Perras callejeras

La mires por donde la mires todo son defectos. Desde las interpretaciones descuidadas de todos los que aparecen en pantalla sin excepción a la calamitosa historia y todas las subtramas. Todo es un desastre. Lo único que puede mantenerte alerta en el sofá es el propio amor por el cine, la literatura y la fama creada alrededor del cine quinqui, tal vez la desmesurada elogiada década de los ochenta y por supuesto, una estética y unos exteriores en la Barcelona preolímpica con mucho interés.

Pero la película es mala de cojones, porque ni siquiera tiene la mala leche propia del subgénero, está lejos de la maldad que se filmaba entonces, ni rastro de drogas duras, ni rastro de violencia gratuita o justificada, ni rastro de navajazos, de sangre, gritos y verdaderos malos rollos... Si es que sólo hay que observar a esos dos policías, sin chispa, sosos, inevitablemente olvidables...

Así que llegas aquí buscando cine quinqui de verdad aunque sea del malo y ni eso. El pobre de la Loma estaría de bajada

Llega tarde y acaba siendo un sucedáneo descafeinado de un género que dio muchas agradables sorpresas al cine español de principios de los ochenta. Y una lástima por partida doble porque el género dio muchas alegrías y porque Jose Antonio de la Loma fue el responsable de la saga de Perros Callejeros y aquí se fulminó todo el crédito ganado con anterioridad.

Sólo ver la Barcelona de la época (no como la retrata la película, sino las imágenes de la misma) y una nueva película (descafeinada) del cine quinqui justifican el visionado de la cinta. Eso sí, aunque mala (los personajes son peor que poco creíbles, en especial los policias) se deja ver. Y se olvida rápido.

Pues ello, si bien la peli empieza con fuerza e interés, cierto que al final va decayendo bastante... La cuestión es que es un documento histórico de unas titis pasotas y chelis 100% 80s. Hasta está el malogrado icono de los 80, aquella Sonia Martínez. Pues ello, no hay que buscar nada más. Yo como soy algo friqui de ver pelis del rollo, me camela ver la peli en sí; pero le falta más chispa, se podría haber explotado mejor; al principio tiene más garra.

No está nada mal, la peli tiene ese aire canalla que hizo grande al cine ¨kinki¨ en esos años. Sin estar al nivel de las pelis del Torete y demás, pero nos presenta una historia entretenida, con partes divertidas y otras algo dramáticas, típicas de este tipo de cine.

Quizás le falte la maldad que tenían las otras y que las hacían tan sumamente realistas, pero para pasar el rato no está nada mal.

Bueno, lo que se esperaba. Un subproducto de un género extremadamente peculiar. Que sólo se comprende desde una perspectiva patria.
Furcias, putas, mujeres malas, desarrapadas, desencantadas, fuera de lugar... Un empoderamiento que no es tal, policías corruptos hasta la nausea, algo de cine de destape y una vivencia tras la estela de la original "Perros callejeros".
La estética de la violencia no queda bien con mujeres. Con chicos parece distinto, pero con chicas queda mal, incluso estéticamente
Un par de puntos cinéfilos están estupendos, que no desvelo pero que son interesantes.