Personal Shopper

Habrase visto jamás una "personal shopper" con las pintas que lleva la buena de Maureen en esta película...
Hecha la broma, Personal shopper, la película de Olivier Assayas, resulta todo un reto para el espectador. Nunca sabemos qué nos está queriendo contar el realizador de Viaje a Sils Maria. ¿Es un thriller sobrenatural? ¿Una cinta de terror? ¿Un drama de una pobre chica que busca su sitio en un mundo que claramente no le pega nada? ¿Una historia policiaca? Pues un poco de todo, la verdad. Este tipo de mezclas pocas veces salen bien en el cine, y Personal shopper no es una excepción, aunque sin duda hay que alabar las agallas que ha tenido Assayas y la manera en que inteligentemente va desgranando cositas de la trama hasta llegar a una conclusión que ha dado mucho, muchísimo que hablar. Busquen en Google "Personal Shopper final" y compruébenlo ustedes mismos. Una jugada maestra.
El problema es que, antes de que llegue la explicación, la parte sobrenatural de la cinta no cuadra demasiado bien con la trama de asistente personal de Maureen y con el asesinato que se produce. De hecho, no cuadra bien con nada. Digamos que no cuadra y punto, y además las escenas "fantasmales" producen bastante risa. Es como si Assayas nos estuviera tomando el pelo durante toda la película hasta que se produce la explicación.
Por suerte, ahí está Kirsten Stewart para mantener el pabellón bien alto. Se ha hablado mucho sobre si esta podría ser la mejor interpretación de la protagonista de crepúsculo, y la verdad es que muy bien podría serlo. Y es que, ojo, estamos hablando de una actriz mucho mejor de lo que muchos piensan y de lo que ella misma mostró durante demasiados años. La mencionada saga vampírica y cosas como Blancanieves, en las que se limitó a poner su ya clásica expresión "embobada" de boca abierta y mirada perdida y alucinada, hicieron flaco favor a la carrera de Stewart, que por suerte después se ha reconducido con proyectos donde ha podido demostrar la que, para quien esto firma, es su mejor cualidad como actriz: una naturalidad arrolladora ante la cámara que hace que nos creamos cualquier personaje que interprete. Stewart podría ser nuestra vecina, nuestra hija, nuestra amiga, nuestra compañera de trabajo, nuestra pareja, porque habla y se mueve con un gusto y una normalidad que no hace pensar en que esté actuando. La marca de todo buen intérprete que se precie.

Lo mejor: Kirsten Stewart, fantástica, y la inteligencia de la propuesta.
Lo peor: Que esa inteligencia puede considerarse también una trampa.

Con una vida aparentemente vacía y carente de ilusiones, Maureen (Kristen Stewart) vive cada día rodeada de una excentricidad que no le corresponde y que se disipa al final de la jornada laboral. La única razón por la que mantiene su trabajo como personal shopper es la esperanza de contactar con su hermano, con quien pactó comunicarse desde el más allá.

Kristen Stewart repite con Olivier Assayas (Viaje a Sils Maria, 2014) para encarnar a la protagonista de una historia que el propio director considera resultado de la fantasía y la magia del séptimo arte, más que un producto del cine de género, como podría ser un thriller psicológico. Pero, ¿por qué la elección de Stewart? Assayas reconoce la importancia del trabajo de casting, donde la androginia que caracteriza a la actriz es un elemento clave del personaje, que se encuentra en un proceso constante de afirmación de la propia feminidad a través de la moda tras la pérdida de su hermano gemelo, que bien podría considerarse su parte masculina.

A pesar de que el filme es definido como un drama fantástico, Personal Shopper está más vinculado a la experiencia humana de lo que a simple vista podría parecer. Maureen, quien se enfrenta a la pérdida de un ser querido, experimenta las diferentes fases del duelo a lo largo del metraje. Ante su negación de la muerte de Lewis, Maureen persistirá en su incesante búsqueda de señales del más allá, viéndose conducida a etapas de ira, negociación, depresión y aceptación que, finalmente, la guiarán hasta la liberación de sus propios miedos. Los temores y las creencias son los verdaderos protagonistas de la obra, estableciendo una confrontación entre lo real y lo imaginario, donde adquiere especial relevancia la fe de la protagonista. En este sentido, es interesante la relación que existe entre rutina y necesidad de escape, favoreciendo la materialización de los pensamientos, y con ello los anhelos, de Maureen.

