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No amarás

Drama Tomek es un joven de 19 años que vive obsesionado con Magda, una mujer treintañera a la que espía cada tarde con unos prismáticos. Ella es una mujer liberal y sin prejuicios que invita a su casa a muchos hombres. Tomek, celoso, decide trabajar como repartidor de leche para interrumpir sus citas amorosas... Esta película pertenece a la serie "Decálogo". (FILMAFFINITY)
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Críticas 54
Críticas ordenadas por utilidad
30 de diciembre de 2006
27 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Junto con "No matarás" fue el único capítulo de la estupenda serie de televisión "El decálogo" del difunto maestro polaco en ser llevado a la gran pantalla con igual sino más acierto que la anterior entrega cinematográfica sobre el quinto mandamiento.

Kieslowski toma el sexto mandamiento cristiano, "no cometerás adulterio", desde una perspectiva voyeurista y obsesiva con esta historia también como todas las nueve restantes ambientadas en Polonia, y al igual que su "No matarás" ambientadas concretamente en Varsovia.

Kieslowski nos da su particular visión de agnóstico confeso con esta historia de un chico criado en orfelinatos y obsesionado con un madurita mujer, vecina suya a la que espía con un catalejo robado, experimentando con unas sensaciones y sentimientos encontrados...los de un muchacho falto de cariño y atenciones que nunca ha experimentado el sexo ni mucho menos el amor.

De nuevo Kieslowski nos alecciona con su excelso dominio técnico de las circunstancias, con una maestría narrativa llena de pausas valorativas y un sentido del ritmo sencillamente brutal.

Con su habitual dominio cromático y técnico en general, el encargado de cubrir el exigente expediente académico en este caso del obsesivo y perfeccionista maestro polaco es Witold Adamek, siendo la banda sonora obra de su inseparable y magnífico Zbigniew Preisner y la historia co-escrita por el citado colega de Kieslowski, Krzysztof Piesiewicz.

Kieslowski hace de exégeta sobre la materia, y el resultado es una estupenda película que nos habla de obsesiones incomprendidas y la diferencia de generaciones y planteamientos filosóficos de la vida. Toda una constante en su filmografía...

N E C E S A R I A.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
burton
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31 de mayo de 2008
26 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
El realizador polaco Kieslowski se dio a conocer en Europa con creaciones como ésta y "No matarás", ambas del mismo año. Y, poco tiempo después, se consagraría con su trilogía de los colores de la bandera francesa: "Azul", "Blanco" y "Rojo".
En todo cuanto llevo visto de su filmografía, los exponentes comunes son la soledad, el desencanto y las frustraciones personales. Todos sus personajes vagan en universos a la deriva, marcados por un aislamiento y un dolor vital de los que no saben cómo huir (o de los que no pueden huir).
Con la calma de una filmación que apela a la paciencia y a la quietud, Kieslowski se cuela suavemente en la habitación de un muchacho de vida gris, poblada de silencios y de anhelos imposibles.
Tomek tiene diecinueve años, no tiene familia y está acogido en la casa de la madre de un amigo, trabaja en una oficina de correos y todos los días, cuando vuelve a casa, se dedica a su única distracción: espiar a través de un teleobjetivo a una atractiva vecina, Magda, que es mayor que él.
Solitario, tímido, callado y reservado hasta el extremo, Tomek despierta a una pasión prohibida mientras observa los vaivenes de su casquivana vecina, una pintora algo bohemia y apasionada que casi todas las noches se acuesta con hombres con frecuencia distintos.
Tomek contempla, a través del objetivo, a su objeto de deseo que se erige en todo lo que él se muere por poseer. Es testigo de una vida de la que quisiera formar parte, experimentando la hiriente punzada de los celos y apartando la vista cada vez que ella se entrega a sus juegos sexuales con esos extraños.
La ama desde la distancia.
Cada vez más obsesionado, va cavilando estratagemas para poder acercarse a ella. La llama por teléfono, consigue que acuda a la oficina de correos bajo algún pretexto y acepta un empleo adicional de lechero para dejarle todas las mañanas una botella de leche en su puerta. Y también idea maneras de frustrar sus lances amorosos con sus amantes ocasionales.
Hasta que, finalmente, decide dar el gran paso y darse a conocer. ¿Cómo reaccionará Magda ante su atrevimiento y su obsesión por ella?
Penosa trama de amor desesperanzado y melancólico, que murmura en los silencios acerca de los temores más profundos de la existencia, acerca de las esperanzas que nacen para truncarse cuando apenas acaban de brotar.
Un drama romántico de factura modesta pero altamente emotiva que es ese grito desangelado y desesperado de todos los que sufren, o han sufrido, por pura soledad y amor imposible.
Vivoleyendo
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24 de agosto de 2006
20 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kieslowski demuestra como se puede hacer algo muy grande con un sencillo aunque conmovedor relato sobre el amor.

Por un lado vemos el sentimiento del chico, puro e intenso, pero ingenuo y frágil, por el otro, la mujer algo desencantada de la vida, que contempla con desconcierto los efectos de la obsesión del joven.

