Excelente film del maestro Park Chan-Wook, que una vez más demuestra sensibilidad, tacto, crueldad, pasión, tensión, intriga, morbosidad y erotismo, todo a la vez, en un conjunto de gran calidad cinematográfica.
Enigmática y seductora, como las dos protagonistas de la cinta, esta se adueña del espectador poco a poco, haciéndole sentir sensaciones y sentimientos a menudo contradictorios, siempre contrapuestos, pero convenciéndole en todas sus propuestas, tal es la belleza de sus imágenes narrando una oscura y algo intrincada historia de engaños, secretos, mentiras y sexo... ¿con amor incluido?
Aunque es larga en duración lo cierto es que no aburre ni cansa, antes al contrario, mantiene la tensión, la intriga, el interés, hasta el último minuto, con un último tercio donde sensualidad y violencia, ironía y fino humor junto a crueldad y sadismo, se conjuntan en singular armonía.
Lo mejor es dejarse llevar por la historia, ir descubriendo secretos, viendo dobles lecturas de la historia (adaptación de la novela de Sarah Waters), y así podremos gozar de este encantador aunque a veces duro juego.
Una película a contracorriente, recomendable, con mucho buen cine dentro.

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