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En lo más crudo del crudo invierno

Comedia Joe Harper es un actor en paro en el que sólo parece confiar su estrafalaria agente Margaretta D'Arcy. Joe decide montar una representación teatral navideña de "Hamlet", su obra favorita, pero los actores son bastante mediocres, y las tres semanas de preparación de la obra constituirán toda una aventura. (FILMAFFINITY)
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Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
22 de enero de 2018
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Hubo un tiempo, ya demasiado lejano, en el que Kenneth Branagh se labró un prestigio en el mundo del cine a base de buenas películas (y pequeñas) y de adaptaciones de obras de Shakespeare. Eso fue antes de sus ataques de megalomanía y de venderse a la industria (vamos lo que viene siendo hacerse un burgués industrial) en películas de súper-héroes o adaptaciones de Disney. No hay que reprochárselo, tenía que entrar otra vez en el circuito, lo que ocurre es que ha pasado de ser un artesano manufacturero a una fábrica de productos al por mayor.
Esta es una de las mejores películas de su autor y también una de las más aclamadas de las que versan sobre el teatro, su mundo y sus quehaceres cotidianos, representado desde lo más bajo. Con unos personajes bien dibujados y mejor interpretados, con una fina ironía que aparece en los diálogos y que, realmente, son de agradecer.
Quizá se pueda achacar que el film es demasiado idealista y a quien lo haga no le faltará razón; ese protagonista que renuncia al éxito por amor y lealtad a esa nueva familia que ha creado, quizá sea un poco demasiado, no sé si me explico. A mí particularmente siempre me hace mucha gracia que manden un mensaje así los ricos, exitosos y famosos, ¿acaso les ha ido tan mal?, pero bueno, a decir verdad, para hablar de lo materialista, interesada e hipócrita que es nuestra sociedad actual, ya tenemos los telediarios. No nos quejemos. Un poco de idealismo, a veces, está bien.
Ford Farleine
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29 de octubre de 2023
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Me mueve a escribir esta opinión otra negativa que he visto por ahí, donde no se salva nada de esta película. Con todos mis respetos, y sintiendo que el compañero no haya podido disfrutarla, ahí va la mía, y para dar una pista de por donde va esto, vaya por delante mi admiración por Kenneth Branagh.

Sí que está idealizada esta película en cuanto a las relaciones personales. Claro que tiene un final con una elección previsible por parte del protagonista, pero creo que quien no vea esta obra como un cuento navideño no cogerá del todo la magia que, al menos para mí, desprende. Una película sobre la amistad, los pequeños o grandes dramas personales y de fondo, la Navidad, en un pequeño pueblo inglés. Y donde el absoluto protagonista es el TEATRO, con mayúsculas.

Una película donde el optimismo reina por doquier, a pesar de algunas escenas donde los personajes hablan de sus propias vidas. Personajes disparatados, optimistas, con el nexo común de querer interpretar un papel, aportando cada uno de ellos su amor, su miedo, o su particular versión de la forma de interpretar. Y que terminan formando una pequeña familia en solo unas semanas, porque en el fondo son personas desarraigadas, que el amor por el teatro les aporta la ilusión de representar otras vidas.

El blanco y negro a mi forma de ver, también idealiza esta película, que quizás color no pasaría de ser (y es mucho) una buena comedia. Sin embargo, el empleo del blanco y negro nos hace sentir más la magia del mundo del teatro, casi como si fuéramos espectadores entre bambalinas. Esa magia donde no importan malos decorados o vestuario, si se nos transmite el amor e interés que sus interpretes ponen, y si la obra es buena (Hamlet de Shakespeare, nada menos). Quien haya hecho representaciones teatrales en su infancia quizás sientan esa magia con más facilidad que otros.

La película tiene una estupenda dirección y ambientación. Un magnífico reparto, donde nadie sobra, donde todos están bien. Tiene además unos gags chispeantes, unos diálogos buenos y unos toques geniales como la diseñadora haciendo muñecos de cartón para rellenar aforo. Es la demostración de que se puede hacer una obra sobre el teatro sin pretender ser serio, pero donde se derrocha amor por la actuación teatral. Es por último, la típica película que podría ver cada Navidad.
Fila17
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8 de febrero de 2010
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
049/11(08/02/10) Simpática comedia británica dirigida por Kenneth Branagh, se agradece su falta de pretensiones que la hace más grácil, que se mueve por los lugares que más conoce, el mundo del teatro en una obra de Shakespeare, la más popular, ‘Hamlet’. Gira en torno a un actor en paro, Joe Harper (Richard Briers), que decide montar una modesta representación navideña de ‘Hamlet’ en una iglesia, para lo que recluta a una galería de actores estrafalarios y disfuncionales que harán que las tres semanas de ensayos se conviertan en una odisea. La cinta es un homenaje al teatro más puro, el que se realiza desde abajo, con actores que disfrutan con su trabajo y anhelan alcanzar la comunión con su personaje, donde todos los que participan en la obra llevan consigo sus propios fantasmas, lo que no es nada original. Entretiene sin más dejando un poso agradable de amor a al teatro, por lo demás un muy previsible film donde todo sucede conforme a un argumento mil veces visto, el tipo que une a un grupo complejo de personas para un objetivo, cuando todo va de maravilla el aglutinador es tentado por un trabajo superior, adivinan que decide el protagonista? Como curiosidad no entiendo que aporta la fotografía en blanco y negro. Recomendable a los que gusten de comedias agradables con homenaje a las candilejas. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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18 de junio de 2023
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pena que un director y actor del talento de Kenneth Branagh intente experimentar copiando a Woody Allen (no hay más que ver los títulos de inicio y ese blanco y negro para rodarla), porque está claro que lo suyo no es la comedia. O quizá es que no he entendido el humor británico, aunque me desternillé con "Un funeral de muerte" (Frank Oz). Creo que, salvo Joan Collins, ningún intérprete es famoso porque si les ofrecieran el papel no lo aceptarían al leer el guión.
Estamos ante una pésima parodia de Hamlet en la que proliferan los típicos pseudochistes de machistas, gays y mediocres.
En mi opinión una pérdida de tiempo, por mucho que Branagh siempre logre sacar partido a Shakespeare.
Luis Miguel
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