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La fiebre sube al Pao (Los ambiciosos)

Drama Cuando el gobernador de la prisión situada en un país imaginario de la América latina es asesinado, su secretario, Ramón Vázquez, asume el rol de gobernador en funciones a la espera que llegue el nuevo mandatario. Vázquez, un idealista, aprovecha esta oportunidad para intentar mejorar las condiciones de los prisioneros y empezar una relación con la viuda del antiguo gobernador, Inés. (FILMAFFINITY)
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Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
28 de febrero de 2006
9 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de un hombre bueno inmerso en un mundo de fieras es la propuesta de Buñuel en La fiebre sube al Pao. Todos los personajes circularán alrededor de la guapísima María Félix y de su peligrosa atracción, pero sólamente nuestro protagonista acaparará su atención.

Buñuel refleja de manera brillante la atmósfera represiva de su peculiar república bananera. Las intrigas por el poder y por la guapa viuda se suceden mientras los presos políticos y los comunes aparecen de vez en cuando como anécdotas de un film más politizado que ellos mismos. Al final nuestro héroe cometerá su equivocación: elegir entre el amor o sus principios, y claro... lo lamentará.

Bella historia rodada con pulso firme y un estilo característico que hace de él uno de los cinco mejores directores de la Historia del Cine, junto a Ford, Hitchkock, Fellini y Kurosawa, votados todos ellos como los mejores del siglo XX.
Txarly
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7 de enero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
234/18(19/12/19) Film muy menor en la brillante filmografía del cineasta aragonés Luis Buñuel Portolés, una coproducción franco-mejicana, realizada por encargo y en la que el director pone poco entusiasmo al no conectar en el metraje su punzante mala baba (solo deja ver a sus fetiches de animales como burros), adaptando la novela "La fièvre monte a El Pao" (1955), de Henri Castillon, versando sobre un protagonista que se adentra en la nebulosa política de una dictadura latinoamericana intentando mantener sus ideales, pero estos son puestos en entredicho. Una cinta que a pesar de no ser muy alargada se hace muy irregular en su ritmo, haciendo aparecer el peligroso tedio, ello en un relato que mezcla con mucho desequilibrio el melodrama pasional, el género carcelario, y la crítica política a las autocracias despóticas que vulneran sistemáticamente los Derechos Humanos. Asimismo se adentra en las luchas de poder, con conspiraciones, traiciones, asesinatos, encarcelamientos, corrupciones, en una evolución liosa, con elipsis confusas, con giros arbitrarios que parece por imperativo del guión, donde incluso parece que la edición se haya comido información fundamental para enterarnos lo que pasa. Todo en una narrativa visual bastante ligera, aderezado todo por un final insatisfactorio. Solo apreciable por la presencia de “La Doña” María Félix, la gran actriz mexicana, eje central es su personaje objeto de deseo de todos los gerifaltes. El co-protagonista es el galo Gérard Philipe, que desgraciadamente murió durante el rodaje, siendo su última película, para terminar el rodaje tuvieron que filmar con un doble, o reescribirse para completar la producción.

La acción tiene lugar en la capital de un país iberoamericano imaginario y en una isla del mismo, de 8.000 km2, situada en el Atlántico, a 2 horas de avión de la costa. La isla acoge un penal de presos comunes (unos 1.500) y políticos (unos 500), una colonia de pescadores, una iglesia y un convento de frailes. El gobierno de la isla está a cargo de un gobernador nombrado por el Ministerio del Interior del país, regido por una dictadura militar. Es uno de los dos films de tesis, de Buñuel. Los protagonistas son María Félix, en su única colaboración con Buñuel, y Gérard Philippe, que muere poco después del rodaje, a los 37 años, por causas naturales.

La película en su dispersión juega a barias bandas, empezando por ser un drama romántico con epicentro en una femme fatale, Inés rojas, a la que todos los que circulan a su alrededor desean, y ella los manipula a su antojo, eso sí, su corazón está por el protagonista Ramón Vázquez. Esta vertiente me resulta poco sustanciosa, con una extorsión sexual muy simplista, nada te mueve a emoción alguna. Solo se puede sonsacar la escena en que Inés va a matar a Gual, y termina en una sugerencia de sadomasoquismo. Bueno y por el cañón de mujer que era María Félix, normal que los hombre se sintieran atraídos por ella. Pero todo esto me resulta metido con calzador, poco estimulante; Está el drama político, donde se puede entrever las ideas de izquierdas de Buñuel, pero en este caso es fácil estar en contra de este régimen que encarcela a gente por sus ideas (presos políticos), y que veja a estos en medio de trabajos forzados, con apenas alimentarlos, cuasi-esclavizados. Pero en su lado de intrigas por conseguir el poder me queda muy liosa, y donde no hay asidero sobre el que reflexionar. Está el protagonista que in media res lo vemos en medio del tinglado político, como alguien humanista que se preocupa por el sufrimientos de los presos, no sabemos cómo alguien con esta mentalidad ha podido llegar tan alto, complicado creerlo. Representa alguien reformista que quiere cambiar las cosas desde dentro, pero vuelvo a decir que esto me resulta chirriante, demasiado bueno, en un ambiente realista sería tildado de izquierdista peligroso, para llegar tan alto, no se sabe cómo teniendo a tantos en su contra puede escalar tanto.

