Operación Swordfish

Un guión sencillo, con un desarrollo interesante, plagadas de sabrosas imágenes de acción apoyadas en unos buenos efectos especiales, junto con unas buenas y atractivas actuaciones, Operación Swordfish engancha desde el primer minuto, y por supuesto decepcionando sólo a unos pocos, a aquellos que esperaban que los protas se casaran, porqué lo que es el resto, hasta el más tonto disfruta con las tetas de la Berry o del cuerpazo del Jackman.

Pero como toda película de acción tiene sus fallos, y está tiene uno garrafal, y es a mitad de ella, su desarrollo, el cambio abrupto de la imagen principal, que supuestamente engancha a mediados del film (con esto no revelo nada, ni spoleo, ya que es obvio), pero parecen haberse olvidado un par de secuencias en el cajón del olvido.

En fin, no deja de ser una buena película de acción, entretenida, divertida que aumenta la adrenalina del espectador, pero para nada especial o que deje huella para la posteridad, y es qué está bien, pero para nada más.

... porque este trabajito llevaba su nombre desde el primer fotograma. Swordfish es, formalmente, una película de los 80: filtros anaranjados que podría haber firmado Tony Scott, montaje aún inteligible antes de la llegada de Michael Bay, neones, música hortera, fulanas de discoteca, uso indigno de la mujer (pobre Halle Berry), argumento fascistoide que hubiera hecho babear a Reagan... Sí, no me miren así porque no es el único engaño de la película: siendo coherentes con su horrible cartel, la acción de la película es mínima y en mi opinión no especialmente brillante, discurriendo el metraje en la ejecución de un plan criminal bastante absurdo. Si en los 80 la testosterona, las frases lapidarias y los tiros nos hubieran deleitado, aquí nos ofrecen un malo metrosexual (aceptablemente interpretado por Travolta), un hacker pseudo-surfero que, en un error clamoroso de casting recae en Jackman, incapaz de que nos creamos ni por un segundo las escenas informáticas que, ya de por sí, son de auténtico bochorno, y una de las niñas más relamidas del cine reciente. En resumen, esta es una obra extraña porque no satisface ninguna expectativa, ni las de película de acción ni las de thriller criminal, y pasa sin pena ni gloria por nuestra memoria. Una perdida de tiempo, vamos.

No existe sustancia tras su brillante envoltura. Sus posibilidades jamás llegan a concretarse, al situarlas alejadas de la lógica narrativa; en muchos momentos, esta, resulta en exceso forzada.

Su realidad poderosa te atrapa, incluso cuando tratas de encontrar respuestas que te lleven a comprender la evolución de Operación Swordfish. Surge quebrada por momentos, debido a la violencia sin filtros que se ofrece descarnada... La dureza es continua, sin reglas.
John Travolta fue merecedor de un premio al peor actor. No he visto nada que me desagradase en su trabajo, por lo menos nada tan negativamente destacable.

Sus características son: Entretenimiento vacío de contenido.

No niego que "Operación Swordfish" tenga buenas secuencias de acción, con un reportorio de explosiones espectaculares, y que su estilo directo consiga que no te aburras pero si tenemos en cuenta que se trata de una película, no deja de ser una sucesión de paridas. El argumento es de lo más endeble y la lógica de las situaciones que plantea es tan rebuscada como absurda (SPOILER). Si a eso añadimos un tonillo tirando a hortera, en la que hay que meter desnudos a la fuerza y sexo hasta en las situaciones más inverosímiles, el resultado de la cinta que dirige Dominic Sena no deja de ser un producto intrascendente, de fácil visionado, pero mediocre.

Claro que se pueden hacer otras lecturas sobre "Operación Swordfish". Por ejemplo, vaya imagen de las mujeres, de vergüenza ajena. Salvo la niña, las demás no hay por donde cogerlas. Aparecen delincuentes, mujeres fatales, actrices porno, yonkis (adictas a las pastillas y al alcohol) y guarrillas de todo pelaje. De las principales, Ginger Knowles (Halle Berry) me cae como una patada, la madre de la niña (ya sé de qué me sonaba, de "Mujeres Desesperadas"), la verdad es que me da pena. Pero la que me raya más es la rubia que hace cierta cosita mientras Stanley (Hugh Jackman) (tiene toda la pinta el tipo de informático, ¿verdad?) trata de acceder a no sé donde. ¿Qué busca? ¿Luego, en privado, le paga el jefe, Gabriel Shear (John Travolta)? ¿Es una simple esclava de Gabriel? ¿Es así de guarrilla por su propia naturaleza? ¿Está colocada y no sabe lo que hace?

Dicho lo cual, parece que Dominic Sena trata de darle algo de enjundia a su película con un mensaje, digamos, neoconservador. Que el malo se presente como un héroe americano que lucha por la libertad y el modo de vida de los Estados Unidos y que su política sea responder al terrorismo con más terrorismo puede ser hasta normal. Pero lo que me parece muy fuerte es que el propio director se complace en esta idea por lo que Gabriel resulta una figura más bien positiva, lo cual a mi personalmente, me hace revolver el estómago. Claro que si nos apuntamos a ese utilitarismo de, por ejemplo, Bentham "el mayor bien para el mayor número", nos resultará hasta acertada su política. Porque ¿cuantos diríamos qué no al dilema presentado por Gabriel (que creo que es de Tolstoi)? Si para salvar a toda la humanidad tuvieras que matar a un niño inocente, ¿lo harías? "El mayor bien para el mayor número" nos obliga al "Si" lo cual revela la falsedad de esta doctrina tan extendida en nuestra sociedad.

Parecía el típico producto palomitero fabricado del márketing, de hecho lo es bastante, pero la verdad no me esperaba la dureza del guión al lograr que esta película me entretuviera, me gustase e incluso me sorprendiera a ratos.

Los actores están mejor de lo que se esperaba, que realmente son creíbles y logran dominar sus apariciones en la película sin parecer ridículos, sino todo lo contrario.

Las escenas de acción son de lo mejor que he visto en muchas películas de acción e intriga.

Y el guión logra atarte durante toda la película y darte de vez en cuando una sorpresa que te hace o revolverte o directamente saltar en el asiento.

En mi opinión, muy recomendable thriller.