Frankenweenie

Frankenweenie tiene dos grandes problemas: que es aburrida y que es predecible. Cuando esas dos cualidades negativas se unen en una película, cualquier duración de la misma se convierte en un tostón, por lo que hay que agradecer que no sea larga.

Vaya por delante decir que no he visto el corto original, pero la sensación que me deja Frankenweenie es que todo el metraje extra es relleno. No pasa nada especialmente remarcable fuera de la premisa de la que parte la película. Ésta empieza bien, con un diseño artístico más que bueno y con un stop-motion divertido. El perro es simpático, que es lo principal, y todo sucede como tiene que suceder una introducción hasta el momento en que atropellan a Sparky. A partir de ahí, tedio y predicibilidad.

Los personajes son planos hasta el hastío, clichés andantes que no se avergüenzan de serlo, muchos de ellos simple decorado para la ambientación (reconozco haberme reído con los primeros planos del gato, recurso del que por supuesto se abusa). Para creerte el guión tienes que hacer un esfuerzo y no hacerte muchas preguntas. Tras la primera media hora y hasta que sucede el siguiente punto de inflexión en el guión, ya casi en el clímax, no pasa absolutamente nada, ninguna situación que plantee un mínimo interés, casi como si fuera una segunda introducción tras la primera. Cuando al fin parece que va a pasar algo resulta que se trata de un compendio de situaciones y soluciones que sabes como van a sucederse. Los personajes van desapareciendo a medida que el guión no los necesita. Y entonces llegamos al final...

Hacia tiempo que Burton no acertaba en la Diana, es decir, que los logros estuvieran a la altura de su probado talento. Y casi siempre que ha dirigido o impulsado una de sus peculiares cintas de animación ha sido una gozada verlas por el hermoso equilibrio entre ternura, humor negro, ensueño y fantasía.

Aquí consigue el prodigio de convertir un antiguo y afamado corto suyo en un delicioso largometraje de impecable factura, donde homenajea a sus adorados clásicos tanto como a si mismo, habiéndose convertido en este lapso de tiempo en un clásico contemporáneo, mal que le pese a algunos.

Esta claro que a quien no le guste el nada complaciente mundo de Burton, deberían evitar este cinta, pero para aquellos que hemos aprendido a disfrutar de los frutos de su macabra fantasía estamos de enhorabuena: una deliciosa obra que rescata un optimismo inusitado para esta comedia negra en adorable blanco y negro. Una delicia.

Cuando el tiempo sedimente los ánimos y furores de los burtonianos comprenderán algo elemental que hoy no ven desde su atalaya de obsesiones: este pastiche se encuentra a dos mil años luz de trabajos como "Pesadilla antes de Navidad" y "La novia cadáver", y a tres mil de las mejores películas de Tim Burton.

Floja, plana y, mire usted, hasta aburrida. Debió quedarse en cortometraje, en efecto, porque no daba para más... Arrimarse a la maquinaria del dolar de Disney puede ser muy castrante.

Es lo que hay.

Por fin Tim Burton supera su crisis existencial, y recuerda cuales son sus orígenes. "Frankenweenie" es una oda a su pasado, pero bien aderezada con el sistema stop-motion o el 3D. No obstante, es sólo eso. No es una obra maestra, ni tampoco es la mejor película del fin de semana, o del mes (lo cual no sería difícil viendo la cartelera).

La película tiene un inicio muy bueno y, aunque no es demasiado rápido, el stop-motion, la música (muy buena), o los personajes típicos de la imaginería Burtoniana te atrapan con facilidad. No obstante, o Burton quería hacer una película para niños, o no se le ocurrió ningún final, pues la segunda mitad de la película es muy convencional. Estará dedicado a los clásicos del cine de terror, como dicen otras críticas, pero no por ello deja de ser un muy típico final.

Es verdad que tiene muchos guiños al género, que algunos te buscan la sonrisa (y lo consiguen), y que la película ampara un posible feliz regreso del Burton de los 90, pero no despierta mucho más. No obstante, si son fans de Tim Burton, deben ir a verla. Se ha reencontrado consigo mismo, y lo ha hecho volviendo a sus clásicos.

El problema que tiene Frankenweenie es que prácticamente todo estaba ya visto y contado antes.
La historia principal en el corto del 84 y todo lo añadido para sumar 87 minutos, bien podemos haber lo visto en Pesadilla antes de navidad (hay figuras prácticamente idénticas), o en la Novia cadáver (ver personaje del alcalde), o directamente de los clásicos del cine de terror con barra libre de homenajes (Godzilla, La novia de Frankestein, Vincent Price,..).

Para colmo casi todas las ideas de guión añadidas son bastante pobres, con resultados bastante previsibles y aburridos.

Frankenweenie es un collage no demasiado brillante de todas esas cosas que pululan en la mente de Tim Burton, desde hace 40 años y con las que hemos pasado tan buenos momentos.

Hay escasez de ideas frescas incluso en una de las mentes más creativas de Hollywood, una lástima.