Dagon: la secta del mar

En contra de lo que muchos que me conocen creen, a veces como alimentos fritos. Tomo aceite de oliva virgen y crudo habitualmente, pero a veces me veo torero, y me tomo unas frituras.

Uno de los mayores placeres de Madrid, además de los paseos de más de 40 minutos (es la única ciudad importante española donde puedes caminar ese tiempo sin entrar en arrabales ni zonas de avenidas inhumanas), es tomarse un bocadillo de kthuluquitos en la plaza mayor. Y qué son los Kthuluquitos?...calamares.

Esta película va de los mitos de Kthulu, de la deidad Dagon, para ser más exactos. Estos son peces no moluscos cefalópodos, pero fue creado por el mismo autor H.P. Lovecraft y forman parte del mismo panteón mitológico mucho más rico que el Tolkien (vaya usted a comparar).

Está francamente bien. La recuerdo con ternura, y el prota tiene trazas de un Ash (Dead Evil), que le sientan fenomenal al personaje. Eso es, de lo mejor de aquella Fantasy Factory o como quiera que se llamara esa productora.

Por cierto, me comentó el otro día un colega, que el Balagueró empezó siendo un “troll” del foro de la Fantasy Factory”, poniéndolos de vuelta y media. Los de la productora le dieron una oportunidad y le financiaron su opera prima.

Lovecraft es un autor que, a pesar de ser figura central de un cierto culto literario, no ha recibido la justicia que se merece en las adaptaciones al cine (excepto quizás, en la interesantísima "En la boca del miedo"). Autor de, entre otras cosas, una prolífica y viscosa mitología cósmica plagada de bichos cuya mera visión bastaba para enloquecer al más pintado, este escritor opiómano y obsesionado con los peces dio luz a una novela corta llamada "Dagon", en la que dice basarse el guionista de la película que nos ocupa. Como es de imaginar, a lo de Lovecraft se parece lo justo, lo demás pertenece al terreno de la serie B más cochambrosa. Un grupo de jóvenes bastante estúpidos llegan a Innsmouth (aquí Imboca, que sitúan, para mayor despropósito, en Galicia...) y sufren varios desencuentros con los monstruosos nativos, unos mutantes mitad pez/mitad hombre que adoran a Dagon, un dios marino primigenio furibundo. Pese a su cutrez general o quizás gracias a ella, al final se hace entretenidilla, siempre teniendo en cuenta las innumerables limitaciones del guión, director, reparto, etc...
Devotos de Lovecraft, ésta no va a ser vuestra película de cabecera.

La cosa pintaba horrenda: Viejas glorias de directores de la serie B teniendo su retiro paradisíaco en España, actrices españoles metidas en películas con lengua inglesa más pendientes en demostrar que saben inglés que en sus facetas interpretativas... El 90 % de este tipo de películas cumplen ese tipo de requisitos y acaban siendo masacradas por crítica y público, pero con Dagon la cosa fue diferente.

Stuart Gordon se alía con Brian Yuzna (menudo par) para volver a meterse en pesadillas lovecraftianas, solo que esta vez para bien. Comparar Dagon con Beyond Re-Animator y todas esas producciones de la época es un craso error, y es que esta Dagon es lo suficientemente entretenida e incluso seria como para meterla en el mismo saco. Incluso Raquel Meroño da el nivel en comparación con todas las actrices de la escuela de A Salir de Clase que se han aventurado en esto del cine.

Su ambientación en el pueblecito costero gallego es bastante digna, y tiene momentos de tensión bien conseguidos. Es verdad que también me dejé llevar por todo esto de la secta de Dagon que es una temática que me atrae, pero cuando empecé a verla pensaba que iba a ver un bodrio y al final me sorprendió por todos los sitios. No es para nada una maravilla, pero es de las mejores películas que he visto en su liga y en su época (tampoco era difícil esto).

Así que si te gusta el terror, digamos... "ochentero" pero desde un punto más serio, y si te llama la atención el batiburrillo de cosas que hay en Dagon, creo que podrás disfrutarla tanto como yo, a pesar de ser plenamente consciente de que no es una película que puedas recomendar a cualquiera.

Francamente, cada día entiendo menos de dónde salen las medias y como narices votáis, chavales. He aquí un cojonudo producto de género que, a pesar de cumplir con creces con las expectativas y garantizar 100 minutos de entretenimiento, vete tú a saber por qué arcana razón, se queda en un triste tres.

Y es que, sí, es pura y dura serie B. Pero incluso en esto hay clases, y pocas veces una película de Terror tan modesta en presupuesto e intenciones (hacerte echar un rato) ha sido rodada con tan buen ritmo y tan buenas ideas (desde luego, no en Españilandia); “Dagon”, probablemente, sea la más redonda de las películas de esa incombustible pareja de maestros del “Caspa Horror” que son Brian Yuzna y Stuart Gordon; la más interesante, compensada y entretenida.

Porque, ahí no vamos a discutir, “Dagon” dista mucho de ser una obra maestra, y no creo que nadie (sobrio) defienda lo contrario. Como no podía ser de otra manera, la película cuenta con una buena retahíla de cagadas, torpezas y despropósitos varios: algunas actuaciones (no todas, y eso ya es un avance en estos lares) son lamentables, empezando por la del pobre Paco Rabal, que perpetra aquí, precisamente en su última película (hay que joderse…), la peor interpretación de su vida. Y lo mismo puede decir se de algún secundario. Por otro lado, y como cabe esperar en toda serie B, algunos momentos resultan involuntariamente hilarantes a causa de su fallida y surrealista puesta escena o de según qué efectos especiales dignos de la Homer Simpson Productions.

Y sin embargo, mire usted, las virtudes superan con mucho sus defectos. Y es que estamos ante una historia muy bien construida y que sabe manejarse perfectamente con los resortes del género, eludiendo astutamente caer en lo previsible; que por momentos, y es realmente meritorio, se supera a sí misma dejando de ser un mero entretenimiento a base de gore de baratillo y sustos (que es lo que uno espera) para convertirse en una verdadera película de Terror, angustiosa e inquietante (estupenda la escena del hotel y la cerradura). Además, y como no podía ser menos en una película Yuzna/Gordon, cuenta con un soterrado y cabrón punto de humor negro muy de agradecer. En cuanto al reparto, y dejando aparte a don Francisco y su poco afortunada despedida, hay que decir que cumple, en especial una muy, pero que muy inquietante (acojonante, más bien) Macarena Gómez. Lo mismo, siendo justo, se puede decir de los efectos, que aunque justitos, por lo general no chirrían demasiado.

En definitiva, un notable entretenimiento al que todo amante del género debería dar una oportunidad y que sabe aliñar con estilo una ensalada de Terror de corte retro, Gore, intriga y humor. Recomendable.

La más pura esencia de Howard Phillip Lovecraft resumida en 93 minutos de pelicula. Se debe reconocer que no se tiene mucho presupuesto, los actores podrían ser mejores, la música deja mucho que desear y sobra gore, pero, el resto es Lovecraft. Basado en el cuento de Dagon, el monstruoso dios arquetípico que ronda en los mares, se crea esta historia de Imboca, el pueblo maldito. La horrorosa oscuridad y la sórdida demencia que causan los relatos de Lovecraft logran ser captados por esta película que, aunque no de muy buena manera, reproduce el terror ancestral que el autor ha grabado en sus líneas.

Para quienes hayan leído Lovecraft, detalles tales como una prenda con la leyenda "Miskatonic" en ella o el miedo ancestral que no puede ser explicado convierten esta película en un tesoro literario.