Río

Estáis todos invitados a la gran fiesta de color y música que se celebra en la capital de la samba: Río de Janeiro.
Creo que es obligatorio mover los pies con su banda sonora, y si no lo es tranquilo, que lo harás. Una grandiosa sorpresa en todos los aspectos menos en la trama, que vuelve a ser "más de lo mismo" en referencia a historias de películas de animación. Aún así se le perdona.

Me arriesgaría a compararla con películas de la 'buena época' de Disney (allá por los 90), tanto por su frescor como por ser musical. Se echa un poco en falta algún que otro chiste camuflado para adultos, pero bueno.
Carlos Saldanha va a conseguir una cosa que antes nunca se había visto: que niños de todo el mundo conozcan y bailen la samba. Y con 'niños' me refiero a todos los que tengamos una edad comprendida entre los 0 hasta los 99 años.


P.D.: El doblaje (hablo de España) apesta como siempre, y echa a perder gran parte de la película. No se ve por ningún lado ni un acento brasileño, las pocas palabras en portugués que se dicen se pronuncian con un acento cutre y sin preparación previa. MUY triste el mundo del doblaje en España, va de mal en peor. Dentro de nada los doblajes caseros tendrán mejor calidad que los profesionales, ya veréis.


[Otra queja del doblaje en el spoiler. No es un gran spoiler, pero por si acaso].

Ni un argumento innovador ni un final sorprendente pero es una peli para niños que cumple todos los requisitos que se le pueden pedir.
Los personajes están logradísimos, es impactante como consiguen esa expresión, esos movimientos, esos paisajes, ¡cómo se puede apreciar cada pelo de los humanos! Bueno y de los no humanos... (En fin que ya sé que no es nada nuevo a estas alturas pero a mi no deja de sorprenderme y encantarme).
Tiene los 4 golpes de humor necesarios para que los adultos se echen unas carcajadas y lo otros 4 golpes de verdad para que los no tan adultos se meen de la risa (algunos literalmente).
También está el momento musical que bueno pudiendo sobrar o no ameniza un poco la película.
Y siempre lo diré, lo mejor de estas películas es ir a verlas al cine para poder escuchar las carcajadas y las tonterías de los niños que a mi me hacen disfrutarlas el doble.
Y ya para terminar si decidís verla en el cine yo fui a verla en 3D y como con el resto de 3D que he visto, aunque no tan decepcionante como otros (véase "Alicia en el país de las maravillas"), a mi me parece inapreciable prácticamente e incluso a veces cansino, por no hablar de que los mareos y los momentos en los que se ve algo borroso... Aún quedan unos años para que merezcan la pena los 3D me parece a mi así que ¡ahorraros tres eurillos que es ya suficientemente caro disfrutar del cine en una buena butaca!

Con la firma de Carlos Saldanha, creador de las tres partes de “Ice Age” y “Robots”, queda clara la patente aunque los primeros compases se acerquen peligrosamente a “Happy Feet: rompiendo el hielo”. Se incorpora como inicial referencia e incitación a un mundo multicolor sin vileza propia de la naturaleza y Saldanha parece rendir tributo a su tierra… ¿cómo acto redentor o publicidad a su patria? Todos cantan, bailan, forman coreografías aéreas… y, en definitiva, vuelan. Volar o no volar es la cuestión y conflicto filosofal. Quién no abre las alas en un mundo ‘volador’ no es nada ni nadie. Atrofiados podemos quedar, vamos. El nuevo éxito de taquilla y críticas poco hostiles me hacen de nuevo pensar en la repetición del aleteo habitual de este tipo de cintas como modo de supervivencia. En “Río” no he encontrado nada que pueda definir como original y mucho menos divertido pero el público parece disfrutar y reírse con la enésima repetición de chistes y personajes copiados de cintas anteriores. ¿Habrá que tener pluma para entender “Río”?

La filosofía Pixar, mediante la elipsis desde el flashback para consolidar la relación ¿zoofílica? entre un guamayo fan de “Avatar” y su gafapasta dueña, se toma nuevamente como referencia por parte de la competencia. Como tiene que haber antagonistas aparecen los contrabandistas y un gallo para poner el punto a plumas y a dos patas. Hay cierto interés por esos paraísos artificiales creados para perpetuar la especie… pero son un mero tránsito para alguna presentación de gags. La película pretende funcionar por contraste: lo bello es peligroso, lo lisiado es sibilino y lo poderoso y aparentemente viril es gayer total. La cuestión va de especies y pertenecer a mundos antagónicos y de vivir en la libertad que marca el corazón.