El contacto con el mundo paranormal se produce, además, de la mano de personajes históricos y del mundo de la cultura como Victor Hugo, Hilma af Klint, Kandinsky y Malevich, introduciendo la Historia del espiritismo y las doctrinas vinculadas a través de la simulación de imágenes de archivo o las referencias al arte abstracto.

Respecto a cuestiones de estilo, destaca el empleo de planos secuencia que concentran su atención en Kristen Stewart y revisten las escenas de la fuerza interpretativa de la actriz. La importancia de sus reacciones ante los diferentes sucesos y su capacidad de reacción se sitúan en el punto de mira de la cámara, que acompaña al personaje en su experiencia con el mundo sobrenatural.

En conclusión, Personal Shopper busca cuestionar la existencia de lo paranormal y el grado de implicación que las personas tienen en la supervivencia de esta creencia. Assayas propone la mente humana como origen de la materialización de sus propios miedos, realizando una película más terrenal de lo que aparenta ser y que le ha otorgado el Premio a Mejor Director en Cannes 2016.

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La mezcla, la multicausalidad y la descolocación priman en este guion que nos perturba y engancha a partes iguales. A pesar de Kristen Stewart la trama mezcla lo justo para tensionar al espectador: inspirar al ofuscado y entretener al aburrido. Olivier Assayas juega con dos caras de una historia, un tratamiento inspirador, extravagante y radical que puede descontentar al que busca un género o la pureza de las líneas maestras, porque a veces no hay que razonar, si no sentir y ahí radica la belleza de esta pieza que puede agitar o inquietar a la par que hacer recapacitar. Trastocados los esquemas iniciales, con gran maestría el director mezcla los elementos para, en una especie de anagnórisis, dejar abierta la herida, sin cicatrizar, para que al fluir especulemos, tanto en tema como en acción. Un acierto, a pesar, insisto, de Kristen Stewart.

Estamos ante uno de los directores más reconocidos dentro del panorama de festivales a nivel mundial, un hombre que ha ganado casi todo lo que un director puede aspirar. Y es ahora, cuando parece que ya solo le queda aspirar al Oscar, se decide por fin a lanzarse de cabeza al cine de género. Eso sí, de manera sutil pero que no os engañe estamos ante un film 100% de género aderezado con drama y un toque de misterio. Personal Shopper podemos considerarla como la primera película de terror del francés Olivier Assayas.

Maureen, una estadounidense afincada en Francia, consigue un trabajo de "personal shopper" para una celebridad francesa. No es el trabajo soñado de la joven, pero por el momento le sirve para poder vivir alejada de su hogar natal. Pero algo ronda a Maureen, pues no deja de pensar en la misteriosa desaparición de su hermano gemelo Lewis, esto se agrava cuando ella empieza a recibir inquietantes mensajes de móvil.

Olivier Assayas es uno de esos directores más que consagrados, pero que nunca pensarías que podría adentrarse en el cine de género. Con Personal Shopper demuestra que él también es capaz de contar historias para los amantes del terror y los fantasmas, pues además de dirigir también firma este perturbador guión que sin duda sabe mantener el interés en todo momento.

El mayor lastre de esta cinta la encontramos en el tempo, pues digamos que no goza de un ritmo trepidante pese a contar con la mejor actuación delante de la cámara en mi opinión de Kristen Stewart, actriz venida de menos a más. Pero la mala noticia es que ella sola no logra imprimir la atención suficiente como para olvidarnos de un ritmo que decae hacia la mitad del film para remontar solo en los últimos minutos donde nos aclara la enrevesada trama que nos propone el director francés.

Estamos ante un gran debut dentro del terror, donde hay que remarcar la palabra TERROR. Para los más escépticos, recordad que este género no solo se limita a asesinos de dos metros de alto persiguiendo a colegialas con su machete de tres metros. Así que sentaros en vuestra mejor butaca, preparar un buen bol de palomitas y estad listos para pasar un perturbador y mal rato de la mano del señor Assayas.

http://www.terrorweekend.com/2017/03/personal-shopper-review.html