las piezas de pronto comienzan a formar un dibujo... Si te has enterado. Mucha gente puede aburrirse o desistir del intento, pero hay que reconocerle que dentro de un género tan manido, como es el del cine de espías, es capaz de dotarle de la originalidad necesaria para ser recordada.

Técnicamente impecable, con ese montaje que dota a la película de un ritmo ágil, sin pausa alguna, aunque no sea una película de acción siempre sucede algo y no se deja de aportar información. Alfredson demuestra, una vez más, que es un excelente realizador, sabe dotar de la atmósfera necesaria a la película. La película nos transporta al cine de los 60 con su estupenda fotografía que pareciera de aquella época, así como con la ambientación y la música, ambas impecables. Y que decir de los actores, reales y creíbles en todo momento, magníficos.

El topo se trata de una buena película, con la virtud o el defecto de no ser nada fácil para el espectador, no dejarle ningún momento de respiro, lo que la convierte más en una película para ejercitar la mente que para pasar el tiempo, no es recomendable ni para todo el mundo ni para todos los momentos... Hay que verla con ganas, sabiendo a lo que uno se enfrenta.

Por No es País para Críticos

Basándose en la novela 'Tinker Tailor Soldier Spy' del novelista inglés John le Carré, Tomas Alfredson vuelve a coger la cámara tras el éxito de 'Déjame entrar' (2008), para llevar a la gran pantalla esta historia de espías británicos en plena Guerra Fría, en el que el fracaso de una misión especial en Hungría desencadenará un cambio en la cúpula del MI6. Uno de los defenestrados será el agente George Smiley, al que posteriormente se le encargará una misión especial. Hay sospechas de que un 'topo' está infiltrado entre las altas instancias del Servicio secreto y sólo alguien de fuera puede descubrirlo. Sólo contará con la ayuda de otros retirados y de algún agente fiel, con los que tendrá que ir recabando información y encajando las piezas que le lleven al traidor.

En pleno 50 aniversario de James Bond, y todavía con la resaca de Skyfall, si nos pidieran una descripción breve de 'El Topo', tendríamos que decir que es la antítesis de James Bond. En la adaptación de Alfredson, los disparos son miradas y los casinos habitaciones frías y empolvadas. En el film se destila la filosofía de la obra de le Carré. Ésto no es un espionaje de acción con lujosos bólidos y trajes, si no de inteligencia, en el que cada palabra y cada gesto guardan un secreto.

La película constituye un maravilloso thriller de espionaje y una de las mejores películas que se pudieron ver en el 2011. Tomas Alfredson hace un gran trabajo en la dirección, dotando al film de los tiempos, el ritmo y la atmósfera que necesita, absorbiendo al espectador; además de rodar algunas escenas que se quedarán en la retina de todos, como la primera y la última del metraje (por favor, futuros directores de películas de espionaje, compraros el Blu ray y ponérosla cada noche antes de dormir).

La adaptación del guión corrió a cargo del matrimonio formado por Peter Straughan y Bridget O'Connor; un gran trabajo teniendo en cuenta la complejidad del texto y el resultado final, ya que si es la gran película que es, en gran medida es gracias a su guión. Aquí hay que tener en cuenta algunas cosas. La novela, es una novela de espionaje de inteligencia en plena Guerra Fría en el que se desarrolla el caso de infiltración de un 'topo' en la cúpula del servicio de inteligencia del MI6 y se busca descubrir al mismo; por lo que, el más mínimo detalle tiene una gran relevancia y constituye una pista para lo que va a venir. Una mirada de Smiley es una hoja de guión de cualquier film. Así que, el nivel de exigencia al espectador es muy alto y hay que ver la película atentamente y reflexionando cada elemento del metraje que pasa por nuestra retina, como si fuésemos el propio Smiley. La película está perfectamente contada, y es uno de sus puntos fuertes.

