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Rep. Dominicana La doncella (The Handmaiden)
17.350
Thriller. Drama. Romance
Corea, década de 1930, durante la colonización japonesa. La resuelta joven Sookee es contratada como criada de una rica mujer japonesa, Hideko, que vive recluida en una gran mansión bajo la influencia de su dominante tío. Pero Sookee está allí con un propósito secreto: ayudar a un estafador que se hace pasar por un conde japonés para seducir a Hideko y heredar después la fortuna de su tío. (FILMAFFINITY)
6 de mayo de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirigida por el reconocido director surcoreano Park Chan-wook, adapta la novela inglesa "Falsa identidad" de Sarah Waters. Con un excelente acogimiento por la crítica en su estreno, me animé a ver este film que combina de sabia forma el thriller y el romance. Es un buena película aunque a mi no me llegó tanto como esperaba. Ambientada en los años 30 de Corea, cuenta la historia de Hideko, una mujer rica coreana pero con una miserable vida, vive encerrada en su mansión sometida a su turbio, pervertido y sádico tío y prometido, esclava de él, obligada a leerle libros eróticos de su inmensa colección día sí día también. Pero todo cambia cuando un buen día llega a la casa, de Japón, su nueva criada personal, Sookie, cuya llegada lo cambiará todo, para bien o para mal. La historia se divide en tres partes, la primera desde el punto de vista de Sookie, la segunda desde el punto de vista de Hideko y, por último, el desenlace final. Esto hace que la trama avance lentamente pero no por ello deje de ser interesante. Nos va dando información de a pocos.
Lo mejor: la primera mitad, buena historia, estética impecable (genial el estilo japonés y británico de la casa), muy buena fotografía y actuaciones.
Lo peor: por momentos el ritmo se vuelve un tanto irregular y repetitivo. Y, para mi gusto, las escenas de sexo tan explícito e interminables son innecesarias.
En definitiva, se podría haber contado lo mismo pero sin alargar tanto determinadas escenas. Lo bueno, breve, dos veces bueno.
Lo mejor: la primera mitad, buena historia, estética impecable (genial el estilo japonés y británico de la casa), muy buena fotografía y actuaciones.
Lo peor: por momentos el ritmo se vuelve un tanto irregular y repetitivo. Y, para mi gusto, las escenas de sexo tan explícito e interminables son innecesarias.
En definitiva, se podría haber contado lo mismo pero sin alargar tanto determinadas escenas. Lo bueno, breve, dos veces bueno.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
23 de abril de 2017
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película goza de un poderío visual y artístico altamente inusitado. Es impecable a nivel técnico.
Su director Park Chan-wook nos deleita con escenas que son de 10, tal cuál. Y no lo digo por el alto contenido sexual de muchas de ellas, muy bien filmadas y llevadas a cabo de manera muy natural. No, me refiero sobre todo a ese arte que se ve plasmado dentro de la propia película: esa aristocracia instruida en las bellas artes, tales como la pintura y el dibujo, y también la literatura (literatura erótica en este caso) con mención especial a esas subastas literarias tan artísticas, narradas cálida y sutilmente con la finalidad de vender obras de arte erótico (el porno de la época supongo yo) a grupos de clase alta. Si todas las subastas fueran así sería extraordinario acudir a ellas.
Esta película es arte en sí misma y contiene arte en su interior, y esto es lo que más me ha agradado y cautivado de ella. La música también es excelente. No obstante, y aquí viene lo malo... encuentro la narrativa de este film altamente contraproducente. Su guión es enmarañado y confuso, bastante lioso en unos giros de guión que más que sorprender consiguen que el espectador se pierda por momentos. Es el principal y preponderante agravatorio que le encuentro a esta, eso sí, cuidada película en lo concerniente a todo lo demás.
Su director Park Chan-wook nos deleita con escenas que son de 10, tal cuál. Y no lo digo por el alto contenido sexual de muchas de ellas, muy bien filmadas y llevadas a cabo de manera muy natural. No, me refiero sobre todo a ese arte que se ve plasmado dentro de la propia película: esa aristocracia instruida en las bellas artes, tales como la pintura y el dibujo, y también la literatura (literatura erótica en este caso) con mención especial a esas subastas literarias tan artísticas, narradas cálida y sutilmente con la finalidad de vender obras de arte erótico (el porno de la época supongo yo) a grupos de clase alta. Si todas las subastas fueran así sería extraordinario acudir a ellas.