El diálogo es escaso, las imágenes y la música irradian ternura y emoción... el amor duele.
Ennis
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2 de noviembre de 2013
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta traducción del título original es uno de los típicos atentados de las distribuidoras de películas. Corresponde a la interpretación del sexto mandamiento del judaísmo según Kieslowski: No fornicarás.

Si bien “No cometerás adulterio” suena mejor que “No cometerás actos impuros”, ninguna de esas frases es demasiado marketera; y como “No fornicarás” resulta demasiado violento para el espectador, el traductor recurrió al eufemismo de “Hacer el amor” para referirse al sexo, y sustituyó la palabra “fornicarás” por “amarás”, error significativo que quizás oculte algo de verdad. Entiéndase fornicar como “no perderás tus aguas seminales”, tanto del hombre como de la mujer.

No puedo ser imparcial ante una de las películas más bellas que haya visto. Tomek, un chico de 19 años, vive en casa de la madre de un amigo. “Soy vieja y tengo miedo cuando no hay nadie en el cuarto de al lado”, dice la anciana. Kieslowski plantea que existe un vínculo entre la soledad y la edad de las personas, dando a entender lo triste que es no tener a nadie que te acaricie cuando envejeces.

Kieslowski contrapone el punto de vista de un chico inexperto en artes amatorias, al de Magda, una mujer de unos treinta y tantos, con una vida sexual bastante activa.

El guión es simple y perfecto, no tiene cabos sueltos, de una belleza sobrecogedora. “El agua seminal” está representada por la leche contenida en botellas que el mismo Tomek deja en la puerta de Magda. Ella la derrama y llora (otro fluido desperdiciado). “Antes me masturbaba”… “Eso es un pecado”, le responde Magda.

Tomek terminará derramando otro fluido vital debido a la incomprensión de Magda ante su confesión: “Te amo”.

Ambos protagonistas representan a personas solitarias, contra argumentando su tesis anterior acerca de la edad.

Cuando Magda observa por el catalejo, las cosas han cambiado: ya no está sola y, ante la leche derramada, ella presiente, reinterpreta el pasado, y sabe que Tomek siempre estuvo a su lado.

Hay una expresión de amor a través del sexo. Los impulsos sexuales siempre tienen significación: no hay maldad en ello. Los acordes de la música se van haciendo más emotivos al incorporar nuevos instrumentos a la melodía. Bellísimas tonalidades de Zbigniew Preisner (colaborador habitual de Kieslowski) tan simples como la perfección de las imágenes de este gran cineasta polaco.

PELÍCULA IMPERDIBLE DEL SIGLO XX
Anibal Ricci
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11 de enero de 2019
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me enamoré de "No amarás", su historia y su final, como de sus coincidencias con mi propia historia, y encontré en la escena final de esta película, nada más acabar ella, algo que supe que no volvería a tener jamás.

AMOR POR EL CINE

Quise rememorar esos amores pasionales buscando fuego en el Decálogo de Kieslowski, pero ya nada era igual.

Lo bueno si breve, dos veces bueno, NO es aplicable en este caso a la película "No amarás" en relación a su homónima el "Decálogo 6", que cuenta la misma historia en menos tiempo.

Me dispuse a ver el Decálogo completo desde el principio, con especial curiosidad por ver como estaría rodado el capítulo 6, que es la versión reducida del largometraje "No Amarás" realizado por el mismo Kieslowski en 1988.

Esperaba de nuevo deleitarme con esa película (ahora en versión corta) y saborear otra vez en mi paladar audiovisual ese metafórico final que me quedó grabado en mi mente tiempo atrás, al ver a Kieslowski en todo su esplendor, manejando el cine, los planos, su significado y el tempo de la narrativa, haciendo del final de la película "No Amarás", auténtica poesía visual.

En cuanto al capítulo 6, como en cualquier otro del Decálogo, se agradece una buena fotografía (en este caso mejorada a la del largometraje de 1988), unas actuaciones convincentes, y un metraje corto, lo que los hace fáciles de ver.

Pero dejando atrás datos técnicos, la versión corta de "No Amarás" hace que la relación entre Tomek y Magda pierda complejidad, por lo que no es tan convincente en referencia al largometraje de 1988, mientras que en el Decálogo 5, (versión corta de "No Matarás"), el menor tiempo no afecta a la relación entre los personajes principales, aquí en cambio, en el Decálogo 6, sí que se echa en falta esa reducción de metraje.

Perdonado esto a Krzysztof, no puedo pasar por alto el que yo considero el mayor error de Kieslowski, y es cambiar totalmente el final del Decálogo 6 en comparación con el que rodó en 1988 en "No Amarás", destrozando totalmente el gran colofón en el que la actuación de Grazyna Szapolowska y la cámara de cine hablan por si solas transmitiéndote un sentimiento que pocos finales pueden aportar.

Por eso recomiendo que veas el final de "No Amarás", si sólo has visto el Decálogo 6, visualiza la película de Kieslowsky de 1988 los últimos 7 minutos y verás como no es lo mismo.

Dejando de ser Magda la que vea su propia ventana y todo lo que allí ocurre, (lo cual desvelo en spoiler con una comparativa de los dos finales) se pierde la majestuosidad de la metáfora final del film.

"No Amarás" [9/10] vs "Decálogo 6" [8/10]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Việt Victre
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