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Le llaman Bodhi

Acción Johnny Utah (Keanu Reeves), un joven agente del FBI, se infiltra en los ambientes del surf para desenmascarar a una banda de atracadores que, como sello de identidad, usan caretas de presidentes de los Estados Unidos durante sus golpes. Pero Johnny pronto se encapricha de la guapa Tyler (Lori Petty) y, además, conoce a Bodhi (Patrick Swayze), el jefe de la banda, un hombre que vive al límite y que acaba ejerciendo una gran influencia ... [+]
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Críticas 71
Críticas ordenadas por utilidad
25 de mayo de 2016
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Dos años después de despertar la curiosidad de los críticos con la polémica ‘Acero azul’ (Blue Steel, 1989), Kathryn Bigelow se licenció con ‘Point Break’ (en España titulada ‘Le llaman Bodhi’), una cult-movie que retomaba el cine de surfistas donde lo había dejado John Milius en los años 70 con ‘El gran miércoles’ (Big Wednesday, 1978).

Ciertamente, ‘Le llaman Bodhi’ no tiene un guión que fomente las grandes actuaciones, diálogos profundos o tramas potentes… pero en su favor hay que decir que presentó una trama peculiar: surfistas atracando bancos para financiar sus fiestas y viajes, introduciendo además a un cowboy en busca de un forajido como variación nada disimulada del western más puro. ¿El resultado? 83 millones de dólares de recaudación mundial y una cantidad indecente de VHS alquilados y vendidos, una fiebre incalculable que reinventó el fenómeno sobre el Surf y la etiqueta de cinta de culto.

Desde su estreno, más de una treintena de cintas de surf han intentado repetir su éxito, pero ninguna la superó, ni siquiera su remake de 2015. La respuesta parece simple: la unión de talentos y lo más importante, “el momento” que no se volvió a igualar. Recordar que ‘Le llaman Bodhi’ tenía a una estrella en ascenso como Keanu Reeves en una actuación plena de físico, algo que le venía como anillo al dedo a un actor que es más de silencios que de diálogos. Patrick Swayze en su cenit (el propio Swayze recordaba en una retrospectiva, coincidiendo con el 25º aniversario de ‘Le llaman Bodhi’, que este fue el film con el que mejor se lo pasó en toda su carrera). Gary Busey regresando de entre los muertos para dar una lección de energía desbordante. Una banda de atracadores con máscaras de los presidentes Johnson, Carter, Nixon y Reegan. Además, una acertada conjunción de escenas de adrenalina, con tiroteos y persecuciones a pie, peleas, romance, hermandad entre machos y algo que, si se hace bien (lo de que el “malo” despierte tanta o más simpatía que el bueno), es una formula predestinada al triunfo.

En definitiva: Este film es la quintaesencia del cine de machos al estilo de los años 90 y una cinta de culto con toda la justicia. Sientes el miedo, la lucha contra el mar, la adrenalina, la sensación del verano y de que todo es posible. ‘Le llaman Bodhi’ despierta en el espectador sueños y recuerdos. Simplemente una de las imprescindibles de su década.

-Lo mejor: Prácticamente todo, pero sobre el resto, el magnetismo brutal e incomparable del anarquista Bodhi en uno de los mejores roles de Swayze junto a ‘Roadhouse’ (De profesión duro, 1989).

-Lo peor: Nadie en su sano juicio haría caso de las especulaciones de Angelo Pappas (Gary Busey) de que la banda de los “Ex-presidentes” son surfistas, pero eso es algo tan delirante y Busey lo suelta con tanta convicción que uno lo pasa por alto.

-Más en: www.cineycine.com
Cineycine
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30 de octubre de 2017
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Y aún hoy en día muchos lo siguen haciendo, qué demonios, porque es indiscutible que la película de Kathryn Bigelow marcó una época y además, para los fans de la acción y el entretenimiento al más puro estilo americano será toda una joya del género.

