El ritual

Y tras mucho esperar, al fin podemos disfrutar de “The Ritual” en Netflix. Una de las mayores promesas del género este año, más aún después de pensar en la gran decepción que ha supuesto el nuevo título de los hermanos Spierig, “Winchester”.

“The Ritual” nos propone un angustioso viaje a los bosques escandinavos, donde seremos testigos de las desgracias de un grupo de amigos que se ven acosados por algún tipo de fuerza maligna, la cuál les hará resucitar sus viejas rencillas y enfrentamientos. No suena a la sinopsis más original del mundo, pero en esta película no hablamos de hacer cosas nuevas, si no de elementos reformulados que funcionan a las mil maravillas. Encontraremos retazos de “The Blair Witch Project” y “The Wicked Man“, pero la mayoría muy bien aprovechados, en favor del espectáculo del horror que vamos a presenciar. Otro punto a su favor, es que sabe construir el suspense y transmitir ese terror que traspasa la pantalla y te acompaña al terminar de ver la película, no se conforma con lo fácil y además, tiene algunos giros interesantes bien implementados. El final no consigue ser todo lo redondo que quisiéramos, pero ya consigue un resultado mucho mejor que el de la media de películas de terror, de lejos.

El conjunto de protagonistas por ejemplo, es creíble y no desentona nada en ningún momento de la película. Dentro de ese grupo, el gran protagonista será Luke, el cuál vendrá explicadito enteramente desde su potente principio, para ser la punta de lanza durante lo que queda de la película. En cuanto al resto de personajes, no están tan bien explicados como deberían, pero consiguen que nos forjemos una opinión sobre cada uno de ellos a lo largo del metraje. Exceptuando al personaje de Arsher Ali, que pasa sin pena ni gloria solo para ofrecer más carne al asador.

La dirección y la faceta visual es lo mejor de la película, tanto en efectos especiales y fotografía, como en el aprovechamiento del entorno para ofrecernos una película de verdadero terror. Solo hay que fijarse en aquellos momentos, en los que el escenario cobra vida en contra de los protagonistas y asusta tanto o más, que lo que en realidad les acecha. Si es cierto que a veces cae en el repetidísimo error de las producciones actuales, que tiene al susto fácil y a chillarnos en los oídos para provocar el susto, lo cuál es un error porque todo ya asusta de por sí, no conviene forzar nada.

En lo sonoro, la película funciona como debe. Es decir, no necesita de una banda sonora en todo momento para transmitir terror, el ambiente y el silencio de esos bosques ya lo hace de por sí. Eso, sumado a los rugidos y ruidos en general, que produce el antagonista de la cinta, ya son suficiente para hacer funcionar el conjunto. Si es cierto, que la música interviene en algunos momentos, pero son para acentuar la tensión o contarnos algo, es decir, con sentido. Lo único malo, es lo que ya he mencionado antes, los efectos baratos para dar sustos innecesarios, que se podían haber ahorrado.

Poco más que decir, una película de terror que sobresale en la baja media que existe hoy en día. Míratela sin prejuicios, con las luces apagadas y el televisor a todo volumen, y te hará pasar un mal rato fantástico. Porque si tienes Netflix y eres fanático del género, esta película es de obligado visionado. 7,5/10

Adaptación de la novela homónima de Adam Nevill. Es una historia típica, amigos que se van de senderismo, se adentran en el bosque por necesidad, unos a favor otros en contra... típico, sin embargo la actuación sobresaliente de Rafe Spall y una montaje mas que aceptable, generan una atmósfera densa y atractiva. El desinterés generado por un film fuera de pista a lo km 666 se convierte en una admiración por una interpretación profunda por parte de dicho actor. Correctamente dirigida y sin pretenciosos sobresaltos forzados (se agradece que no se intente sobresaltar gratuitamente al espectador).

