Grupo 7

Pues eso. Que no sé quién ha impuesto que Mario Casas, este ¿actor? de televisión de medio pelo, comparta protagonismo con el grande Antonio de la Torre o los secundarios en una película donde desentona en cada plano (cuando habla es aún peor, con esa dicción plana medio gangosa y "cani" que le caracteriza, tan carente de matices e ininteligible en ocasiones).
Es una pena que una película así, con una dirección tan poderosa, tenga que hacer concesiones comerciales como ésta metiendo al panoli este, ídolo amebo-juvenil, mojabraguitas y "cacho de carne" como actor. Qué bien le queda la pintada: NIÑATO YA TE "COJEREMOS" MARICONA.

Lo dicho: el Christopher Lambert español. Cuando veo que figura en el reparto es indicador de que estoy ante un bodrio con aspiraciones.
Afortunadamente, este Grupo 7 tiene suficiente gas como para subir pese al lastre del "pseudoguapo" televisivo este.

Desde luego aunque se mereciera una puntuación alta por producción, que está muy bien producida cuidando hasta el más mínimo detalle e incluso añado que tiene una espléndida dirección. Para mi falla la historia que no me acaba de llegar. El guión pudo ser más trabajado y haber sido incluso menos liante aunque la idea, que no es nada nuevo está bastante clara pero el desarrollo no me parece nada claro. El sonido directo de los personajes perdonenme, es nefasto, no solo impide entender la jerga que ya lo hace bastante complicado, sinó que además esa forma tan deprisa que tienen de hablar con una mala toma de sonido hace que uno le pregunte a tu acompañante cada dos por tres ¿Que ha dicho?...y tu acompañante te responde, no lo sé. De todas formas, se agradece que en el cine español aparezcan esporádicamente estas producciones bien hechas, relativamente diferentes pero que inevitablemente recuerdan a perros callejeros, el torete, la estanquera de vallecas, etc, todas producidas en los ´setenta y ochenta, cuando más huevos se tenían para hacer este tipo de cine. Acaben ya con las historias que vienen repitiéndose desde hace 40 años, cine realizado por los cuatro enchufados a las subvenciones del estado que son un plomazo que no hay quien se las trague en la mayoría de los casos, y hagan más cine, como este, que sea entretenido, con acción, interés y actores dispuestos a darlo todo.

Soy humano, y lo reconozco, cometo errores. En este caso, mi error fue pecar de prejuicioso. La primera vez que vi el cartel de "Grupo 7", no pude evitar pensar que me encontraba ante un esfuerzo más del cine español por copiar modelos del mainstream norteamericano con un guaperas al frente, como ya sucedió en "Carne de neón". La siguiente vez que oí hablar de esta cinta, fue en el cine, contemplando su tráiler. Al ver gritar a Mario Casas aquello de: "¡¡¡Somos el Grupo 7!!!", no pude evitar reírme y recordar que este chico no está para nada en mi lista de buenos actores. En las últimas semanas, al observar la cartelera y decidir en qué me gastaba el dinero, no pude evitar condenar lo nuevo de Alberto Rodríguez en detrimento de otros estrenos. Hoy, tras sus 93 minutos (y que cortos...) de duración, no puedo evitar rendirme ante una verdadera joya de nuestro cine y aceptar mi gran error.

Porque "Grupo 7" es un pedazo de ese cine que me encanta degustar. Es una película oscura, plagada de callejones psicológicos; regada a base de sudor y chorros de realidad; rodada con el pulso firme y vibrante de aquel que sabe manejar los tiempos de su obra; con diálogos necesarios, y silencios que hablan por sí solos (soberbia la última escena entre Mario Casas y Antonio de la Torre); con una historia que tiene algo que contar, y que en este caso es mucho; y con un reparto soberbio en el que nadie desmerece (prejuicios aparte, insisto), y del que se debe destacar al espectacular Rafael.

Alberto Rodríguez, retrata los pozos de la miseria humana con un talento arrasador. Su película ahonda en el vasto universo de las drogas y todas su malditas consecuencias, a la vez que nos muestra la degradación personal y la redención moral de sus personajes. Su cámara no se posiciona de ningún lado, dejando al espectador decidir quienes son los buenos, y quienes son los malos, en unos suburbios donde la línea que separa el bien y el mal, es tan voluble como una raya de cocaína. De ahí, que durante su metraje, no haya podido evitar ver en mi cabeza retazos del mejor retrato sobre el mundo del narcotráfico que he visto en mi vida, como es la sensacional serie "The Wire". Aunque evidentemente, allí donde está la tecnología y la burocracia de los norteamericanos, nosotros tenemos nuestros rasgos españoles característicos, los cuales no hacen falta mencionar... las imágenes hablan por sí solas.

"Grupo 7" supone para mí una más que grata sorpresa, que además, no hace más que confirmar el despunte de un nuevo tipo de cine en nuestro país, que busca más la reinvención de los géneros más grandes y clásicos, en detrimento de la explotación salvaje de los estereotipos de un cine que estaba cayendo sin remisión en el pozo de la reiteración. Con cintas así, sí merece la pena apostar por nuestro cine.

En resumidas cuentas:

¡¡¡ELLOS SON EL GRUPO 7!!!
¡¡¡QUÉ ESTA PELÍCULA NO SE LA PIERDA NI DIOS!!!

A mí que me perdonen las quinceañeras pero a Mario Casas no le pega ni con cola de esnifar el papel de superpoli, la película en si de lujo, buenas persecuciones, muy buena ambientación y aunque la trama se atranca en el medio sabe resolverse al final bastante correctamente.

La historia de Lucia la omitiría ya que esta puesta un poco forzada y como para rellenar película.
Destacar los actores secundarios que hacen su papel muy dignamente y casi la totalidad del grupo exceptuando a Mario son creíbles al máximo.

Película que no tiene nada que envidiar a grandes películas taquilleras americanas, aquí el espectador se mete en la película y vive la acción como nunca.

Una peli se compone de:

Imagen: la fotografía es tan de alto contraste, que en los interiores no se distingue lo que hacen.

Sonido: los actores hablan un idioma que no sé cual es, pero no debe ser el mío, porque no he sido capaz de pillar más de veinte palabras en toda la película. ¿No hay versión subtitulada?

Guión: por lo visto es cojonudo; yo no me he enterado. Sé que el prota es diabético, pero no me he enterado de qué importancia tiene ese dato en la trama. Sé que el hermano del otro prota murió, pero no me he enterado de qué, ni por qué, ni en qué afecta esto a la historia que nos están contando. Sé que una chica duerme en su rellano y él le dice que pase a su casa, y ya se queda ella allí para siempre, pero no me he enterado de qué hacía esa chica tirada en la escalera, ni de quién es, ni de qué tiene que ver eso con todo lo demás. Resumiendo: ¿es todo relleno, o me parece a mí?

La ambientación está muy lograda, eso es cierto. Además, no dura demasiado, lo cual se agradece. Pero aún con esto, ¿de qué me sirve a mí ponerme a mirar una peli en la que no veo lo que hacen ni entiendo lo que dicen ni me importa la mitad de lo que pasa?

Total, que sí, es una peli estupenda; como The Wire, pero sin escucha (bueno, puedes escuchar, lo que no se puede es entender), y protagonizada por el omnipresente Mario Casas, que se pasa toda la peli entre drogas, a ver si consigue colocarse la voz. Pero no, no lo consigue.