María Félix, icono mexicano, es la que hace más llevadero este film sin chicha, su belleza y sensualidad cuasi-felina, recordándome a Ava Garner es estupenda en cada aparición, tanto que cuando ella no está en pantalla se nota demasiado. Lástima que su rol sea tan poco definido y matizado, de hecho no se entiende que pinta ella en los complots políticos; Gerard Philipe cumple en un rol esquemático, no se sabe bien que es lo que pretende, si el poder o reformar el país, se queda a medio camino de nada, en un buenismo impostado, al que en algún momento se quiere hacer ver que en su batalla por el poder se está convirtiendo en aquello que odia, peor esto resulta impostado; El actor belga Jean Servais encarna al único personaje con aristas del film, el más interesante en su tridimensionalidad, el retorcido en sus intenciones manipuladoras, pero esto enmarcado de modo plano. Le queda muy bien al rol su afición por los pájaros enjaulados, como gusta de dominarlos, en clara alegoría de lo que hace con las personas.

En conjunto me queda una película pasable y olvidable del director de Calanda, que aun contando con un amplio presupuesto (con manejo de amplias masas de gente) lo que deja entrever, es que Buñuel se movía mejor en la frugalidad de medios, haciendo de la necesidad virtud. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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19 de agosto de 2008
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que más me ha gustado de "Los Ambiciosos" ha sido María Félix, seductora, apasionada, intrigante, arriesgada. María Félix en manos de Buñuel, un Buñuel que lo encuentro en ésta película un poco repetitivo en los argumentos que hace que la cinta se estanque en ciertos momentos y que grácias a la aparición de la Félix o del mismo Gerard Philipe salen en su ayuda consiguiendo desatascarla. El poder corrupto, una de las obsesiones del director, entreteje este filme que es imprescindible en su filmografia.
JAVIER_D
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27 de mayo de 2021
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Tengo en muy alto aprecio al actor, Gérard Philipe, al cual he visto en una docena de películas, muchas de ellas de la más alta calidad: “Le Diable Au Corps”, “La Chartreuse de Parme”, “Une si Jolie Petit Plage”, y otros títulos que dignifican al cine francés y a la cinematografía en general. El alto carisma de Philipe y sus amplias dotes interpretativas, hicieron de él un actor muy admirado y bastante apreciado por la crítica de cine. Por esto, el saber que cuando aceptó participar en <<LOS AMBICIOSOS>>, ya estaba enfermo de cáncer de hígado en una época (1958) en la que las posibilidades de curación de esta enfermedad eran bastante escasas, me remueve el corazón al verlo asumir un rol para el que ya no tenía suficiente capacidad de respuesta, al punto que luce débil y el rodaje debió suspenderse en varias ocasiones a causa de sus padecimientos.

Por otra parte, parece ser que el director, Luis Buñuel, tampoco se sentía bastante complacido con la historia que rodaba, hecho que, inevitablemente le restó compromiso y ganas de hacer las cosas bien. ¿La razón? La historia carecía de cierta concordancia al ser, por una parte, interpretada por actores mexicanos y franceses, y al ser escrita por franceses (Charles Dorat y Henri Castillou, autor de la novela) y españoles (Luis Alcoriza y el propio Buñuel) cuando la trama transcurre en un imaginario país latinoamericano.

Posible entonces pensar que, Buñuel, se sentía haciendo algo totalmente impersonal, pero sin embargo, por ahí anda su fantasma cuando vemos la clara crítica que hace a las dictaduras, justo en una época en la que, su tierra natal, padecía de este mismo mal. En lo personal, lo que más me atrae de la historia de, <<LOS AMBICIOSOS>>, son la claras reflexiones que hace, Buñuel, acerca del poder, demostrando los inmensos vacíos y frustraciones que éste deja, sobre todo, cuando no se ejerce con sapiencia ni complementado con valores éticos y morales, como debe ser.

No es sino ver al nuevo gobernador, Alejandro Gual -eficazmente representado por Jean Servais-, quien llega al poder tras el asesinato de su predecesor, para entender cómo su arrogancia y su improcedencia lo van llevando a su justo destino. Se aplaude en Buñuel, su posición equilibrada al contrastar al personaje, dejándonos captar sus rasgos sensibles al lado de sus penosas ruindades, hecho que nos lleva a mirarlo con cierta consideración. Lo mismo ocurre con los demás protagonistas, y al final se logra sentir que hemos estado ante verdaderos seres humanos con sus polos de luz y oscuridad.

Llama la atención el par de policías leales a cada jefe que tienen en turno ¡requiera lo que requiera! Un toque con aroma al mejor Buñuel... y muy significativa también la presencia del profesor Cárdenas (Domingo Soler), quien, quizás, dará lugar a algo del dignificante trato que se merecen los presos políticos. Se comprueba con esto que, dar lo mejor de sí a cada ser que se cruza en nuestra vida, nos traerá esperanza en los momentos más difíciles.
Luis Guillermo Cardona
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2 de noviembre de 2012
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gobernador de la prisión de cierto país imaginario es asesinado durante las fiestas locales. Toma el poder, su secretario Ramón Vázquez, que intentará mejorar las condiciones de los prisioneros aunque para ello tenga que enfrentarse con numerosos escollos.
El amigo Luis hacía ya unos años que había olvidado su fértil y admirable etapa mexicana y se colocaba a las puertas de su deleznable y obsesiva etapa aburrida-sexual. Casi a caballo entre ambas dirige este tostón pseudo-político titulado "Los ambiciosos".
La película no sólo es aburrida sino que carece de la fuerza narrativa y visual inherente a la filmografía del director aragonés. Pero es que, además, Buñuel se arma el taco con un muy peculiar trasiego de dirigentes de quita y pon y un pretencioso prólogo-epílogo que no hay mortal que lo entienda. Menos mal que siempre nos quedará María Félix; hembra de bandera, fuerza y talento arrollador desde la primera escena.
el chulucu
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