"Point Break" (o también "Le Llaman Bodhi" en su un tanto ridícula traducción) fue realizada por una directora que supo estar en el lugar adecuado y en el momento oportuno, y en eso la directora no falló, ya que supo captar perfectamente el espíritu de las películas para jóvenes de la época y combinarlo de forma explosiva con los "thrillers" de acción de criminales y policías que dominaban en los cines de aquellos prácticamente recién iniciados '90, con un estilo trepidante y aparatoso muy en la línea de lo que podrían hacer Tony Scott o Andrew Davis en aquel momento.
Y eso que al principio todo iba a ser muy diferente. De primeras se esperaba que Ridley Scott dirigiera el proyecto, con guión de W. Peter Iliff, pero por aquellas fechas James Cameron ejercía de productor ejecutivo, además de estar casado con una realizadora llamada Kathryn Bigelow que sin duda estaba adquiriendo una reputación en el mundillo, y más tras su último film "Acero Azul", el cual obtuvo muy buena acogida por parte de crítica y público. No había que darle muchas vueltas para caer en que ella sería la que tomaría las riendas de la producción.

"Point Break" explotaba todas las claves de los films de policías en plan "buddy movie" e infiltrados pero con un matiz que resultaba más original que el resto de propuestas dirigidas por muchos directores masculinos de entonces. Sí, mil quinientas veces hemos visto la historia del joven agente policía llegando a una nueva ciudad, formando equipo con el veterano amargado de turno, y si tenía que introducirse en una banda de atracadores pues de acuerdo, pero...¿cuándo el héroe se acababa metiendo entre surfistas?
Con esas premisas tan frescas y suculentas jugaba la película, que nos cuenta cómo el novato agente del F.B.I. Johnny Utah se traslada a la soleada California en busca del caso de su vida que le convierta en el héroe del cuerpo y de golpe y porrazo le toca echar el guante, junto a su compañero Angelo Pappas, a una banda muy profesional de atracadores conocida como "Los Ex-presidentes". Entre indicios y pistas descubren que éstos, cuando no están robando, están haciendo surf en las bonitas playas de la zona, lo que llevará a Johnny a infiltrarse en esos ambientes si quiere trincar a los malos, y conocer a Bodhi, un tipo que se dedica a llevar una vida de riesgo y aventura y quien es considerado por los suyos como el mejor, una auténtica leyenda.

Ciertamente consigue resultar original, más allá de las convencionales bases del "thriller" de acción moderno en las que se apoya (persecuciones, tiros, explosiones, testosterona, tías buenas...), por darle un enfoque "diferente" a una trama que podría haber acabado siendo una de tantas. Bigelow se centra en el aspecto más "cool" del género, más chulesco, pululando ese humor tan típicamente americano por todo el film, del mismo modo que hace hincapié en el drama y explora en el mundo del surf dándole a éste un sentido espiritual, profundo, más que tratarlo como un mero deporte de riesgo, aderezando de grandes dosis de violencia y emoción el conjunto que deslumbran en unas secuencias de acción extraordinariamente bien filmadas, lo que supuso a Kathryn ser toda una influencia para otra futuras realizadoras (por ejemplo ahí están Mimi Leder o Mary Harron) y despuntar en un género cinematográfico en el que siempre suelen imperar los cineastas masculinos. Cuando hablamos de mujeres directoras no todo es Sofia Coppola o Isabel Coixet y acaba ahí la cosa, ¿eh?, hay que tener eso presente.
Keanu Reeves no tiene problemas para interpretar al macarra de Utah, personaje en el que estuvieron considerados Johnny Depp, Charlie Sheen o Val Kilmer, con sus aires chulescos de poli de los '90 y compartiendo protagonismo con Patrick Swayze (y coincidiendo con él tras haberlo hecho cinco años antes en "Forja de Campeón"), quien da vida al indomable Bodhi. Ambos actores, que se hallaban en un momento muy fructífero de sus carreras, se emplearon a fondo para el film, sobre todo el sr. Swayze, quien insistió para hacer él mismo las escenas de acción de la película.

