Astérix: El secreto de la poción mágica

El Secreto de la Poción es una película digna beneficiaria de los comics galos, y aunque no se base en ninguno de ellos, no deja de tener un tono meritorio. Aventuras y humor para todos, sean lectores nostálgicos o espectadores nonatos. Animación digital con espíritu melancólico.
Un film fiel al original pero sazonado con temas actuales como la jubilación, el respeto a las tradiciones, la plena integración femenina, etc.
Una cinta con una trama atrayente que cumple con lo que promete, agradar a los devotos lectores y enganchar a nuevos fans. Unos personajes que no podemos desaprovechar.

Es muy difícil satisfacer a los fans de un cómic. MARVEL y DC no siempre convencen a sus fieles a pesar de conseguir producciones con grandes presupuestos. Soy fan de Asterix y he visto todo lo que la industria audiovisual nos ha ofrecido con los simpáticos personajes de Goscini y Uderzo cuyas aventuras conservo desde pequeño y en todas sus ediciones. La traslación a personajes de carne y hueso con Depardieu me dejaron frío y esperaba con interés estos nuevos dibujos que con las nuevas tecnologías podían ofrecer una perspectiva diferente.
Buenos dibujos y bastante fidelidad a la historia original pero no consigue emocionar y se queda en una película decente más que funcionará discretamente sin disgustar a nadie...quizás un poco a los que crecimos con el caldero de poción mágica y la aldea gala en nuestras aventuras infantiles.

Astérix es un cómic, con una estética muy definida y cuando se quiere llevar al cine es claramente la animación lo que le va, y no los esperpentos de acción real que alguna vez han hecho y que son bastante grotescos.
Aquí nos encontramos ante una historia que no es directamente ninguno de los cómics de Gosciny y Uderzo, sino que es una "nueva" historia, en el que se reconocen distintos pasajes de los distintos cómics. De hecho es muy de agradecer que en la historia, el estilo y el humor es muy fiel a las historias originales.
Realmente la historia es bastante sencilla y previsible, pero se deja ver bien. Y a los niños les ha gustado bastante.

No desmerece en nada a los comix. Utiliza los recursos del cine para sacar el mayor partido a la historia. La trama es nueva, y tiene su interés. Está bien contada. Se combinan bien los recursos musicales con los visuales. Tiene acción y es divertida. Los diálogos son ágiles y los dibujos están bien hechos. Los personajes cumplen con el cometido que sus creadores les dieron en los comics. Curiosamente, la figura de Asterix tiene menos protagonismo del que se le suele dar en el resto de aventuras. En esta, el verdadero protagonista es Panoramix.

Comentaba hace poco, al hablar de adaptaciones de Astérix a cine y TV, la complejidad de trasladar un humor tan fino, inteligente y elegante del cómic, su elemento natural con absoluta libertad narrativa, a un formato más exigente en cuanto a ritmo y puesta en escena (lo que queda bien en viñetas puede no ser tan ágil o gracioso a tiempo corrido). Tan sólo la recuente “Astérix: La residencia de los dioses” había conseguido una adaptación que funcionase de un cómic real y que encajara con las técnicas de animación modernas, todas las demás habían optado por reinventar al personaje y meterle en aventuras apócrifas con libertad para meter los gags que se considere oportunos al ritmo que se crea más conveniente.

Esta “Astérix: el secreto de la poción mágica”, aunque es de los mismos creadores de “La residencia de los Dioses”, se aleja de la adaptación fiel y entra en el segundo de los conceptos: llevar a los personajes a una historia nueva, que en ocasiones saca escenas de tal o cual cómic real, pero en general es independiente del cánon. Por un lado me siento decepcionado, porque pensaba que se había dado inicio a un proyecto a largo plazo de llevar al cine los cómics originales (recordemos que los ‘cómics originales’ son todos hasta “Astérix y los belgas”, a partir de ahí hay una mezcla de buenas intenciones, oportunismo y truños) pero por otro hay que entender la ya explicada complejidad de la adaptación que probablemente no compense el riesgo que se asume. Y es que una película nueva te da la opción de llegar a nuevos espectadores y adaptarte a las tendencias del momento, mientras que la traducción cómic-cine te expone a las críticas de los incondicionales y a que mucha gente se quede en casa porque, total, ya lo ha leído, ¿para qué ir al cine?

“Axtérix: el secreto de la poción mágica” no está mal. En general conserva el espíritu del cánon y se nota cierto estudio, preparación y ambición para construir una trama pudiera encajar en los ‘cómics originales’ con los protagonistas comportándose de una manera creíble. Vale que en ocasiones cede a licencias comerciales para ampliar el target de edad hacia arriba y hacia abajo, pero no da excesiva vergüenza ajena cuando lo hace. Lo que sí echo en falta es ese humor inteligente, con referencias históricas patrimonio exclusivo de Goscinny, pero es el peaje que hay que pagar si no haces una adaptación literal.

De todas las adaptaciones de animación y carne y hueso, es de las que más cerca ha estado de interesarme. Es mejor que varios de los cómicas más recientes.