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Un día como otro cualquiera, el productor de lo que después sería esta película llamó a uno de los directores que tenía contratados, un tal Lee Tamahori que ya le había salido resultón en un par de trabajos anteriores. Esto fue lo que hablaron...
¡ring-riiiiiiiing!
-sí, ¿quién es?
-Hola Lee, soy yo, Paul, que he estado pensando en hacer algo grande, tío, una película de verdad con sentido y con un contenido más profundo, una cinta memorable, ¿me sigues?...
- oye tío, te oigo fatal, ¿qué dices de una cinta lamentable?...
- no, no, digo MEMORABLE, ya sabes, como una de esas de Kubrick, mírate un par de cintas del Maestro e intenta captar su filosofía, mézclalo con ese guión que nos trajeron hace ya tiempo, ese del tipo que podía ver dos minutos de su futuro y...
-¿Que ponga en la peli un par de trozos de cintas de Kubrick? eso está hecho, pongo un cacho de Teléfono Rojo y otro cacho de la Naranja Mecánica, ¿qué te parece?
- sí sí, eso, el viernes el viernes. Pues eso, que te leas el guión y no la cagues...
- ¿Que me meta el guión por dónde?, oye lo mejor será que meta mejor una bomba atómica de por medio, que eso siempre da resultado... ¡¡como en Teléfono Rojo, y mira qué bien le quedó a Kubrick!! Pero además nosotros contrataremos a Nicholas Cage y a una tía que esté buena
- Oye, no te oigo nada Lee, no sé qué coño estas diciendo de mi mujer... en fin, que eso, que tengas algo para el viernes y ya lo hablamos aquí...
-¿Que me encargue yo de todo?, vale vale, pues entonces hago que los malos sean rusos y que haya un momento en la película en la que salgan doscientos quince Nicholas Cage, ¿no te parece chula mi idea?
- ¡Anda, qué casualidad! yo también estuve el otro día en el IKEA, pero no sé qué tiene que ver eso con lo de la película, anda que nos estamos yendo del tema principal... te mando un adelanto de tropecientos millones de dólares, ¿te vale con eso?
- Sí, sí, me gusta mucho el queso... y ya te contaré qué tal me ha ido con lo otro, con lo de la película, venga tú, nos vemos...¡Ah! por cierto... ¿cómo la vamos a llamar?
- ¿Un banco abierto a estas horas? ni idea, tronco, mira a ver el Banexto ese de la calle cuarenta y trés...
- ¿Next? sí, podría estar bien... por eso de que el futuro viene después... ya lo pillo, muy bueno. Venga, un abrazo, tardaré tres días en rodarla y trescientos tres en ponerle los efectos especiales, lo de siempre...
-Vale, vale, ya hablaremos de eso de las naves espaciales..., venga, hasta el viernes.
-Adiós, que aproveche, igualmente...

"El hombre dorado" es un relato de unas treinta páginas, escrito por Philip K. Dick. Éste cuenta como surge una forma de vida superior, no por ser más inteligente o más fuerte si no porque posee la habilidad de ver lo que sucerá .

"Next" está basada, en ese relato. Aunque de él sólo toman la idea de la precognición y como el protagonista usa esa capacidad para huir, y la envuelve en una película de acción.

Algo parecido a lo que hicieron Paycheck, con la que tiene más similitudes: en ambas actores conocidos malgastan su talento (bueno Ben Affleck nunca tuvo) y estan dirigidas por directores en teoría hábiles en estas lídes.

Pero en la práctica la película es simplemente entretenida, original en algún aspecto y válida para abstraerse y dejar pasar el rato. Hubiera estado mejor con un poco más de espectacularidad, y que los efectos especiales no cantaran tanto, incluso con otro actor pues Nicolas Cage no parece capaz de enamorar a Jessican Biel con esa pinta, pero como él produce...

Enésimo bodrio producido y protagonizado por Nicolas Cage. Siguiendo la moda de películas de magos de hace unos años, nos cuentan la historia de un tío que puede adelantar 120 segundos el futuro. Vamos lo suficiente como para forrarte en Bwin apostando al próximo gol en live.

