Wolf Creek 2

- ¿Te gustaría conocer Australia?
- ¿Te gustan los canguros?
- ¿Te gustan los villanos con carisma?
- ¿Te gusta el concurso 'quieres ser millonario'?
- ¿Conoces la película 'El diablo sobre ruedas'?
- ¿Has visto alguna película gore?
- ¿Eres vegetariano/a?
- ¿Te gusta el ron barato?
- ¿Eres de los que cantas canciones tradicionales cuando te tomas unas copas?
- ¿Recogerías a un autoestopista?
- ¿Has visto Wolf Creek 1?

Si respondes que sí a 7 o más de las siguientes cuestiones; no lo dudes, Wolf Creek 2 es tu película.
Si respondes a 6 o menos de las cuestiones anteriores; ni se te ocurra ver Wolf Creek 2, lo lamentarás.

Antes de ser estudioso del cine y sus técnicas, soy espectador; del mismo modo en que, antes de ser escritor de novelas, soy lector. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: BUENA.
Ya lo era la primera, basándose con mucha licencia en un episodio criminal ocurrido en la tierra de los canguros. Y es que el personaje del asesino interpretado por John Jarrat tiene mucha miga. Después de ver la primera entrega del 2005, se hacía difícil poder continuar con una segunda; pero Greg McLean demuestra que todo es posible, y además con clase. La cinta nos deja con pasajes impagables dentro del género, y hará las delicias de todos los aficionados. Los foráneos abstenerse, así como los devotos del "cine de bien", y los remilgados. El resto, a planear sobre las yermas carreteras australianas en pos de la angustia y el subidón de adrenalina.

Sinceramente, es de esas películas que hemos visto en más de una ocasión. Un loco al que le va la marcha, detrás de jóvenes que no saben lo que les viene encima.
La parte positiva, el buen trabajo como psicópata empedernido de John Jarrat, la buena fotografía en muchas tomas aprovechando el espectacular paisaje de la zona y como no, el buen hacer del director, que tanto en la primera parte como en la secuela, sabe transmitir lo que pretende.

Mick Taylor es un buen patriota de los que ya no quedan, de esos que son de mano dura ante todo, que a pesar del paso de los años se mantienen fuertes y enérgicos.

En un principio la película no se libra de los tópicos de su primera parte, y en un principio parece ser que va calcar los esquemas de su predecesora, pero ya desde el inicio se destila una ligera mejora, lo cual la hacía merecedora del aprobado, cosa que la primera por mi parte no logró. Una mayor exhibición del gore, así como una brutalidad quizás más descarada, pero los mismos problemas de falta de coherencia por parte de las víctimas, los blancos del infalible fusil de mira telescópica del bueno que Mike que nunca falla, siempre acierta, caracterizan el desarrollo de esta secuela, que como ya he constatado, se muestra superior.

Pero, en cambio, un nuevo defecto es el que la caracteriza. Aunque mejor dicho, más que un defecto es una cualidad que no se ha pulido del todo bien, y es la de la faceta de Mick. Por momentos, su figura me recuerda a la del misterioso camionero que le hace la vida imposible a un grupo de jóvenes, silencioso, misterioso, de aspecto desconocido, y una figura que parece acechar a los desdichados por todas partes, escuchando canciones de música country y de jazz. Pero aquí, Greg McLean no es capaz de contener el bastante natural impulso de hacer enloquecer a un personaje de semejante calibre, y opta por la dicha fórmula, en vez de darle un toque más sosegado y razonable, y no tan exagerado y colérico, cruzando todos los límites de la locura. Que se le va un poco de las manos, en pocas palabras.

Esta película ha pretendido introducir un nuevo matiz, que es un poco el que le da todo el sentido tanto a esta película, como a la anterior, pues hace hincapié en el móvil del psicópata, una explicación de por qué hace lo que hace, no cabe duda de que está enfermo de la cabeza, sí, pero se trata de una explicación más razonable, si bien ya se insinuaba en la primera parte, pero aquí se ha constatado con mucha mayor claridad. La segunda parte de la película crea angustia y hace pasar verdadero miedo; extraordinario el logro del realizador. Un retorcido y malvado 'juego' de preguntas y respuestas sobre la cultura general de Australia que hará que el corazón se te apriete en un puño y lo pases verdaderamente mal, en vilo por la suerte que finalmente correrá el protagonista es el plato fuerte de esta película. Impresionante. Después, el final termina de dar una naturaleza impactante al filme con ese espeluznante basado en hechos reales, voz en off que explica el final. Hiela la sangre. De ahí tanta subida de nota a un filme que repite los errores del anterior.

Es más de lo mismo pero diferente pero esta al igual que la parte uno tienen algo que atrae, que gusta y no se muy bien que será, tal vez la buenísima dirección o que pero tiene algo, de resto es bastante sangrienta, dura, espantosa y bueno. Otro de sus puntos fuertes es el personaje de Mick Taylor, este señor Jarratt lo borda muy bien y tiene mucho carisma. El final estuvo bien.