Star Trek: Nemesis

Se acabó. Después de diez capítulos de la saga "Star Trek" le acaba cogiendo uno el punto o es que este cierre tiene un poco más de pegada que el resto. Que conste, que ahora que toca recapitular, que la franquicia ha sido desaprovechada, como algunos de sus personajes. Por ejemplo, en el último suspiro nos enteramos de que la Consejera Deanna Riker (Marina Sirtis, parecido razonable con Marisa Tomei) es medio humana y con altos poderes empáticos y telepáticos. Pues chicos, haberlo dicho antes y que se la hubiera visto más en acción. Sea como fuere "Nemesis" cuenta con una trama interesante y un villano con mucho recorrido. Cada vez se parece más a su hermana rica "Star Wars" (1977-) pero mi evaluación es que es positrónica.

Por otro lado, toca comentar algo de la filosofía de "Star Trek". Yo no es que sea un conocedor de este mundo, ni siquiera he visto ningún capítulo de sus respectivas series, ni por lo tanto un trekkie, aunque sé hacer con mucha soltura el saludo vulcaniano con los dedos, pero la impresión que me da es que es netamente progresista, con un ser humano volcado en la ciencia y entregado a los demás, sin egoísmos, ni particularismos. En concreto, la Federación aparece como un lugar pacífico, feliz y próspero, supuestamente democrático aunque no se dice, en el que no existen cosas atávicas como el nacionalismo, la guerra o la religión (Gene Roddenberry hacía gala de ateísmo). En fin, una cosa bastante siniestra, ilusoria e inhumana (SPOILER cultural).

La película tiene un separador fundamental.
En ella hay una ambivalencia muy notoria y es válido que la crítica se limite a ello: Por un lado:
Lo negativo:La trama: Simple, un plan maquiavélico típico de las películas de Ciencia Ficción. Todo gira en torno a las variantes que el argumento propone. Nada del otro mundo.
El diseño de los malvados de turno: muy tosca las máscaras y los monigotes que metieron. Es identica la similitud que tienen con los orcos del Sr de los anillos. Plagio total, a menor nivel, sin dudas. El principal malvado se va metamorfoseando hasta llegar a parecerse asombrosamente a Hellraiser. Increíblemente, no hay nada de originalidad al respecto.
Hay partes (muy cortas) que no deberían haber pasado el montaje.Son casi imperceptibles, mejor ni hablar de ello, pero que descuenta al final de la suma. Ah, Patrick Stewart ya no está para escenas de cuerpo a cuerpo con el adversario. Se podría haber obviado. Algunos del elenco , medio troncos para la actuación.
Lo destacable: Fx: Distinguidos, todo excelente. Pero... los disparos, tanto entre naves y entre personas, muy poco logrados, simples líneas láseres que no van con al peli.
El diseño de las naves: PERFECTOS. La nave Depredadora es lo mejor de la película. Un nivel de detalles muy bien logrados y llevados al máximo esplendor. La música: muy buena, acorde al desarrollo y con una gran despliegue en las escenas de acción.
La fotografía: muy buena con un set de iluminación brillante que le da al film una ambientación casi perfecta.
La ambientación: como dije, muy buena.
La actuación soberbia de Stewart como frío y calculador comandante de la Enterprise. (pero no lo hagan correr, por favor, desnuda todas las limitaciones de su edad y quedan al desnudo)

Tengo que decir que estoy muy decepcionado con esta décima entrega de Star Trek.
Se supone que es la última aventura de los protagonistas de La Nueva Generación, pero es sosa, muy sosa.

Y no nos engañemos: la historia es muy interesante. Picard descubre que los romulanos consiguieron su ADN y crearon un clon suyo que infiltrar en la Flota Estelar, y ambos personajes se conocen en un profundo choque de personalidades, debatiéndose cómo habría acabado siendo uno de haber vivido la existencia del otro. En ese sentido, bien.

