Lovecraft es un autor que, a pesar de ser figura central de un cierto culto literario, no ha recibido la justicia que se merece en las adaptaciones al cine (excepto quizás, en la interesantísima "En la boca del miedo"). Autor de, entre otras cosas, una prolífica y viscosa mitología cósmica plagada de bichos cuya mera visión bastaba para enloquecer al más pintado, este escritor opiómano y obsesionado con los peces dio luz a una novela corta llamada "Dagon", en la que dice basarse el guionista de la película que nos ocupa. Como es de imaginar, a lo de Lovecraft se parece lo justo, lo demás pertenece al terreno de la serie B más cochambrosa. Un grupo de jóvenes bastante estúpidos llegan a Innsmouth (aquí Imboca, que sitúan, para mayor despropósito, en Galicia...) y sufren varios desencuentros con los monstruosos nativos, unos mutantes mitad pez/mitad hombre que adoran a Dagon, un dios marino primigenio furibundo. Pese a su cutrez general o quizás gracias a ella, al final se hace entretenidilla, siempre teniendo en cuenta las innumerables limitaciones del guión, director, reparto, etc...
Devotos de Lovecraft, ésta no va a ser vuestra película de cabecera.