Recuerdos perversos

"The Poughkeepsie tapes"

¿Que nos plantea John Erick Dowdle con la cinta? La cinta se vende por si sola, un mockumentary perturbador comercializado solo en pocas plazas americanas el cual no vió la luz debido a la sospecha de que algunas escenas de las cintas mostradas en el filme eran reales, aun asi, no todo es como lo pintan y el film se queda a medias tintas a pesar del buen montaje, tiene que ver con las filmaciones del asesino, que al fin y al cabo es el verdadero motor de esta película.
Lo que se ven en estas cintas está lejos de ser impactante, la película lo vende así e incluso los propios personajes dentro del documental hablan de asesinatos con extrema alevosía, torturas y violaciones. Esto en las filmaciones no llega a verse tal como se plantea, no es necesario plasmar tal cual la situacion, siempre basta con un enfoque inmersivo y una atmosfera adecuada que el director pasa totalmente por alto, si a esto le sumamos la ausencia casi total de sangre tenemos una cinta que llega a rozar lo decepcionante ya que el film vende otra cosa totalmente distinta.

Un auténtico documental en toda regla, no hay ningún presentador en la película, todo es una sucesión de grabaciones que el asesino hizo de sus crímenes, reportajes a expertos en criminología, forenses y flashes informativos de los hechos. El resultado es bastante convincente, está todo muy bien montado y esto es importantísimo cuando hablamos del genero mockumentary.

The Poughkeepsie Tapes juega un poco con el terror psicológico, no lo hace de lleno sino que intercala estas escenas, si se hubiese inclinado 100% por este caso en particular y ver la progresión del mismo durante toda la película, quizás el final hubiese tomado otra dimensión y por ende también el metraje. El final está bien estructurado pero como se menciona antes, quizás es un tanto apresurado y durante la película falto mas profundidas sobre la víctima para entender su verdadero sufrimiento.

The Poughkeepsie Tapes es un mockumentary bien realizado, es totalmente creíble desde su puesta en escena hasta los actores que participan, solo le faltó más crudeza para que terminara de ser una propuesta redonda.

Aun con su fallo, película recomendable si estás acostumbrado a esta clase de productos.

Por Saúl MH.

Me preparo para añadir otra más a la lista. Quiero tensión. Miedo. Sangre. Bueno, en realidad la sangre es prescindible. Quiero que deje marca...
Para todo lo demás ya estoy curado de espanto. Clichés a discreción. Reparto mediocre. Un buen rato de secuencias previsibles y seguramente mal argumentadas...

Y de repente tú, John Erick Dowdle. Creando un terror en desuso. Cubriéndote con una buena atmósfera vas martillando con ritmo apropiado, con pies de plomo, sólido e inteligente. Resbalando poco a poco con tu único pecado, minuto a minuto, hasta acabar en un conato de trompo: no me tensas, no me das miedo, y mucho menos consigues herirme.

Te compro, pero no te vendo.

Siguiendo la estela de otras producciones que toman la premisa de hacernos creer que lo que vemos es real con el fin de llevar nuestro miedo hasta más allá de lo cinematográfico, de difuminar la frontera entre realidad y ficción, “The Poughkeepsie Tapes” se presenta como un documental (¿o deberia llamarsele “mokumentary”?) en el cual visionamos las cintas con las atrocidades cometidas por un asesino en serie. Para ello las distintas acciones filmadas en video se hilvanan con un trabajo de reconstrucción documental del asesino, su carrera criminal y las distintas perspectivas de su figura que elaboran expertos en diferentes campos. La película juega la baza fundamental del deseo voyeur de todo ser humano en general y del público que llena las salas últimamente en particular de ver aquello que por su sordidez, violencia o carga grotesca no debería ser visto.
En este aspecto la película posee momentos perturbadores bien elaborados como los acaecidos con niños o durante el diálogo que mantiene el asesino con una autoestopista a la que engaña para que sea su nueva victima. Pero en su deseo de crear una atmósfera malsana y presentar un nuevo genio criminal la película deriva entre una fotografía alterada hacia colores verdosos y oscuros en las cintas (presuntamente por el uso de una cámara defectuosa) y un gusto po

En algún lugar leí que el sub género de metraje encontrado aún tenía alguna pequeña joya que ofrecer, hablando en concreto de esta "The Poughkeepsie tapes". Si encuentro al autor le enviaré una carta con ántrax para que aprenda a no andar jodiendo por la red.

Se trata de un falso documental acerca de los atroces asesinatos de un psicho killer ficticio en el cual, al mejor modo de esos programas yanquis sobre resolución de crímenes que asoman por algún canal de nuestra TDT, diversos personajes como policías, forenses o psicólogos hablan ante la cámara narrando detalles sobre la también ficticia investigación. Lo que al principio puede tener algo de interés a mitad de película se ha convertido en un verdadero tostón, y ni siquiera salpicar con fragmentos de las cintas del título (tapes, en inglés) con el asesino en acción añade tensión o algo de malestar. Porque que este comistrajo exista requiere que el maromo vaya cámara en mano hasta para mear.

Para colmo, como el psicópata graba en VHS, es la excusa perfecta para que dichas grabaciones se ofrezcan con una calidad no de cinta VHS, sino de cinta VHS tras haberla grabado y regrabado algo así como un millón de veces, tras haber sido pisoteada por una manada de rinocerontes furiosos puestos de coca y, después, haberla arrojado a la Montaña de Fuego de Mordor. Por lo tanto, a lo amantes de lo truculento les compensa más verse un par de episodios de Peppa Pig que este aborto.

No sabía que esperar de esta película, me he encontrado con ella muchas veces en mi vida pero nunca me había dignado a verla y menos mal que ya lo he hecho. La película no es la típica de metraje encontrado, en ciertos aspectos sí, claro, pero lo que cuenta, como lo cuenta y como acaba dicha historia es algo diferente.

Lo que vemos a lo largo de la película es como una especie de documental, como los que vemos hoy en día, sobre asesinatos, desapariciones y asesinos en serie. Dicha parte documental es muy real, muy bien elaborada. Cuando se presentan los metrajes del asesino es cuando empieza el agobio.

No es turbia en el sentido de ser muy violenta físicamente o de tener o mostrar mucha sangre. Es turbia porque te ponen en situaciones demasiado extrañas que saber perfectamente que alguien ha podido presenciar algo así en la vida real. Es totalmente angustiosa y muy espeluznante, que es su objetivo.