Hardball

De guión famélico, escenarios urbanos simples y un elenco actoral absolutamente prescindible, incluido Keanu Reeves, es Hardball, una película sin muchas pretensiones y sin muchos bríos que trata de extraer la lágrima y la sonrisa fácil con la utilización de niños y sus dichas y desdichas en torno a un equipo de Baseball. Pero hasta la ‘lacrimatización’ resulta vana, irreal, nada convincente, alejada de la propia realidad que presenta en el metraje. Igualmente las tramas secundarias que presenta el guión, donde se intenta presentar también el mundo de la delincuencia y las apuestas deportivas para intentar poner algo de corrosión gratuita a la ‘dulzura’ de los niños, está cogida con alfileres sin explicar en ningún momento el entorno, las situaciones o el contexto que hace que el mal se adueñe de un trocito del filme. Lejos de tener nada plausible, Hardball tendrá siempre alguna escena para intentar olvidar dentro de un metraje general que pasa desapercibido. El discursito de Keanu Reeves en la iglesia ante la muerte del más pequeño de sus pupilos, ante la plañidera madre y que el director presenta como una de las escenas centrales de este filme, es simplemente deplorable, lejos de arrancar lágrimas dan ganas de hacer pedorretas ante al ataúd del pequeño. Sensiblera sin conseguirlo si quiera, Hardball es una película que puede desaparecer de la historia del cine sin que nadie lo lamente, un fiasco absolutamente previsible.

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La película es entretenida, tiene ideas buenas pero otros elementos hacen que no llegue a un buen puerto:

- La mala actuación de Keanu Reeves, por ahí hay una crítica que dice "cara de palo", yo denoto en esta cinta dos caras o actitudes: la de duro cuando las cosas van mal y la de autosuficiente o tío que bueno soy. Hasta el crío más pequeño del reparto, "G-Baby", lo hace mejor que él.
- El guión después de presentar buenos temas como es la ludopatía, motivación de los niños de los bajos fondos para que se interesen por los estudios, buenas actitudes educativas, peligrosidad del barrio, etc, aboca hacia el triunfalismo y la lágrima fácil.
- El personaje de la maestra (estupenda Diane Lane) que entró bastante fuerte, el guión la destroza al final haciendo que babee por Conor (Keanu Reeves), como si este fuera un dios.

He de decir que el béisbol es uno de los pocos deportes del que no comprendo sus reglas, a mi padre le pasaba igual, no se si se jugará aquí en España, pero no he visto ningún partido retransmitido ni conozco a nadie que lo practique, por ello agradezco a la película que las escenas de juego vayan marcadas con una música marchosa rapera de fondo que anima el tema.

Creo que si la producción se hubiera tomado esta película más en serio habría salido un buen producto, tenían un guión con buenas ideas solo hacía falta cuidarlo mejor y que el actor Keanu Reeves se hubiera comprometido más con su profesión.

Película para domingo por la tarde, a mi hermano le hizo gracia, pero tampoco hay que ir al videoclub corriendo, si la ves anunciada en la televisión aprovecha.

Bien hecho, los actores niños son los mejores, enseñan muy bien la vida de los barrios más bajos de los EE.UU, la dureza del barrio no afecta a unos niños ilusionados por trabajar. Por cierto, lo mejor la música, música de negros raperos os la aconsejo.

A ver.... no está mal. Le ha gustado hasta a mi hijo. Será por el tema de los críos jugando al beisbol y por la música rapera que tiene. Yo la considero interesante por el papel que hace el guaperas del Keanu; una faceta que no conocía, y no creo que sea mal actor, como dicen algunos. El chico tiene su punto y hay que pillárselo. La historia en sí es entretenida y tiene escenas muy divertidas. Pero creo que lo más importante es el mensaje que da.
Y la sonrisa del Keanu no tiene precio.