Pues a este no, a este le da por ganarse la vida en salas de fiesta de tres al cuarto y en jugarse unas manos al black jack. Hay que resaltar el único mérito de Cage en toda la película: Supera a Julianne Moore, la de Carolina del Norte está pésima y ha tocado fondo muy prematuramente.

Lo peor es que han vuelto a manchar el sagrado nombre Philip K. Dick, uno de los mejores escritores de la historia de ciencia-ficción. Hollywood parece que aborda sus obras de la misma forma que las de Dan Brown. Muy preocupante.

Si tenemos en cuenta que detrás de la historia tenemos otro relato de Philip K. Dick ya tenemos algo ganado. Sus propuestas siempre resultan interesantes y su manera de ver la ciencia-ficción suele ser más adulta que mucho de lo que se ve actualmente. No comprendo por qué este film ha despertado tan malas críticas, puede que no se trate de la película del año, pero tampoco estamos ante un subproducto decadente. En mi opinión su mejor baza estriba en su falta de pretensiones, su manera de ser directo con los sucesos, la presentación de los personajes, rápida y concluyente que sin ser en exceso superficial tampoco interioriza. Tamahori, se centra en un punto que tiene objetivo, a partir de ahí los hechos fluyen con frenesí, sin detenciones ni giros que puedan entorpecer lo expuesto. Lo peor quizás esté en la sensación de haberlo visto todo y dejar pocos argumentos para la sorpresa. No en vano guarda bastantes similitudes con el “Deja vu” de Tony Scott, aunque esta no tiene el oficio de Tony Scott y se torna mucho más modesta. En cualquier caso la veo como un producto de interés acertado, que podría haber sido algo más, pero que puede resultar un agradable pasatiempo de más de dos minutos.

El oscar no afecta por igual a todos los que lo ganan. Tom Hanks pasó de ser un tío carismático en producciones desiguales a ser una persona que pudo elegir sus papeles y, desde entonces, sólo aparece en grandes películas; Kevin Costner pasó de ser un tío de gran reconocimiento que sólo participaba en buenas películas a hacer cosas extravagantes y le ha costado recobrar el rumbo; Roberto Begnini era un payaso, ganó el oscar y... bueno, Begnini no cuenta.

Pero sin lugar a dudas el caso más extremo es el de Nicholas Cage: un don nadie con enchufe que sólo sale en películas pequeñas (pero honradas) al que se le aparece la Virgen, gana el oscar y de repente sólo se dedica a salir en truños. Tanto truñetes comerciales y entretenidos (como "Con Air" o "Windtalkers") como truñazos aclamados tipo "Wicked man" o la insuperable "El Motorista Fantasma". No sé, tal vez lo que pase es que con el oscar aflora la auténtica naturaleza de cada actor.

Como película "Next" es tan ridícula como "Dejavu", sólo que simplificando la parafernalia del espacio-tiempo por un señor que es capaz de ver el futuro (pero sólo un poquito... dos minutos para ser exactos). Si yo hubiese podido prever los 90 minutos que dura la peli, posiblemente habría ganado noventa minutos en mi vida, empleándolos en planchar la ropa, ver la repetición de Operación Triunfo, o leer el "Hola", pero en fin... Tampoco es que lo lamente demasiado, porque "Next" no es del todo mala y aparece Jessica Biel, pero hay cosas mucho mejores que hacer. El argumento y la idea de mezclar a un pitoniso con pretensiones con una trama de terrorismo y artefactos nucleares rusos terminan resultando cómicos (y cuanto más avanza la trama más involuntariamente divertida se pone la cosa). Además, los efectos especiales son bastante antiguos y cantan bastante en las escenas espectaculares.

Las interpretaciones son desiguales, pero en general malas. Sólo se salva Jessica Biel, sobresaliente, contenidamente creible, sin duda en el papel de su vida. Julianne Moore (a la que nadie recuerda haber oido decir que no a una película) sobreactúa igual que en "Hannibal" intentando parecer fría y sin sentimientos. Su ayudantes es un chaval afroamericano que también actúa como el culo. Nicholas Cage... en su línea... hace de tío raro, que hace cosas raras, con peinado raro y mirada desquiciada.

Cinematográficamente, un truño. Como película, mala, pero no demasiado. Se puede ver... sin esperar demasiado de ella, claro.