Cuando el viento sopla

"Cuando el viento sopla" es una película animada dirigida por Jimmy T. Murakami y basada en el cómic homónimo de Raymond Briggs. Estrenada en 1986, esta obra maestra del cine de animación aborda de manera conmovedora y desgarradora las consecuencias de un posible ataque nuclear durante la Guerra Fría.

La historia sigue a un anciano matrimonio, Jim y Hilda Bloggs, quienes viven en una zona rural de Inglaterra. La pareja, a pesar de su ingenuidad y aparente desconexión con el mundo exterior, encarna la vulnerabilidad de las personas comunes frente a una amenaza tan devastadora como un ataque nuclear. La animación, aunque simple, logra transmitir la ternura y fragilidad de los protagonistas.

La película utiliza un enfoque único al combinar la ternura de los personajes con el horror de la situación. La banda sonora, compuesta por Roger Waters, antiguo miembro de Pink Floyd, contribuye enormemente a la atmósfera general de la película. La elección de utilizar música tranquila y melancólica crea un fuerte contraste con la realidad aterradora que los personajes enfrentan.

La narrativa logra equilibrar hábilmente la esperanza y la desesperación, explorando la capacidad del ser humano para aferrarse a la normalidad incluso en las circunstancias más extremas. La animación, aunque aparentemente sencilla, resalta la belleza de la vida cotidiana y la ironía de que, incluso en medio de la catástrofe, la pareja continúe con sus rutinas diarias.

"Cuando el viento sopla" es una crítica profunda a la carrera armamentística y la amenaza nuclear que pesaba sobre el mundo durante la Guerra Fría. A través de los ojos de Jim y Hilda, la película logra transmitir un mensaje impactante sobre la necesidad de comprender las consecuencias reales de la guerra y la importancia de la paz. En definitiva, es una película que no solo cautiva por su estilo de animación único sino que también deja una impresión duradera por su poderosa narrativa y su abordaje valiente de un tema tan delicado como relevante.

Jim (la voz de John Mills en la original versión) e Hilda Bloggs (Peggy Ashcroft) están viviendo una tranquila jubilación en su casa de campo, cuando sucede lo impensable. Ya desde el comienzo del film se preconiza lo que después sucederá, así el vapor de la tetera hirviendo al principio de la película toma la forma de una nube en forma de hongo. Felizmente parloteando sobre sus aventuras en la Segunda Guerra Mundial en el 'Blitz' (ataques aéreos Nazis sobre Inglaterra), la ingenua pareja sigue debidamente los consejos del folleto del gobierno y construyen un refugio con puertas y cojines, luego siguen con sus asuntos, pero mientras tanto se les cae el pelo y llueve polvo. De los creadores de Yellow Submarine y The Snowman, ¡un nuevo clásico de la animación británica! ¡La historia de los Bloggs y la Bomba atómica! . Mece a tu bebé en la copa del árbol, Cuando sople el viento, la cuna se mecerá, cuando la rama se rompa, la cuna caerá, - ¡Y caerá bebé, con cuna y todo!. ¡Una visión horripilante del mañana!.... ¡No es un cuento de hadas!.