Había una vez un grupo de amigos que se fue a hacer el camino del rey, pero no el que hay en Málaga, sino otro que por lo visto está en Suecia, que ya es ganar de irse lejos para pasar frío.
Tras un poco de cháchara insustancial senderista que no ayuda demasiado a empatizar con los personajes, se desvela que esto no es un mero paseo por el campo, sino una película de terror.
La película se parece al principio a la de la bruja de Blair, pero con menos gritos y sin la molesta cámara doméstica.
A lo tonto, a partir de que llegan a una lóbrega cabaña, lo que parecía que iba a ser una cosa cutre de serie B, se va volviendo poco a poco más interesante. Aunque bien es verdad que ni la ambientación ni las situaciones consiguen dar mucho miedo, sí que despiertan mucho la curiosidad por saber qué demonios pasa en ese bosque.
La película juega bien con no mostrar prácticamente nada hasta el final. Nunca vemos claramente lo que pasa, con un enfoque de terror psicológico, pero que a nivel de provocar inquietud no tiene demasiado gas.
Pero a pesar de sus defectillos, llega a ser muy entretenida e intrigante, sobre todo en el tramo final, cuando cambia un poco el contexto y se revelan cosas.
Lo que no me gusta es que, a veces, los personajes se pongan a discutir por tonterías. No parece muy real, al igual que pasaba con la de Blair. Sin embargo, supongo que será por los nervios de los personajes, que lo están pasando muy mal sin saber por qué y prefieren echarse la culpa unos a otros.
Una cosa que está muy bien es la iluminación. Han conseguido filmar una película muy oscura, como debe ser, pero en la que todo se ve bien sin que se note que hay focos y luz artificial. En ese sentido, muchas otras de terror podrían aprender de esta.
Recomendable sin ser para tirar cohetes.

The Ritual ha sido una de las mejores cintas de terror del 2017 con diferencia y no es para menos, consigue crear un relato que es terrorífico, con unos personajes con los que te puedes sentir identificado y aprovechando una mitología y cultura que pocas veces se ha tratado.

Sin duda lo mejor de la cinta es lo genial que están sus cuatro actores principales. Pocas veces he visto tan bien recreado un grupo de amigos de forma tan realista. No solo las relaciones entre ellos se sienten reales sino que ellos mismos de forma individual se siente como personas de verdad y no personajes escritos. Me atrevería incluso a decir que David Bruckner les dejo improvisar algunas escenas, porque realmente se sienten vivas.

Los acontecimientos que llevan hacia el final de la película son muy "creepies" y están en su mayor parte muy bien ejecutados, aunque odio no quitarme cierta sensacion a lo "bruja de blair". Una lástima que aunque parten de una mitología muy rica e inesperada, su tramo final no creo que soporte tan bien el peso de la tensión que se ha ido generando antes.

Quizás lo único que más me escama de la cinta sea su final. Durante toda la trama se nos deja bastante claro que este es un viaje de redención para el personaje principal, y de ello GRAN parte del peso de la película recae en este aspecto; sin embargo el cierre no me dijo mucho a nivel personal y no creo que realmente hubiera esa redención que se buscaba. Eso habría estado interesante si lo que se buscara es hablar sobre la inevitabilidad de redención o lo terrible del hecho de que algunas personas no pueden cambiar. Sin embargo creo que Bruckner buscaba una redención real, y personalmente no creo que se vea muy bien reflejado.

Aun así, una cinta brillante y un director al que hay que seguirle la pista.

Aunque parte de una premisa demasiado vista en el género del suspense-terror la película tiene una primera mitad muy bien dosificada gracias a unos personajes y escenarios naturales fuera de lo convencional. Una pena que luego retome los consabidos mecanismos y estereotipos del género; no logro dislumbrar ese desenlace inesperado, y que conste que me hubiera gustado.

Lo mejor: El ambiente que se crea en el tramo que transcurre durante la estancia en la primera cabaña que encuentran.

Lo peor: Lo habitual en este género: poca originalidad y el último tramo de la película


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