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Rara

Drama Que te gusten los chicos, o quizá encontrar que son estúpidos; ser supercercana con tu mejor amiga, y aun así no contarle tus secretos; tener problemas en el colegio y unos padres aburridos. Este es el tipo de problemas a los que se enfrenta una niña de 13 años. Para Sara eso no tiene nada que ver con el hecho de que su mamá viva con otra mujer. Aunque su padre no piense lo mismo. (FILMAFFINITY)
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Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
23 de marzo de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mayoría de películas de temática LGTB actualmente se olvidan de lo más importante para esta comunidad: convencer a los que todavía no ven a las parejas del mismo sexo con buenos ojos. Rara es un gran ejemplo de cine militante, verdadero, que habla claro al espectador y quiere hacerle ver que una familia, esté formada por quien esté formada, siempre será una familia.

Rara es la ópera prima de Pepa San Martín y está basada libremente en un caso real ocurrido en Chile en 2004 en la que una madre perdió la custodia de su hija por ser lesbiana. La realizadora, en vez de realizar un film de denuncia al uso, lleno de procesos judiciales y penurias, apuesta por narrar un relato familiar más liviano centrado en las hijas de la mujer protagonista.

Éste es quizá el movimiento más inteligente de su guión y dirección. No se trata de denunciar una situación verdaderamente injusta, sino que, por la vía de los sentimientos más primarios, demostrar la injusticia de la situación. Puede que para la mayoría esté claro que una madre tiene el mismo derecho de tener la custodia de su hija por el hecho de ser lesbiana, pero hay una minoría que todavía no lo comparte. Todo el mundo, en la familia protagonista verá a gente que se quiere, que quieren compartir juntos el día a día. Nada más. No hay prejuicios en medio. Solo amor materno-filial.

Por otro lado, el cine LGTB está plagado de escenas de contenido muy erótico. Sin duda, los más escépticos nunca cambiarán de opinión si se les provee este tipo de contenidos. En declaraciones en el último festival de San Sebastián, Pepa San Martín comentó que lo único “erótico” del film, una escena que narra una mamografía simbolizaba la presión de ser madre. No hay sexo. Ni siquiera la pareja protagonista se besa en muchas ocasiones en pantalla.

El tono de la película nunca se acerca al drama. La película celebra la alegría de sentirse en una familia. El hecho de que todo esté narrado desde la perspectiva de las niñas pequeñas, le da al conjunto un toque de inocencia que convierte a esta historia en un relato universal.

Rara consiguió el premio a la Mejor Película Hispanoamericana en el último festival de San Sebastián. Es un relato sincero, directo, veraz y muy humano. No estamos ante la obra de arte del siglo, pero sí ante una cinta que por su humildad y ambición deben tenerse en cuenta. Con más películas de este tipo, adultas y honestas, el cine es capaz de mostrar su mejor cara y cambiar todas las lacras del mundo. Hasta entonces, habrá que seguir luchando.
Alberto Monje
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21 de septiembre de 2016
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
RARA va a ser una de las mejores películas de 2016 para Cineparatodas. Después de verla ayer en el Festival de San Sebastián y de aplaudir el merecido premio Sebastiane latino, queda grabada sensiblemente en la memoria.

Son muchas las razones. Destaca por contar una historia desde el punto de vista de una niña de 13 años y de hacerlo desde su percepción de la realidad. Con un estilo narrativo, cuidadoso, con un guión bien mimado, nos adentra en el hogar de dos madres con sus dos niñas y la problemática que surge con el padre de las pequeñas. Entramos de lleno en los dos hogares por los que transitan las niñas pero sin centrarnos en el enfrentamiento, vamos viviendo el día a día de una niña y sus posicionamientos continuos además de los de sus madres y padre. Pepa San Martín nos invita a conocer el colegio donde estudian las pequeñas, por cierto, con un modelo coeducativo, con espacios muy igualitarios pero donde la homofobia soterrada emerge sutilmente unas veces y hace estar alerta a la jovencita Sara. Otras veces Sara, sentirá la homofobia con un trazo más grueso al tener que oír los consejos del director de su cole. Todo este murmullo que escucha la niña, condiciona su preadolescencia. Ese camino de reafirmación de su personalidad es el que nos ayuda a comprender Pepa San Martín. Ahí está el mérito de la película, hacernos sentir cómo vive Sara y cómo enfrenta ese murmullo que en ocasiones se convierte en ruido y le crea confusión. Ese es el tema sobre el que carga la directora chilena.