¿Es “Río” un previo a las Olimpiadas de Río 2016? ¿Explotación infantil y animal entre miserias especulativas? ¿Deficiencias eléctricas centralizadas en aparatos que pueden ser víctimas de atentados ‘gallitalibanes’ y hasta los animales saqueen a los turistas en redes mafiosas? ¿Nos encontramos ante un remake emplumado de “Exposados” con aves contra monos y números musicales en tiempos de sequía cantarina? La respuesta tendrá que venir en algún manual que he perdido. Mientras lo encuentro únicamente puedo recomendar “Río” a Tarantino para que supere sus traumas y retire la demanda sobre Alan Ball y sus guacamayos por molestarle en demasía en la escritura de su próximo guión.

“I'm telling the World / That I've found a girl / The one I can live for / The one who deserves
To give all my heart / A reason to fly / The one I can live for / A reason for life”

Lo que se encuentra arriba es el estribillo del tema principal de Rio, "Telling the World" de Taio Cruz, que suena durante los títulos de créditos del nuevo largometraje de Blu Sky. Es una canción pegadiza, 100% veraniega, con una letra tan chorras como el guión de la película para la que ha sido escrita. Y esta es la estrofa que sigue:

“Oe oh oe oh / Yeah yeah / Oe oh oe oh / Yeah yeah / Oe oh oe oh / Yeah yeah”

Muy gráfico, ¿no? Pues así es Rio, una fiesta… en la que has llegado tarde y sólo quedan dos pastelitos y el DJ, tras ocho horas pinchando, ya ni se molesta y permite que su sesión se convierta en cánticos baratos y música con aún menos ritmo que la del principio. La nueva película de los creadores de la saga “Ice Age” funciona a pequeñas ráfagas porque su historia es excesivamente nimia y aunque la denuncia de fondo es muy loable, no funciona en el contexto de película familiar enfocada, principalmente, a los niños. Ni una pizca de ironía, ni de maldad: todo es blanco, casto. Hay buenos momentos en la película, e incluso sorprende que se consiga que algunos de los números musicales sean atractivos, pero no se puede sacar mucho más de donde no hay. No arriesga, suena a ya vista, y aunque técnicamente tiene momentos de gran fuerza, por lo general está a años luz de lo que han conseguido otras películas contemporáneas (sólo hay que ver sorprendente “Rango”).y ni qué decir de otras de años anteriores. Mencionar cualquiera de las cumbres de Pixar o Dreamworks es rebajar a éstas de nivel, pero lo triste es que hay más emoción en diez segundos de cualquier aparición de Scrat (en cortometrajes o en “Ice Age”) que en todo Rio, lo cual no deja de ser triste.

Así pues, lo que queda es una película excesivamente blanca, que no aburre pero que está lejos de emocionar, que entierra sus (escasos) buenos momentos con otros tantos para el olvido y que además cuenta con un diseño de personajes sumamente irregular, siendo algunos de los humanos sencillamente horribles, indignos de un estudio que hasta ahora había dado en el clavo, al menos, en este aspecto. Una producción que pudo haber sido fabulosa y que se queda en muy poquita cosa. Gente de Blue Sky: los niños pueden asumir decisiones argumentales adultas. Ahí radica el éxito de Pixar y Dreamworks. A ver si para la próxima tomáis nota.

Río es el quinto largometraje de Carlos Saldanha y el segundo que dirige en solitario tras Ice Age 2. En esta ocasión, el director nos lleva a su Río de Janeiro natal para ofrecernos una historia de aventuras de las de toda la vida pero con su propio estilo.

Río es una maravilla visual y una muestra evidente del talento de Carlos Saldanha para manejar películas coloridas y con ritmo. El director brasileño utiliza como nadie los escenarios y, en esta ocasión, se supera. Ya pudimos ver su capacidad para hacer interactuar a los personajes con el entorno en las escenas de Scrat (la "ardilla" de Ice Age) y en Río se supera con unos personajes para los que las alas son una absoluta bendición. Además, la película cuenta con grandes momentos musicales y una banda sonora muy adecuada para el soberano despliegue visual que nos ofrece. El problema es que el guion, si bien tiene personalidad, parece, por momentos, no tener demasiado que ofrecer, lo que podría extenderse también a la personalidad de los humanos en la película. Eso no supondrá un problema para los más pequeños de la casa, pero dejará al resto con una sensación de vacío pese a haber disfrutado del viaje.

Las voces de la pareja protagonista son las de Anne Hathaway y Jesse Eisenberg y entre los secundarios se encuentra gente de la talla de Will.i.am y Jamie Foxx, entre otros. Los personajes principales sí están bastante elaborados, pero los secundarios, pese a ser tremendamente divertidos, no dejan de ser clones de otros personajes de cualquier otra película de estas características.

Resumiendo, que es gerundio: Río es una película tremendamente divertida y asombrosamente entretenida con un apartado visual fantástico y con una muy acertada banda sonora, pero no es una buena película a nivel de guion ni de historia que contar. Así y todo, es altamente recomendable.