Conspiración

No es el mejor tema de Olé Olé, hay tantos tan buenos, pero aquella "Conspiración" que versionaba la ópera de "Carmen" de Bizet supera ampliamente a la "Conspiración" que nos trae en esta ocasión Richard Donner. Nuestro director contó nuevamente con su actor favorito, Mel Gibson, en la quinta de sus seis apariciones conjuntas, y como novedad, Julia Roberts. El primero, salva los muebles con un personaje medio chiflado, Jerry Fletcher, abonado a cualquier idea paranoica-conspirativa, difícil pero que Mel resuelve con ese punto de locura que tan bien se le da, pero la segunda es un auténtico lastre. Afirmaría que es su peor actuación, si es que realmente hace algo más que posar.

La película no tiene un mal comienzo. Un thriller algo atípico que nace a partir de un complot disparatado que al final, resulta que no lo es. Lo malo es que sigo sin saber de qué se trata. No me he enterado del plan de los malos, ni que querían de Jerry al principio, ni nada de toda esta confabulación contada de forma tan intrincada. Aún así, la trama se sigue con expectación hasta que la abogada del ministerio de Justicia, Alice (Julia Roberts), se involucra. Bueno, miento, está presente en el lío porque el pasotismo con el que recibe este cúmulo de anomalías es inconcebible. La quieren matar pero no le importa, es más, sigue tomándose a la ligera a Jerry. Y como heroína de acción, lamentable.

Di que sí, Jerry. Que los Gobienos nos engañan, los Estados nos ocultan información, las empresas juegan con nosotros... No sé si lo he dicho aquí o en otro sitio: me apunto a todo lo que suene a conspiración, que ese mundillo da mucha vidilla en el día a día, y más cuando compruebas las caras que pone la gente cuando les dices que sí, que todo es verdad. Que falta de imaginación tienen algunos.

Richard Donner dirige para su «Conspiración» a Mel Gibson, que no necesita que ningún director le diga lo que tiene hacer, y a una insípida y mortecina Julia Roberts, de quien creo que ni aún diciéndoselo puede salvar su interpretación, si es que a lo que ella hace con el lamentable personaje de Alice se le puede llamar «interpretar». Con esta película he comprendido lo que significa no tener química, en este caso entre el hombretón de Gibson y la sosa de Robets; es que no hay nada, nada, nada de feeling entre ellos, lo que lleva a que la relación amorosa sea un desastre que es mejor obviar.

El resto de trama conspiranoica se mantiene al principio, pero a medida que la cosa avanza y tiene que complicarse al mismo tiempo que aclararse, se lía y se pierde en teorías y argumentos que están mal contados. Además, sobran minutos, desperdigados sin demasiada gracia, y congruencia en las acciones y reacciones; porque no es normal, por ejemplo, que después de sufrir un ataque directo con bombas, uno se vaya a su casa tan tranquilo y se quede pensando en si creer o no que te quieren matar...

Rescatable prácticamente por el afortunado protagonismo de Mel Gibson, que está enternecedor, adorable y convincente siendo héroe de acción, como es lógico. Además, para que no nos quejemos tanto y la película cobre interés, Gibson acaba maniatado y empapado de agua, lo que tampoco es la primera vez.

Yo te creo, Jerry.

Richard Donner era un realizador de acción y suspense estimable hasta que horrores como "Arma Letal" le dieron éxito comercial y sepultura artística. En los 90 su estrella ya había decaído algo y trató de recuperara laureles con este ambicioso "thriller" de la mano de su viejo colega Gibson y consiguiendo convencer a la muy taquillera Julia Roberts para aparecer en ella.
El argumento no carece de originalidad, pero el desarrollo del mismo dista de entusiasmar. Gran parte de la culpa puede encontrase en la sobreactuación permanente de un Gibson muy pasado de rosca, aun cuando encarnaba a un paranoico. Sus desventuras nos causan mas irritación que interés y tampoco la Roberts (una de las actrices mas sobrevaloradas de la historia) resulta muy creíble en su rol. Entre los dos no hay química alguna
Por lo demás la cinta responde al patrón del tandem. Silver (productor) y Donner (realizador); hay mucha explosión, mucha persecución alocada, mucho disparo y mamporro repartido a diestro y siniestro; pero falta humor, suspense y una narración que consiga ensamblar las diversas historias que se entrelazan. No es una película pésima, y mantiene con todo un cierto interés en su desenlace; pero defrauda las expectativas planteadas en torno a la misma amén de ser demasiado larga.
Bastante mejorable

La película es muy buena, muy entretenida, un guión asombroso, y no dejo de darme cuenta de el gran actor que es su protagonista, es un personaje que merece un buen actor y sin duda, fue el gran acierto, sin él esta película nunca hubiera sido lo que la misma.

Decía el mago del suspense que el argumento de un film, era sólo el pretexto para contar lo que verdaderamente le interesaba hacernos sentir. Aseguraba que la verosimilitud era idónea para un documental, y que él se limitaba a llenar de espectadores el patio de butacas.
Richard Donner que es un director con oficio, seguro que conocía esta teoría de Alfred Hitchcock, muestra de ello es lo que nos propone, un film entretenido e ingenioso de acción trepidante, mezclando suspense, comedia y una bonita historia de amor.

Mel Gibson está muy bien en un rol versátil, pues conjuga el drama personal (paranoico) con el lado cómico y romántico a la vez. La fotografía es magnífica, (Nunca vi Nueva York de noche como en este film). El guión no me parece descabellado, aunque para mí es un simple pretexto, pues podría ser una reflexión sobre los métodos inhumanos que practican los servicios secretos de los grandes potencias.
En definitiva un film sin pretensiones seudo-intelectuales que aburren hasta las ovejas, y que consigue su objetivo: ¡ENTRETENER!