Una de las señas de identidad de la peli es que nos habla de amor lésbico sin desnudos y de una niña preadolescente sin sexualizarla y sin embargo en la peli hay sexo con pasión, lesbianas que se aman intensamente y una jovencita que está despertando a la sexualidad. Pepa San Martín lo hace posible. En este aspecto podemos decir que Rara es una joyita de película. Se sale de estereotipos de género, de roles habituales en otras pelis dando al conjunto una fuerza y credibilidad emocionantes. Todo esto, por si fuera poco, con elementos de la cotidianidad muy reconocibles que hacen que el grito que lanza la película pidiendo respeto y tolerancia hacia las niñas que viven en hogares con dos madres se oiga claro y nítido y nos posicionemos del lado de esta familia con mayúsculas. Se siente el compromiso de Pepa San Martín con la igualdad, con el respeto de los derechos de las madres lesbianas. Lo que marca la diferencia es que lo hace de un forma sutil, exquisita, elegante, sin discursos militantes pero con muchísima fuerza vital. No nos cabe duda que va a ser una de las pelis que marca diferencias cualitativas dentro del cine Lgbtq por su planteamiento y abre posibilidades narrativas que quedan muy abiertas.

Hace visibles muchos más temas, la presencia de las abuelas en las familias, las relaciones madre/hija, cómo se crean lazos familiares profundos, el valor de la amigas en la preadolescencia, la presencia de las mujeres en carreras profesionales, escuelas coeducativas. Todos estos temas poco presentes en el cine y que con RARA, tendremos ocasión de disfrutar.

Deseamos que Pepa San Martín pueda realizar muchas más pelis, que cuente con productoras tan estupendas como Macarena López. Su apuesta inteligente hace que queramos seguir también sus futuras propuestas.

Esta película todavía no tiene distribuidora en España y eso que viene de cosechar éxitos en Berlín, Amsterdam o en distintos festivales italianos. Tras recibir el largo aplauso del público al terminar la proyección en San Sebastián y recibir el premio Sebastiane latino no nos cabe duda de que alguna distribuidora habrá comprado los derechos de proyección cuanto antes y podremos verla en las salas de nuestras ciudades.

En cuanto a evocaciones, esta peli me lleva a conexiones con Anna Muylaert y su peli Una segunda madre pero también a Léa Pool y su Mamá está en la peluquería una genealogía de directoras que conecta también con Céline Schiamma en Tomboy o en Girlhood. Un hilo de Ariadna basado en el respeto y la convicción profunda de que las cosas pueden cambiar y de que en este camino, el cine es un aliado de primera.

www.cineparatodas.wordpress.com
AFRI
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13 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mérito de esta película de denuncia social es contarlo desde el punto de vista de una joven de 13 años, que se encuentra implicada.
Como ópera prima está bien y denota sensibilidad eludiendo el melodrama. Buenas interpretaciones, donde cada personaje muestra sus razones para posicionarse como lo hace.
floro
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26 de septiembre de 2016
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El primer día que acude a este evento, uno está algo perdido en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Y en esas circunstancias el visitante se arriesga a encontrarse lo que se encuentra y aquello que puede parecer a priori todo un documento humano me ha parecido un planteamiento ofensivamente maniqueo, porque ya he visto filmes sobre el lesbianismo que gozan de una exquisita calidad (la canadiense Cuando cae la noche (1995), por ejemplo, de Patricia Rozema, o la estadounidense Los chicos están bien (2010), de Lisa Cholodenko, a la que probablemente quiere parecerse el largometraje de esta tarde). Es por ello que un acercamiento a ese tema sobre una perspectiva simplista y plana, valga la redundancia, se nos antoja harto deficiente.