Tenemos que destacar también el grandísimo nivel del reparto, que cuenta con innumerables estrellas como Colin Firth, Tom Hardy, Mark Strong, Benedict Cumberbatch, Toby Jones, John Hurt, Simon McBurney, David Dencik, Stephen Graham o Ciarán Hinds, al frente del cual está un inconmensurable Gary Oldman, en uno de los mejores papeles que se le han podido ver, interpretando al espía del Circus George Smiley. Destila tanta frialdad, tanta inteligencia, dice tanto con una sola mirada, que de verdad es impresionante y una auténtica gozada, un papel digno de Oscar. Para todos los que veáis o hayáis visto la cinta, fijaros en la cara cuando levanta la ficha de ajedrez con su retrato. El resto, son tantos y tan buenos, que no podemos analizar uno a uno, pero sería injusto que no destacara a Mark Strong, que junto a Gary Oldman, me parece el que más destila en el papel y Colin Firth, que también esta a un muy alto nivel.

Para terminar, hablar de la recreación y ambientación de la película, que nos sitúa a la perfección en la Londres de los 70 y elogiar la fantástica banda sonora (estoy enamorado de ella) del español Alberto Iglesias, que sabe perfectamente darle a la película lo que necesita en cada momento, creando así una de las mejores BSO de su carrera. Maravilloso tema final de Julio Iglesias, en el que redondea una escena ya perfecta.

En definitiva, estamos ante uno grandes thrillers de espionaje que se han hecho, una película que nadie debe perderse, de lo contrario, se arrepentirá de por vida.

Iba con unas expectativas mas o menos aceptables a la hora de ver la película debido a su increíble reparto y las muchas nominaciones y premios que se llevó además del apoyo de la crítica, pero ahí se acabó todo. Empezaba la película de una forma lenta y sosa por mas que te intentaran meter en la trama con esos disparos a Mark Strong. Te intentas meter dentro de la historia, sentir tensión, no aburrirte, no mirar el reloj pero es inevitable, intenté enterarme de algo pero nada de nada. Un tostonazo de película, quizás los actores estén muy bien, la banda sonora y el guión también pero no acabo de encontrarle el sentido a la película. Los únicos momentos que me gustaron fue la historia que cuenta Tom Hardy en su relación amorosa y el final con la cancioncita francesa que se te pega "La mer". Por lo demás es aburrida, el ritmo no existe ni siquiera es irregular, la temática y la idea podría haber dado mas de sí ya que tenía las armas suficientes como para hacer una gran película y que seguramente a algunas personas y críticos profesionales les habrá parecido una gran película pero yo me he aburrido como una ostra y era lo último que me esperaba. Aburrida.

Hay películas sobre espionaje inglés en las que ando perdida la mayoría del tiempo, no sabiendo muy bien que está pasando, y este film es un ejemplo de ello.

De vez en cuando hay partes que entiendo y suspiro aliviada para de seguido seguir en la misma tesitura de desconocimiento de la trama.

Este es el difícil mundo del espionaje inglés de las películas, no apto para todas las mentes.

Con "El topo" vuelve el cine de espías de siempre, el que se supone real. Agentes secretos con aspecto de aburridos burócratas, pasillos subterráneos, tramas enrevesadas, suspicacia y desconfianza mutuas, soledad, miseria moral y ambivalencia ética. Adiós a las fantasías de Ian Fleming con sus fantasmadas removidas y no agitadas (creo recordar algo así), bombas, pistolas y estupendas señoras. "El topo" recrea bastante bien el universo de John le Carré, un mundo gris y aparentemente frío pese a que bajo la hierática cara de los espías (en particular Smiley) hierve todo un infierno de sentimientos contrapuestos. ¿Que no es divertida? No se espera que lo sea. Si lo fuera, teniendo en cuenta el tipo de cine de que estamos hablando, sería simplemente una mala película. Actores excelentes y un final increíble. Da igual que sepamos desde el principio quién es el topo. Sólo comprendemos la frase que uno de los protagonistas espeta a los agentes: "No quiero terminar como vosotros".