Acompañándolos está John McGinley, Gary Busey, que hace, como siempre, de él mismo; la guapa pero un poco insípida Lori Petty, que está ahí, y con eso le basta, y un jovencillo Tom Sizemore que hace de ese agente de la D.E.A. al que Utah y Pappas le chafan el caso. Aparte del reparto destacan las excitantes escenas de acción que pueblan la película, incluyendo la carrera que se pegan Reeves y Swayze entre callejones y casas, el atraco final o el salto de Johnny desde el avión para caer sobre Bodhi, unidas a una acojonante banda sonora (de la cual me quedo con el tema de RATT, "Nobody Rides for Free", que suena en los créditos finales).
El experimento le funcionó a Bigelow a las mil maravillas, ya que fue un rotundo éxito de taquilla en la época (se recaudó más del triple del presupuesto invertido), convirtió a Reeves y a Swayze en estrellas del cine de acción y fue llamado a ser título de culto entre los fans del género, cosa que el inepto "remake" de Ericson Core jamás será, claro.

...hace ya ocho años que Patrick Swayze, uno de los iconos del cine en los '80 y '90, falleció por culpa de un cáncer de páncreas. Así que, sr. Swayze, como bien le dijo Reeves (en esa escena que ahora resulta un tanto premonitoria) antes de dejar marchar a su personaje de Bodhi para cabalgar aquella última ola, "¡vaya con Dios!".
Chris Jiménez
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27 de diciembre de 2017
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Cierto es que esta película no es gran cosa como tal; más bien se podría decir que es una película de acción más, recopiladora de los clichés clásicos del género. No obstante, es una película con un aura especial que, a mi juicio, la hace distinta a las demás películas del género. Quizá sea por la música; quizá por un desaparecido Swayze al que se echa de menos; quizá porque, aunque todo sea tópico, en esta película se disfruta de ello, sin llegar a cansar. Y es que es una de esas películas que a lo mejor nadie se pone en casa un buen día porque sí, pero que, si la hacen en tv, todos nos quedamos a verla de nuevo, por más veces que la hayamos visto ya. Tiene esa esencia añeja, de unos 90's que antes parecían recientes, pero que, inexorablemente, son cada vez más lejanos. Por eso digo que no es la gran cosa, pero es una película con la que se disfruta bastante. Una película para no pensar, para echar la tarde, y para recordar con nostalgia décadas cada vez más lejanas.

En cuanto a los actores, están correctos sin más; ninguno hace el papel de su vida, ni tampoco lo pretenden.
Respecto de la temática, lo dicho, nada en especial: acción, delincuencia, surferos, amor, etc.
Sobre el metraje comentar que, para mi gusto, es un poco largo. Creo que la parte final se hace algo pesada y que debería haber durado, por lo menos, 25 minutos menos. Parece que le cuesta un tanto acabar.

En definitiva, reseño esta película por lo que he dicho anteriormente, por lo que representa y me transmite, más que por lo que es la película en sí. No recomendaría quizá ponérsela adrede, aunque tampoco sería mala idea; pero sí recomendaría su visionado si alguna vez la echan por la tele para pasar la tarde.

Nota: 6.7/10
gartema
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9 de octubre de 2018
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Aprovecha el momento, ese sería el lema del personaje de Patrick Swayze, un tío al que sólo le importa el presente y vivirlo al límite.

La película tiene buen pulso gracias a la experimentada en el género de acción Kathryn Bigelow, y la química entre los dos personajes protagonistas está bastante lograda, haciéndote partícipe de las decisiones que toman durante el filme. También se agradece la presencia del loco Busey, habitual secundario en películas de acción de los 80/90.

Lamentablemente la película flaquea en su parte final, tirando demasiado de tópicos. Aun así, es muy disfrutable y un buen ejemplo de que el viejo cine de acción sin pretensiones era mucho más divertido y cargado de carisma que el actual.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro_MG
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30 de agosto de 2021
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Considerada como película de culto con los años y como una de las mejores de acción de los 90. Que no os engañen, porque ni uno ni lo otro.
Desaprovechado el reparto muy noventero, solo algunas escenas de acción tienen interés.

La peor película de Kathryn Bigelow con diferencia, una dirección pésima y un guion sin sentido, el final es un bluf total, después de todo lo que sufre el protagonista que permita eso…MAL.

Lo mejor: Keanu Reeves.
Lo peor: Pésima en guion y el título en ingles te lo jode en español.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Shevchenko
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