Ni en el planteamiento ni en el desarrollo esta pelicula es original o profunda, y el final es pluscuampredecible. Para muestra un botón: de la relación entre las mujeres, tan sólo sabemos que se dan un piquito de vez en cuando, unos jadeos detrás de la puerta y que una le compra tabaco a la otra. Sinceramente yo creo que una cuestión de la importancia como el lesbianismo merece un tratamiento mucho más profundo, como en su día hicieron Patrizia Rozema o Lisa Cholodenko.

Pero Rara “no es una película militante”, según afirmó su directora a la prensa de la Zinemaldia. Y es que, efectivamente, ni como creación reivindicativa nos sirve, puesto que nada hace más daño a una causa que reducirla a uno o dos ideas manidas.

Por decir algo bueno, sí que me gustaron mucho las intervenciones de la hermana pequeña, perfectamente seleccionada por el equipo de casting.

Al final, todo el mundo se puso en pie para aclamar a San Martín en la sala del Kursaal donde se proyectó, menos yo, que estaba sentado junto a una de las protagonistas, pero me quedé tan hierático como una carta sin abrir.

Pero al final, final, final, fue galardonada con la Concha de plata en la Sección Territorio Latinoamericano del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Igual el raro soy yo.

En todo caso, lo que resulta muy agradable en las sesiones de la Zinemaldia es que el equipo técnico de las películas asiste a ellas en medio del público, en unas butacas reservadas para ellos, pero ya digo que rodeados por el público y no aislados en una torre de marfil, según suele suceder en otros festivales.

Una gozada también ver las salas a rebosar de gente de todas las edades.
Fco Javier Rodríguez Barranco
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30 de septiembre de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debut en la dirección de la chilena Pepa San Martín inspirada en el caso que llevó a la jueza también chilena Karen Atala a perder la custodia de sus dos hijas en 2003 supuestamente por vivir en pareja con otra mujer. En Chile no existe el matrimonio homosexual legalmente. San Martín pone sobre la pantalla el hecho más como un telón de fondo, sin renunciar a la denuncia social implícita, para centrarse y ese creo que es su mayor acierto en la hija mayor, Sara, una adolescente de 13 años y su hermana aún en la niñez y como afecta el proceso de ruptura familiar en sus consciencias, en su entorno y en su desarrollo personal y emocional.

Para ello con sorprendente madurez fílmica y un trabajo igual de sorprendente de las dos niñas y en general de todo el elenco que imprimen gran naturalidad y veracidad a sus personajes, San Martín impone un ritmo pausado y sutil donde la tensión latente y la complejidad de las situaciones no requiere de subrayados innecesarios, dejando que sean los silencios la parte más elocuente de lo que está ocurriendo. Si bien la directora se mantiene respetuosa y evita los juicios de valor, es innegable que con la misma sutilidad desnivela la balanza a favor del entorno de la madre y reconoce su propia militancia homosexual.

Los niños se llevan siempre la peor parte cuando la convivencia entre sus padres no funciona y acaba por romperse. Ellos siempre se enteran de todo y el proceso en sus mentes en formación acaba por pasarles una factura que en muchos casos nunca acabaran de pagar. No recuerdo otra película que se acerque tanto y tan bien a la situación desde el punto de vista de los hijos en esas edades. Los que hemos sufrido separaciones y divorcios no podemos menos que sentirnos identificados. Afortunadamente no cae San Martín en el melodrama, ni en los estereotipos, desdramatizando en la medida de lo posible la situación con las dosis justas de humor. Al final la decisión de la hermana con el gatito adoptado se constituye en parábola sobre un futuro que no tiene que ser dramático y donde sin renunciar a nada se debe buscar lo mejor para los hijos. Bienvenida Pepa San Martín.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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