Insidious: Capítulo 2

Tras el éxito comercial de "El conjuro" (2013), James Wan presenta la secuela de su película "La noche del demonio" (2011). Rozando obviamente méritos comerciales, la película se queda corta en comparación a su predecesora.
Conocido por su afición al terror, aquí Wan utiliza los mismos mecanismos que en "La noche del demonio" (2011), solamente que aquí no causaron muchos resultados.
Inicia con una premisa muy peculiar, que sirve para conocer aún más la historia relatada en la película del 2011. Después la cinta, comienza a desarrollar la historia que dejo a medias en el capítulo anterior. Josh y Renai Lambert se han mudado con sus hijos a la casa de Lorraine, la madre de Josh, esperando olvidar el pasado y comenzar una nueva vida. Pero pronto la familia empieza a experimentar extrañas visiones y fenómenos amenazantes que les obligarán a desentrañar el oscuro secreto que les ha dejado peligrosamente conectados con el mundo espiritual.
La puesta en escena es muy buena, la fotografía lo es también. Los ángulos de cámara no son como los de "El conjuro" (2013) que despiertan pavor, en cambio son más pausados y controlados.
El defecto se encuentra en el guión y el el reparto. Con el guión lo que pasa, es que hacer una secuela de una película que quedó bien, no hay nada más que pensar que es para méritos comerciales, y claro que se nota, la narración parece que se queda en una ciénega pegada y le cuesta avanzar, con demasiadas caídas de tono.
En cuanto al reparto, los gestos de los actores son forzados y no generan en muchas ocasiones, lo que se quería lograr.
Aún así con errores y etiquetas mercantilistas, "La noche del demonio 2" sale avante y comprueba que James Wan es un verdadero aficionado al cine de terror, lo digo por que estrenó dos películas en un mismo año.

Pasable cinta de terror, que me habían comentado era más terrorífica que la primera, pero me decepcionó. Cierto es que tiene momentos que me causaron "piel de gallina", pero en mi modesta opinión, no es mejor ni siquiera igual a la primera. Básicamente, el mismo elenco, tratando de explotar al máximo la trama de la pre-cuela, solo logra un nivel aceptable. Al final, resulta más de lo mismo, con poco o casi nada de nuevo.-

Una película de los creadores de la saga “SAW” que después de ella han tenido fracasos y la carrera James Wan no pasaba precisamente por su mejor momento comercialmente hablando cuando aceptó volver a colaborar con Leigh Whannell creo que lo pensó mucho.

La película costo NADA literalmente, 5 millones y recaudo 40 millones, por lo que es normal que se hiciera una tercera...¿Me gustó? No mucho, ahora vamos a poner las cosas sobre la mesa y vamos a decir lo que algunos quieren y lo que no quieren ¿analizamos?

El film comienza justo en el instante en el que finalizó la primera, Wan inserta un prólogo que acontece muchos años antes, que explica ciertos vacíos del enredo paranormal que viene después, lo que parece un poco forzado, como si es necesario porque ya no hay mas historia sin eso, pronto se ramifica en dos subtramas que, aunque evidentemente conectadas, parecen raramente separadas y demuestra por enésima vez y desde el minuto uno que no hay nadie como él para planear escenas de suspenso puro partiendo de la nada.

Ahora lo que más recuerdo de la primera la increíble manera de Wan de colocar la cámara y generar muy buenos ángulos que te atrapan desde el comienzo, en esta entrega lo vemos en menor proporción, pero la película parece más un epílogo a la original que una continuación.

Son claras muestras evidentes del límite al que está llegando la historia, del guión y sus recursos, y hasta sentí que el interés del propio director se desvanece, ahí entonces el film estaría en graves problemas, sería como si un autobús fuera conducido por un enfermo mental podría chocar y matar a los que lleva dentro en este caso la poca trama que queda.

Ahora mencionemos al poco carismático elenco del cual ya ni recuerdo quienes son (¿ahora ven lo memorables que son?), la verdad es que solo recuerdo a Danielle Bisutti a quien recientemente vimos en la esperada “Curse of Chucky” como Barb, la película está lejos de ser perfecta, tiene momentos brillantes y otros muy aburridos llenos de clichés, aunque los movimientos de cámara te obligan a ver por los rincones del lugar a ver si hay algo ahí que los protagonistas no ven, es de esas cintas que se pueden ver una o dos veces, el hecho que haya recaudado mucho dinero no quiere decir que es buena en su totalidad.

Aunque parezca difícil de creer, esta segunda entrega de Insidious no es una parodia de la primera. Podría serlo, tener tiene todos los elementos, con personajes que son versiones exageradas de los originales, fantasmas mucho más vivarachos, lo que en sí mismo ya es irónico, visita a sucesos secundarios del pasado para darles una explicación hilarante, diálogos tontos, escenas chistosas, espíritus asesinos que no hacen más que recibir golpes de todo el mundo… Con el tema de la proyección astral instantánea es un todo vale: morimos y resucitamos, nos paseamos por el otro barrio, viajamos en el tiempo, hablamos con los muertos como quien habla por teléfono... Unas risas.

Pero no, parece que la cosa iba en serio, lo que ya no hace tanta gracia. La historia es un disparate, una colección de cromos sobre cine de terror, cuyos cromos más destacados son ‘Psicosis’ y ‘The Shining’. Como si Norman Bates se diese un paseo por el Hotel Overlook. Se indaga en el pasado de la Mujer de Negro y yo creo que no le pudieron dar un trasfondo más tópico, aburrido e incoherente, pasando de dar miedo a provocar pena y risa.

La travesía por el más allá no resulta inquietante como antes. Las interpretaciones deficientes. A la película original la parte final la salvaba, a ésta la termina de condenar.

Innecesaria y ridícula.

Si en "Insidious" (2010) James Wan & Leigh Whannell entregaban su particular visión de la "Poltergeist" (1982) de Spielberg & Hooper, en "Insidious, capítulo 2" nos trasladan desde su peculiar prisma a "El resplandor" (1980) de Kubrick. Todo ello en una excesivamente continuista trama, tan continuista que puede llegar a convertirse en un inconveniente, que adelantó un año esa nueva dimensión llamada amor que introduciría Nolan en "Interstellar" (2014).
Pequeña advertencia: para comprender al cien por cien "Insidious, capítulo 2" hay que tener peligrosamente fresco lo acontecido en la primera entrega. Ver a la ligera esta secuela, algo que hará gran parte del público, para que engañarnos, significará entre no enterarse de nada y odiar la peli. Ahí James Wan & Leigh Whannell no han estado muy avispados, las cosas como son. Mucho en el espectador medio no han pensado, y eso lastra la peli siempre y cuando no andes embarcado en una maratón de la saga, como es mi caso.
Aparcando eso, que no es moco de pavo, el dúo Whannell & Wan cierran en "Insidious, capítulo 2", mano a mano, el arco dramático de los Lambert. Cosa que tampoco es baladí ya que en la saga "Saw" no pudieron hacerlo del todo.
Esta secuela, que por supuesto pierde factor sorpresa, es más ese tren de la bruja que quizás quiso ser su predecesora y nunca fue, lo que la hace hasta cierto punto más disfrutable. En contraposición a un drama que se queda por el camino, haciendo de la obra un film menos maduro. Cosa reforzada por la inclusión del factor comedia gracias al show de Tucker & Specs. Un show que explotará en el futuro de la franquicia.
En fin, como ya me pasara con "Insidious", pienso valorar más cálidamente "Insidious, capítulo 2" en este revisionado, a pesar de las imperfecciones mencionadas.