La amenaza de Andrómeda (Miniserie de TV)

Una cinta de ficción, en formato miniserie de 3 horas, que escarba de fondo –y en forma muy tangencial e indirecta- en una crítica hacia la depredación de recursos naturales que bien podrían ser considerados esenciales para la subsistencia en el futuro.
Una cinta sumamente dinámica, que no tiene casi puntos muertos para el aburrimiento a pesar de su extenso metraje. Las situaciones que dan vida a la historia persiguen en todo momento dos ejes fundamentales: la investigación científica sobre una infección masiva por agentes biológicos y una conspiración militar con solapados intereses que transcurre paralelamente.
Es un filme que deja abierta su interpretación a conjeturas sobre: amenazas alienígenas al futuro de la humanidad, posible ataque biológico terrorista y agujero de gusanos que conectan espacio-tiempo de distintas épocas. Todo ello desplegado con bastante sobriedad por lo cual el telefilme se torna una alternativa bastante potable para dar vida a la ficción dura, con mucha carga dramática, pasable despliegue infográfico en los efectos especiales y situaciones sumamente dinámicas desde la acción. El resultado es un interesante ejercicio de ficción, que no defrauda en ningún momento y que nos deja siempre abierta la posibilidad a seguir teorizando sobre los conflictos que aparecen en un argumento bien elaborado desde su base científico-conspirativa.

Soy un fan incondicional de Michael Crichton. Me he leído todas sus novelas y casi todas me han encantado (algunas sólo me han gustado). Por eso, cuando vi esta versión moderna de uno de los libros del autor, me llamó mucho la atención.

Todo el problema de base de la historia es más o menos similar al que ocurre en el libro, pero a partir de la segunda mitad de la película empiezan a desligarse por completo, llegando a un punto en el que no tiene absolutamente nada que ver, ni la forma de solucionar el problema, ni el mensaje original que, a mi juicio, Crichton quería dejar claro en su libro.

El cambio de moraleja final de la historia real a la de la película me parece un error garrafal, no solo porque la del libro me parece mucho más interesante, sino porque la de la película me parece demasiado,... comercial. Está muy de moda.
No obstante, incluso para quien no se haya leído el libro, la película se pasa el rigor científico por el arco del triunfo, y da lugar a hechos que son totalmente surrealistas, carentes de sentido y totalmente imposibles, incluso para una especie alienígena, pero claro, supongo que el director se pensaba que la moraleja típica de estos días de proteger la Tierra lo merecía.

Lamento que de una historia tan elaborada se haya engendrado,... esto.

Lo que hagamos en el presente podría volverse contra nosotros en el futuro ¿por qué entonces no poner los medios para evitarlo mediante un complicado crucigrama contenido en el espacio-tiempo?
La película plantea una auténtica paradoja, es decir, el principio es la causa del final y el final es la causa del inicio: no hay solución posible puesto que el problema encierra la propia solución y el resultado no se entiende sin el problema causado. En este caso podríamos hablar de un eterno retorno con tintes ecológicamente ridículos. Esta versión pierde la secillez y la sobriedad de su predecesora, su planteamiento es más ambicioso y la excesiva contención de lo políticamente correcto termina por arruinar un excelente guión pésimamente montado. Para tratarse de una amenaza apocalíptica la película resulta excesivamente blanda y no logra aprovechar un leif motiv con tanto potencial. Generosa con algunos protagonistas, otros resultan absolutamente ridículos y prescindibles. No pasará por ser una gran película pero esto es algo a lo que ya apostaron tanto la producción como la dirección: si "expediente x" o "c.s.i" funcionan en tv... pues hagamos lo mismo, no hace falta pensar tanto: Robert Wise y Michael Crichton ya lo hicieron (irresistible tentación aquella gran películade 71)... bueno probemos eso pero con científicos jovenzuelos, de todas las razas y colores, algún homosexual, una mujer piloto de caza, un bravucón, curtido y redimido periodista, un ingenuo y tonto general de campo... por supuesto, se me olvidaba: los ecologistas también tienen su sitio. Vamos, el arca de Noé, que tanto se presta en cualquier serie de tv para digerir la cena. Entretiene, no hay más.

Nadie había pedido una revisión de la estupenda novela de Michael Crichton, que ya se había adaptado bastante bien en los 70.
Pero que la trama sea tan interesante no hace que esta miniserie sea nada del otro mundo.
Y no es que solo pueda reconocer a Viola Davis y al coreano de “Perdidos” entre los intérpretes.
La cuestión es que tanto las actuaciones como la realización están hechas como con pocas ganas, sin emoción ni alma. El guion se presta a que le hubieran dado algo más de fuerza y vidilla a esto. El resultado no da ni frío ni calor. Se consigue terminar de ver por inercia sin que haya nada tan desastroso como para dejar de verla, pero tampoco nada que haga que se quede en la memoria.
La investigación de este mortífero virus era mucho más emocionante, intrigante e intensa en la película, y eso que no estaba hecha con muchos medios. Aquí, la infografía deja un poco que desear, sobre todo para ser de 2008.
Simplemente, es una versión que pierde mucho por la frialdad de los personajes y el estilo de telefilm que tiene.

Esta peli ya sería mala por si sola, pero es que ademas si se la compara con la versíon setentera que hizo Robert Wise, sale aun peor parada. Es larga, aburrida, pedante, y tramposa, que no os engañe el trailer, o mejor aun, ved solo el trailer, o leed el libro de Crichton, o bajaos de algun modo la versión de Wise, superior en todos los sentidos a esta memez en la que al final no os habreís enterado ni de donde viene la amenaza. Basura producida por los Scott, ya nos tienen muy acostumbrados ¿a que si?.