52 vive o muere

Un John Frankenheimer poco afortunado rodó uno de sus títulos menos prestigiosos y concebidos como un thriller de cara más a la galería sin recurrir a los sofisticados entramados de anteriores cintas como “El Mensajero el Miedo” (The Manchurian Candidate, 1962) o “Siete Días de Mayo” (Seven Days of May, 1964) ya alejado de la Guerra Fría y metido de lleno en el terreno peligroso, y sospechosamente aburrido que puede suponer un género como el thriller que si no se hace bien poca repercusión se va a tener en una época que arrasarían films como “Atracción Fatal” (Fatal Attraction, 1987) de Adrian Lyne sin llegar a la, como no, dudosa cúspide de ésta.

Roy Scheider interpreta a, un exitoso industrial metalúrgico cuya esposa Barbara (Ann-Margret) asciende meteoricamente en la política. Al no estar mucho tiempo juntos en su acomodada casa de Los Ángeles no impide que su estabilidad matrimonial cese debido a su la ajetreada vida profesional de ambos. Pero lo que ella ignora es que se Harry ha visto los últimos meses con una bailarina de striptease (interpretada por Kelly Preston) y está siendo extorsionado por un grupo de hombres que le piden cincuenta y dos mil dólares a cambio de desvelar su desliz matrimonial lo que colocaría a como futura concejala, en una situación bastante comprometedora.

El director de “Ronin” (1998) manipula a su gusto a sus protagonistas dando por hecho que su producto no pasará por ser un “thriller” del montón lleno de escenas previsibles. Basada en una novela de Elmore Leonard, autor de “Jackie Brown”.

Al ver que esta película tiene tan bajos puntajes, tanto en este sitio como en otros, la escasa recaudación en taquilla, y ver que a mi me pareció buena, me hace pensar que algo se me pasó por alto.
Debe ser algún agujero de guion bien grande, que me parece que hay uno por allí, pero que no logro precisar cual. Tendría que verla de nuevo.

Pero así no más, de buenas a primera, es un entretenido y emocionante thriller que me mantuvo pegado a la silla.
La historia me pareció muy original.
Los villanos hacen las mejores interpretaciones. Los tres estuvieron fantásticos.
Los momentos de tensión están bien realizados, generando bastante incomodidad.
La música no es la gran cosa pero si que te pone nostálgico con esos sonidos ochenteros.

Si te llamó la atención por algún motivo, no dudes en verla.

Ayer tuve el placer de ver este film después de haberlo visto antes, hace más de 25 años mímino. Muchas veces el recuerdo te hace pasar un mal rato, ya que hay películas que guardas un buen recuerdo y después dices, tierra trágame, en la mayoría de los casos.
Estamos ante un film de Cannon, bajo presupuesto y muchas baratijas, muy de los 80, no cabe duda. Pero...... en este caso las espectactivas superaron el temor. No es que sea un guión muy currado, pero lo suficientemente trabajado para pasar un rato de buen cine.
Muchas veces no entiendo las votaciones, no es una crítica formal, sino constructiva. Reconozcamos que la película no es de Oscar, pero tiene pretensiones y con eso me conformo para ponerle un 7, que creo que es lo justo. Sobre gustos los colores, pero ponerle menos no es ser honesto.

Una de las mejores películas del gran Roy Scheider (The french connection, Tiburón, Marathon man), esta vez dirigido eficazmente por el maestro John Frankenheimer. Roy Scheider es Harry Mitchell, un metalúrgico que a partir de una aventura con una jovencísima Kelly Preston es chantajeado por 3 individuos que le exigen una gran cantidad de dinero a cambio de una grabación en la que Scheider aparece teniendo relaciones sexuales con la jovencita.

Ann-Margret (la protagonista femenina habitual de las pelis de Elvis Presley), interpreta a Barbara, la esposa de Roy Scheider.

John Glover interpretó a uno de los villanos más sinvergüenzas de la gran pantalla, Alan Raimy, un contable amante del porno sin escrúpulos que no tiene reparo en cuanto a matar y a hacer chantajes. A este le siguen Robert Trevor como el maricón del grupo, Leo, y Clarence Williams III como el imponente y rudo ex-convicto Bobby Shy.

El guión, bastante eficaz, en especial el final, es de Elmore Leonard y John Steppling.

Sin duda una de mis favoritas de mi ídolo Roy Scheider (D.E.P.)

Recomendable.

Frankenheimer no perdió el tiempo rodando esta estupenda película, está bastante bien. Lo que más me gustó fue el desnudo integral de Vanity y el plano de las tetas de Kelly Preston en la grabación (cuando Clarence Williams III le arranca la camisa, uuuuuuaaaaaggggggh, ¡¡¡menudas tetas!!!).

Thriller de los 80 que sin ser gran cosa mantiene la expectativa del espectador durante todo su metraje debido a varias idas y vueltas de su guión. La trama sitúa a un importante empresario metalúrgico que comienza a ser chantajeado por tres sujetos (en algunos casos bastante inocentes) ya que tienen fotos comprometedoras con su amante, a partir de allí el film se centrará en todo lo que este hombre deberá sortear para intentar salir indemne de la situación, que comienza a complicarse cuando su esposa se postula a un cargo político y puede perjudicar su candidatura. Hay algunas escenas de acción, algunos desnudos y traiciones de todo tipo. Cumple Roy Schneider, actor que me gustaba, Ann Margret y John Glover interpretando a un villano sin escrúpulos ni remordimientos.