Pero la décima película de Star Trek y el capítulo final de las aventuras de esta gente se merecía más, más recursos. Tiene bastante mérito que esta serie, iniciada en 1987, haya durado hasta 2002 gracias a sus cuatro largometrajes y sus dos series alternas.
Lo que la Paramount tendría que haber hecho es esperar para estrenar la película en 2003, y haber dispuesto de más tiempo y presupuesto, y menos competencia (2002 fue el año en que se estrenó "Harry Potter y la cámara secreta", "Las dos torres" y "007 Muere Otro Día") dependiendo de la fecha.
Y aprovechando esto, no hacer simplemente otra anécdota de la peña del Enterprise E, sino haber unido los repartos de "Voyager" y "Espacio Profundo Nueve" (dos series que forman una trilogía con "La Nueva Generación"), y haber marcado un digno final para las tres.

Pero aquí, hasta Patrick Stewart parece harto de todo, y su interpretación llega a inspirar cierto tedio de cara al final. Del mismo modo, Brent Spiner parece no tener ningún tipo de filosofía que enseñarnos ahora.
Y han intentado publicitar la película por sus efectos especiales, pero parecen bastante peores que los de "La Próxima Generación", "Primer Contacto" o incluso "Insurrección".

Esta es quizá la película de Star Trek más aburrida y menos exótica de todas. No sé si considerarla peor que "Insurreción" o "La Última Frontera".

Última aventura, al menos hasta la fecha, de los tripulantes de la Nueva Generación con Picard en la cabeza. Ignoro si la precuela de J.J. Abrams supondrá un parentésis pero hasta el momento esta nueva extensión de un capítulo de la série de ciencia-ficción más popular de la historia de la televisión, no da muestras que sea así. Pero algunos de sus tripulantes sientan cabeza; Rikker y Troy se casan y Picard empieza a pensar en su jubilación. No obstante si es como no me gustaría que fuese, a los del Enterprise no se les puede echar mucho de menos con "Nemesis", película dirigida con más pena que gloria por el especialista Stuart Baird (Decisión Crítica).

En el planeta de los romulanos (unos seres similares a los vulcanos pero con las cejas y la frente algo más desarrolladas) se produce un golpe de estado por parte de los remanos (otra raza que vive en el lado oscuro de su mundo y sometidos a esclavitud por los primeros). Pero las intenciones de los remanos van más allá de la atmósfera del planeta, y no habrían llevado a buen puerto su insurrección si no fuese por la ayuda de un humano, Shinzon (Tom Hardy), clon resultado de un enfrentamiento con sangre que tuvo Picard una vez con los romulanos. Shinzon, así como los remanos y los romulanos, nunca ha tenido intención de pactar con la Federación para entrar en su comité de planetas unidos. Pero Shinzon, como reflejo de un Picard pacífico antaño joven y valeroso explorador, es aquí una bestia inhumana con sed de venganza que ha hecho en su haber una potente arma radioactiva. Su codicia le llevará a determinar a destruir la Tierra, cuna de sus orígenes genéticos, y paliar así su rabia interior.

¿Picard contra sí mismo? ¿O un ejercicio de autocrítica en lo que se llevaba más de treinta años de serie televisiva y veintitantos de saga cinematográfica? No obstante, no será recordada como las mejores de "Star Trek", ni mucho menos.

Esta película de Star Trek contiene todos los elementos que caracterizan las películas de Star Trek, pero todos estan realizados de manera fluctuante y rodeados de escenas sumamente comerciales, simplonas y un tanto pretenciosas, si bien muy impresionantes. Si en Insurrección ya se acusaba un descenso de calidad, aqui se llega a perder la esencia de Star Trek y la buena ciencia ficción que antes nos mostraba, dando paso a una película de acción con un guión que se mantiene pendiendo de un hilo toda la película y sólo emociona por su grandilocuencia, y obviamente, los personajes son los mismos, y eso se nota. A pesar de su comercialidad, fue un fracaso comercial, demostrando que con efectos especiales realmente espectaculares y batallas espaciales que ocupan medio filme, ni se consigue emocionar, ni transmitir todo lo que hace esta saga tan increíble. Quizás la más floja de Star Trek.