Henry: Retrato de un asesino

Película de culto, sórdida, con diálogos memorables y brillantemente dirigida. Henry (...) ha marcado a toda una generación poco acostumbrada a una violencia tan explícita y fría como la que expone John McNaughton en su film. De hecho, hoy en día sigue resultando impactante y brutal, sólo me viene a la cabeza un director que en la actualidad haga pelis de este calado: Michael Haneke.
Aunque parezca increible, Henry, un psicópata en estado puro se ha convertido en un antihéroe americano con cierto carisma, como el locuelo de Travis (Taxi Driver) o el sanguinario yuppie Patrick Bateman (American Pshyco, más por la novela que por la peli), por no mencionar a Leatherface (La matanza de Texas 74), el máximo exponente de la locura y el horror.
La mente vacía de Henry puede provocar cierta fascinación, mata por necesidad como un vampiro de cacería nocturna. Los científicos sostienen que los psicópatas no tienen capacidad empática, son conscientes de lo que hacen pero no pueden meterse en la situación de su víctima. En cambio la violencia de Ottis es más enfermiza, llena de sexualidad y sadismo. Si a todo esto le sumamos su desagradable aspecto, el resultado es un personaje vomitivo.
Una obra rompedora, explícita y sutil, reflexiva.

Ciertamente, después de ver la película, uno se queda con la extraña sensación de llegar a casa sediento y encontrarse el agua templada...

Lo de Henry, está claro. Lo del retrato ya son palabras mayores, puesto que para mí no supone tal, la mera concatenación de asesinatos y peleas varias.

Independientemente de que la figura protagonista se asemeje o no al asesino en serie real, si hablamos de cine, lo que queremos ver es un buen retrato del protagonista, adentrarnos en su mentalidad, en el porqué o no de las cosas, en su frialidad, en su falta de empatía; porque matar ya sabemos que mata, pero el resto son las respuestas que queremos encontrar.

Pocas respuestas me ha dado la película, para tantas que a priori le he formulado, quedándose en un esbozo más bien melifluo de una hipotética realidad.

Película de tono realista que narra de forma compleja y con muy poco presupuesto la vida de un asesino en serie. Henry es un monstruo contemporáneo que mata sin motivaciones. Cumple con la clásica figura del 'serial killer': elige a sus víctimas de forma aleatoria, es un ser frío e inteligente, tal como demuestra en -quizá de lo mñas interesante de la cinta- su conversación con el coprotagonista sobre cómo matar sin dejar rastro.
Hábil alternación en toda la cinta de muertes violentas, narradas de forma muy explícita, con otras sugeridas a través de cadáveres u objetos; lo que ayuda a relativizar los actos del asesino o a familiarizarse de forma asombrosa con ellos. También es muy inteligente, como he leído en otra crítica, el presentar primero a las víctimas y luego al monstruo, que hasta la mitad del metraje parece, incluso y aunque sepamos de sus actos, el bueno de los dos amigos. Tal sensación también se recrea en su relación filial/amorosa con la hermana del coprotagonista. Son tretas para humanizar al monstruo. Por otro lado, la actuación de Michael Rooker me parece soberbia, tanto reflejando su ¿placer? por la violencia en cada crimen, como su encerramiento en sí mismo o esa mirada turbia...
A todo ello sumamos una gran elección de escenarios. Moteles, carreteras secundarias, gasolineras... parajes sórdidos que contribuyen a dotar de más realismo a la película. Dicha sordidez se traslada también muy bien al coprotagonista: un pobre diablo, un tipo despreciable, casi deficiente y con pinta de 'redneck' descerebrado...
Creo también muy interesante la relación del 'killer' con la 'chica de la película'. Primero es la única persona con la que demuestra algo de empatía, pero cuando ella le lleva a sus brazos él se queda frío, bloqueado emocionalmente y no sabe cómo reaccionar.
En resumen, muy buena historia y muy buen guión, que lleva a pensar lo podrida que está la sociedad contemporánea, aunque el recurso del 'serial killer' haya sido explotado en multitud de cintas de diversas épocas. Excelente también el final que, por supuesto, no revelaré para los que no hayan visto la cinta...

No salgo de mi asombro al ver la notaza que tiene esta película y que no existe ni una sola crítica negativa publicada; así que he decidido animarme y dedicar mi primera crítica en FA a una de las mayores decepciones que me he llevado últimamente.

No puedo entender que la gente hable de un buen guión, cuando se trata de 1h 20m de película rellena con multitud de situaciones y diálogos totalmente insustanciales y que no aportan nada (ver spoiler); a mí se me hizo tremendamente larga.

Por otro lado creo que no consigue en absoluto retratar a un psicópata de forma realista. En algunas críticas alaban este retrato frente a otros, dicen más ficticios, como podría ser Seven; efectivamente Seven es pura ficción pero Henry es simplona a más no poder (no se si en los años ochenta serviría pero a estas alturas el retrato psicológico que presenta es demasiado simple para tomarse en serio).

Otros aspectos alabados y que no puedo entender serían la fotografía que me parece horrible, las interpretaciones de puro y duro telefilm de sobremesa, y quizá la música de sintetizador ochentero que al principio agrada pero acaba siendo exasperante.

En fin, llegué a pensar que había visto una película distinta al resto del mundo; creo que no solo se trata de que haya envejecido mal, sino que le falta mucha calidad desde su nacimiento pero como pasa en muchos casos se ha encumbrado como obra de culto... y a ver quién la baja del pedestal. Eso sí, la vi con un amigo y me reí como hacía tiempo.

P.D. De verdad que me hubiese gustado hacer una crítica más cómica como la película se merece... pero visto que no hay otra negativa he preferido contenerme para que no se me tome a broma.

En una hora y cuarto asistimos al retrato más violento, brutal; incluso podría pensarse gestionado supuestamente, desde la mente de un psicópata.
No puede ser más fría, mas lejana y carente de emociones. Todo lo que en ella se ofrece, es la consecuencia de unos asesinatos, sin causa aparente; incluso evitando exponer cualquier razón que te hiciera entender los motivos, aunque estos siempre fueran injustificables.

Malos actores, para una pieza que puede verse una vez, pero jamás recomendaría, ni siquiera para una tarde de fin de semana ante el televisor, con sofá y manta.

No puedo aprobarla.