Muerte entre las flores

A comienzos de los noventa el cine negro volvió a ponerse de moda con el estreno de varias películas del género. A la esperada tercera entrega de El padrino, le siguió la celebrada Uno de los nuestros de Martin Scorsese y finalmente Muerte entre las flores de Joel y Ethan Coen. Las tres son grandes películas y aunque la tercera parte de El padrino triunfó en taquilla y fue nominada a varios oscars, en general causó cierta decepción. Mientras que la de Scorsese tuvo que conformarse con recaudaciones más modestas aunque también fue nominada a varios premios de la Academia entre ellos el de mejor película.

Sin embargo, Muerte entre las flores fracasó en Estados Unidos y fue ninguneada en la edición de los Oscars de aquel año. Los Coen contaron una original e intrincada historia sobre dos poderosos mafiosos que se disputan la ciudad. Ambos están asesorados por tipos muy inteligentes, uno de los cuales se verá metido en un buen lío cuando se enamora de la chica de su jefe que tiene un hermano al que su oponente mafioso pretende liquidar. Esto le obliga a bregar para evitar que descubran su affaire y sobre todo las cosas se complicarán cuando reciba una oferta del enemigo de su jefe para matar al hermano de su novia.

Una intriga muy bien escrita que a veces puede resultar liante pero que acaba siendo un fascinante ejercicio de inteligencia de un personaje maquiavélico y astuto que confunde a todo el mundo para acabar saliéndose con la suya. En este sentido Gabriel Byrne realiza una de las mejores interpretaciones de su carrera, encarnando a un hombre que se desenvuelve como pez en al agua cuando está entre la espada y la pared. La atractiva Marcia Gay Harden es la mujer en disputa cuyo estafador hermano complicará más las cosas. Albert Finney es un duro irlandés que comanda con puño de hierro un imperio del crimen, mientras que Jon Polito es su adversario italiano asesorado por un taimado personaje al que apodan el danés. Y por último John Turturro logra también una de sus mejoras actuaciones como el fullero hermano judío que amaña combates de boxeo perjudicando los intereses del gangster encarnado por Jon Polito. En el reparto también aparecen de pasada Steve Buscemi, Sam Raimi y Frances McDormand.

La película a pesar de no contar con un abultado presupuesto posee una impecable factura técnica con una lograda ambientación a nivel de decorados y vestuario así como la espléndida fotografía de Barry Sonnenfeld que destacó como camarógrafo antes de dar el salto a la dirección con películas tan conocidas como La familia Addams o Men in black.

En resumen, una obra capital del cine negro reciente que se codea con todo derecho con las mejores películas del género.

Obra maestra de los hermanos Coen, que recupera el aliento del viejo cine de gángsters; con actores perfectos para sus roles, diálogos llenos de cinismo y memorables escenas de acción, se desarrolla esta inolvidable película. Se trata de un prodigio de virtuosismo formal, inteligencia y romanticismo. Más que la recreación de una época hablamos de la reconstrucción de un espíritu, un sentimiento: el que se localiza en las novelas de Dashiell Hammett.

Aunque tome elementos de varias de las ficciones de Hammett, se basa principalmente en “La llave de cristal” (1930). Cuenta la relación entre dos hombres (Ned Beaumont y Paul Madvig en el libro, Tom Reagan y Leo en la cinta) cuya amistad se ve enturbiada por culpa de una mujer. Los Coen, aun cambiando trama y personajes secundarios, conservan muchos diálogos de la obra (como cuando Leo, tras una discusión con Tom, afirma que le ha dado “el beso de despedida”). Entre homenajes y referencias ocultas se teje una intriga compleja pero fácil de seguir.

Tom y Leo son dos tipos que se complementan. Juntos han alcanzado el poder y la gloria. Tom es la astucia y el talento, Leo es la fuerza y las agallas; Tom nunca dice lo que piensa y si lo dice es dando un montón de rodeos, Leo habla siempre con el corazón y desde las tripas; Tom es sutil, huidizo, complicado, Leo es franco, va de frente, se comporta como un individuo duro y sencillo de ideas inamovibles. Ambos son testarudos. Existe una cierta ambigüedad sexual en su relación. Dependen uno del otro para mantener su reinado. Hay, ante todo, una lealtad ciega de Tom hacia Leo que resulta difícil explicarse y que constituye el pilar sobre el que se asienta el film.

"Muerte entre las flores" es una de las primeras películas de los hermanos Coen. Ambientada en las primeras décadas del siglo XX, la película debe mucho a la novela negra clásica; de hecho, aunque ellos no lo han reconocido, parece ser que la fuente de inspiración es "La llave de cristal", de Dashiell Hammet. En este caso sí hay un protagonista indiscutible, el hiératico e imperturbable Tom Reagan, interpretado por Gabriel Byrne, consejero político del mafioso más poderoso de la ciudad hasta que las faldas de una mujer se pongan por medio... El guión es extremadamente enrevesado y complejo, pero todas las piezas acaban encajando; el final, por lo demás, me recuerda bastante al de "El tercer hombre" (lo cual para mí es un elogio).

La historia comienza con Leo, un benévolo gángster irlandés que domina la ciudad, es el jefe de todo y todos le rinden tributo, sin embargo su reinado se verá amenazado por una disputa con un mafioso italiano llamado Johny Casper.
El personaje principal de la película es Tom (un tipo muy muy listo), la mano derecha de Leo, aunque su relación con su jefe y amigo cambiará drásticamente a raiz de unos conflictivos y enrevesados acontemientos.
Muerte entre las Flores es una de las mejores películas de mafiosos de la historia, llena de acción, con grandes cantidades de violencia y humor negro, poseedora de unos personajes intensos e inolvidables y una historia para el recuerdo.
El reparto hace un trabajo magnífico y he de destacar su impresionante fotografía y ambientación, también su banda sonora.
Obra maestra de los hermanos Coen (y su mejor película junto con Fargo), con un sello muy personal e inteligente.
Una de mis películas favoritas.

Guión buenísimo, montaje buenísimo, actuaciones buenísimas en general, fotografía excepcional, música acorde y buena y ambientación espectacular.

En contra tiene algún fallo o contradicción en la trama y que el comienzo es quizás algo lento si no tienes paciencia y puede echar por tierra el resto de película, pero... merece la pena esperar.

No es de mis preferidas de los Coen, pero desde luego se gana el notable sin problemas.