Esta película es arte en sí misma y contiene arte en su interior, y esto es lo que más me ha agradado y cautivado de ella. La música también es excelente. No obstante, y aquí viene lo malo... encuentro la narrativa de este film altamente contraproducente. Su guión es enmarañado y confuso, bastante lioso en unos giros de guión que más que sorprender consiguen que el espectador se pierda por momentos. Es el principal y preponderante agravatorio que le encuentro a esta, eso sí, cuidada película en lo concerniente a todo lo demás.
A fuego lento
3 de noviembre de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente film del maestro Park Chan-Wook, que una vez más demuestra sensibilidad, tacto, crueldad, pasión, tensión, intriga, morbosidad y erotismo, todo a la vez, en un conjunto de gran calidad cinematográfica.
Enigmática y seductora, como las dos protagonistas de la cinta, esta se adueña del espectador poco a poco, haciéndole sentir sensaciones y sentimientos a menudo contradictorios, siempre contrapuestos, pero convenciéndole en todas sus propuestas, tal es la belleza de sus imágenes narrando una oscura y algo intrincada historia de engaños, secretos, mentiras y sexo... ¿con amor incluido?
Aunque es larga en duración lo cierto es que no aburre ni cansa, antes al contrario, mantiene la tensión, la intriga, el interés, hasta el último minuto, con un último tercio donde sensualidad y violencia, ironía y fino humor junto a crueldad y sadismo, se conjuntan en singular armonía.
Lo mejor es dejarse llevar por la historia, ir descubriendo secretos, viendo dobles lecturas de la historia (adaptación de la novela de Sarah Waters), y así podremos gozar de este encantador aunque a veces duro juego.
Una película a contracorriente, recomendable, con mucho buen cine dentro.
http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/
Enigmática y seductora, como las dos protagonistas de la cinta, esta se adueña del espectador poco a poco, haciéndole sentir sensaciones y sentimientos a menudo contradictorios, siempre contrapuestos, pero convenciéndole en todas sus propuestas, tal es la belleza de sus imágenes narrando una oscura y algo intrincada historia de engaños, secretos, mentiras y sexo... ¿con amor incluido?
Aunque es larga en duración lo cierto es que no aburre ni cansa, antes al contrario, mantiene la tensión, la intriga, el interés, hasta el último minuto, con un último tercio donde sensualidad y violencia, ironía y fino humor junto a crueldad y sadismo, se conjuntan en singular armonía.
Lo mejor es dejarse llevar por la historia, ir descubriendo secretos, viendo dobles lecturas de la historia (adaptación de la novela de Sarah Waters), y así podremos gozar de este encantador aunque a veces duro juego.
Una película a contracorriente, recomendable, con mucho buen cine dentro.
http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/
17 de abril de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante propuesta que oscila entre la exquisitez y lo escabroso de las relaciones personales que tiene lugar en el contexto de un ambiente seductor, una fotografía de gran hermosura y una banda sonora muy delicada
Su tono intimista y susurrante se convierte, por momentos, en violenta llamarada que amenaza arrasarlo todo.
Transida de erotismo y sensualidad, la película fluye con dulzura y suavidad al compás de ese ritmo sugerente que P. Chan-wook sabe imprimir. Su cadencia sólo se rompe cuando las inesperadas sinuosidades del argumento obligan a una nueva toma de posición.
Largometraje íntegral, elegante, algo rocambolesco pero dotado de hondo calado social y cultural.
Su tono intimista y susurrante se convierte, por momentos, en violenta llamarada que amenaza arrasarlo todo.
Transida de erotismo y sensualidad, la película fluye con dulzura y suavidad al compás de ese ritmo sugerente que P. Chan-wook sabe imprimir. Su cadencia sólo se rompe cuando las inesperadas sinuosidades del argumento obligan a una nueva toma de posición.
Largometraje íntegral, elegante, algo rocambolesco pero dotado de hondo calado social y cultural.
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