Predestination

Ingeniosa, pero sin exceso, con un final sorprendente y lo suficiente madurado durante toda la película.

La historia se divide por dos caminos diferentes sin desarrollar un argumento conciso. Por suerte, ambos caminos se relacionan en un punto final que terminan agradando al espectador.
La poca originalidad de la trama la deja parada únicamente en escenas de saltos cuánticos, que se auto-relacionan los unos a los otros sin entregar una idea definida y funcional.

Un excelente y muy bien elaborado ejercicio de thriller sobre viajes en el tiempo. Muchos la asocian con Cronocrímenes de Nacho Vidalongo, lo que es cierto es que cada una tiene un estilo propio y una historia diferente que contar.

Lejos de enfrascarse en la máquina del tiempo como instrumento, la película gira alrededor del ser humano, del destino al que está esclavizado. “Algunas cosas son inevitables”, dijo la protagonista y quizá sea cierto, ¿acaso nuestras vidas se rigen por ciertos hechos inevitables que encaminan nuestro futuro?, ¿si tuviéramos la oportunidad de tener una máquina del tiempo, podríamos enmendar nuestros errores? ¿Sería posible? ¿De ser así y luego qué?

Los hermanos Spierig estuvieron fabulosos en la dirección, el ritmo fue preciso, nunca aburrió y sobre todo, y quizá sea lo mejor, los giros uno tras otros fueron bárbaros, es imposible predecir el final.

En un futuro lejano, un agente especial tiene como misión evitar que un terrorista logre su cometido, para eso tendrá que viajar en el tiempo sin saber lo que le espera.

Enroscada. Cuenta con una trama muy original y te deja pensando mucho sobre la propia vida del protagonista y la relatividad del espacio/tiempo, no puedo revelar mas ya que no quiero contarla. La recomiendo.

“Predestination” es la sci-fi más interesante que he visto en lo que va de año, y una de las cintas de viajes temporales que más grato recuerdo va a dejar en mi memoria, casi con bastante seguridad.
La película de los hermanos Spierig tiene dos virtudes fundamentales que la hacen, cuanto menos, diferente. Para empezar es sorprendente como, partiendo de una premisa muy vista, es capaz de darle un vuelco al subgénero de viajes en el tiempo. “Predestination”, basada en un relato breve de Robert A. Heinlein, nos narra como un agente temporal tiene que cazar a un esquivo terrorista y evitar así una masacre que se avecina en la ciudad de Nueva York. Esa sinopsis nos evoca a incontables cintas de dicha temática; pero Michael y Peter Spierig utilizan esa premisa simplemente como punta del iceberg de una historia aun más ambiciosa y absolutamente inesperada que te mantiene sorprendentemente pegado a la butaca. Y lo logra renunciando a la acción fácil, abandonando los efectos digitales usados unicamente para impresionar en este tipo de films, rehusando un ritmo trepidante...; ya que, en el fondo, “Predestination” tiene estructura de drama.
La segunda gran virtud de la película es su capacidad para conseguir que el espectador se crea lo increíble con pasmosa facilidad. Argumentalmente “Predestination” circula continuamente al filo del alambre, no solo ya por ser un film de viajes en el tiempo, sino porque alrededor del personaje de Sarah Snook convergen varios acontecimientos de difícil digestión en una primera toma de contacto; pero, aun con ello, han conseguido que me los crea sin demasiados impedimentos. Y eso habla muy bien de sus dos realizadores, si los hermanos Spierig son capaces de darle verosimilitud a lo irreal, no me quiero ni imaginar que sucederá cuando tengan entre manos una historia más realista.
“Predestination” es un autentico puzzle no precisamente sencillo de armar en su totalidad, pero al final esa dificultad le da grandeza. El mayor inconveniente de este tipo de historias es que al final, si le quieres encontrar agujeros de guion, se los puedes hallar con facilidad. Pero es algo que no beneficia en absoluto, lo mejor es dejarse llevar por ella y disfrutarla.
En resumidas cuentas “Predestination” es una sci-fi dramática: compleja, estimulante, arriesgada e inteligente. Cuatro adjetivos que el simple hecho de usarlos para definir una cinta ya me parece mérito suficiente en los tiempos que corren.