Esta es una película agradable y sensible sobre un matrimonio británico jubilado cuando su vida pacífica e ingenua que acontece en el campo es destruida por una guerra nuclear. Ha habido suficientes films post-nuclear, tratando con el susodicho apocalipsis para constituir un género, pero nunca ha habido nada parecido a la versión del veterano animador Jimmy T. Murakami del libro de dibujos animados de Raymong Briggs. Apenas tres años después del estreno de esta película en Alemania, el Muro de Berlín cayó de manera bastante pacífica y solo tres semanas después terminó la Guerra Fría. La animación imaginativa y colorida alcanza su mejor momento y la película es más efectiva durante las secuencias de sus reminiscencias, cuando el recorrido diario de sus vidas pasadas se ve como un deleite en lo ordinario y en una historia que no sólo está algo olvidada sino literalmente borrada. El film sobresale con la lenta degradación de la íntima pareja que es casi insoportablemente conmovedora. La única nota de esperanza es que podría llegar a algunas personas que tienen voz y voto en estos asuntos. Vale la pena retener en el recuerdo de los siempre entrañables Jim e Hilda, con las voces de dos grandes veteranos actores británicos: Peggy Ashcroft y John Mills, si es el caso que vean el film con subtítulos. Tanto Dame Peggy Ashcroft como Sir John Mills ganaron sus premios Oscar mientras aparecían en las epopeyas de Sir David Lean. Además, Roger Waters, David Bowie, Squeeze, Genesis, Hugh Cornell y Paul Hardcastle contribuyeron a la encantadora banda sonora. Originalmente, David Bowie estaba programado para grabar varias canciones para la película, pero solo pudo contribuir con la canción principal debido a limitaciones de tiempo con respecto a su próximo álbum "Never Let Me Down". En cambio, Roger Waters compuso la mayoría de las canciones de la película.
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Esta película formó parte de un ciclo que surgió durante los años setenta y ochenta sobre la amenza nuclear, el apocalipsis y los riesgos de la energía nuclear. Otras películas incluidas son las siguientes: The Ultimate Warrior (1975), Twilight's Last Gleaming (1977), El síndrome de China (1979), Silkwood (1983), Testament (1983), Threads (1984), War Games (1983), The after day ( 1983), El café atómico (1982), Whoops Apocalypse (1982), Boletín especial (1983), Zona cero (1987), Hiroshima (1983), Rules of Engagement (Reglas de enfrentamiento) (1989), Cartas del hombre muerto (1986), Memorias de un Superviviente (1981) y Peligro: Reacción en cadena (1980). El film estuvo bien dirigido por Jimmy T. Murakami. Nació el 5 de junio de 1933 en San José, California, EE. UU. como Teruaki Murakami y falleció en Dublín, 2014. Es conocido por su trabajo en Breath (1967), Humanoids from the Deep (1980), Heavy Metal (1981), The Christmas Story Keepers (1998), The Easter Story Keepers (1998) y Kate Bush: rey de la montaña ( 2005). Y Cuando sopla el viento (1986) que fue su mayor éxito junto con una película de ciencia ficción titulada Batalla más allá de las estrellas (1980) producida por Roger Corman. Calificación 'Cuando sopla el viento' (1986): 7,5/10. Notable film, mejor que el promedio ordinario.
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Yo veo ahora este tipo de películas de hace 40 años y me pregunto hasta qué punto es importante la calidad de la animación en una película de animación para despertar emociones en quien la ve. Harto estoy de ver películas actuales de animación cuidadas hasta el último detalle visual, donde los colores, las luces, el movimiento y la perspectiva se exhiben de manera desproporcionada e hipervitaminada aproximándose más a un estado alucinógeno que a otra cosa y que sin embargo en el fondo son una verdadera porquería. Y sin embargo ves a esta pareja de abuelitos dibujados con trazo sencillo y se te ponen los pelos de punta.

¿Y qué es esta historia? Pues se trata de una pequeña joya del cine creada para abordar con sencillez y dureza los miedos e inseguridades derivados del poder potencialmente incontrolable e ingobernable de las bombas nucleares, ambientada durante la Segunda Guerra Mundial pero creada y parida bajo la influencia de unos años 80 teñidos de cierta incertidumbre en los que la Guerra Fría aún estaba dando sus últimos coletazos. La magia de esta película está sin duda en una pareja protagonista que nos transmite perfectamente esta incertidumbre y esta inseguridad hacia un poder nuclear no del todo bien conocido pero perfectamente manejado mediáticamente por los gobiernos de una forma totalmente tendenciosa y partidista para jugar a manejar a las masas a su antojo a la vez que exhibir músculo y capacidad de autocontrol y gestión. Una buena película para darse cuenta del poder de influencia sobre la gente cuando se trata de abordar temas desconocidos e inquietantes para el prójimo. Y es que no es bueno abandonar por completo el sentido común para dejarte caer completamente en brazos del dictado de quien te gobierna. Nada bueno hay en ello. Puede que el que mande sea mucho más tonto que tú y te lo oculte con un bonito envoltorio que aparente lo contrario.

Pero no todo es política e incertidumbre en esta peli, porque ante todo es una historia de amor incondicional para proteger hasta la última de las consecuencias a quien amas para que sus miedos y sufrimientos se difuminen y se hagan más llevaderos. Esto se plasma con franca crueldad en una atmósfera que se va tornando cada vez más turbia e irrespirable y dibujando un panorama que nos consigue ir apretando progresivamente hasta decir basta. Pudiera parecer que hay mucha ingenuidad en esta pareja de ancianos, pero más bien representan la forma perfecta de cómo quitar hierro a un laberinto sin salida en el que se asume con estoicismo y esperanza el oscuro porvenir de los acontecimientos. Tiene ese toque de ternura que engancha y se te clava para dejarte con un inquietante malestar que busca herirte por simple erosión. Viendo esto, más de uno pensará que la vida es demasiado corta como para entregársela en manos de putos gobernantes sin sesera y más de uno hará de su capa un sayo pensando que aquí hemos venido básicamente a sufrir porque en el fondo no dejamos de ser un simple número estadístico para políticos e historiadores. Menos mal que siempre nos quedará un amor dibujado con lápices de colores para hacerlo todo más llevadero.

LO MEJOR:
- Hecha para los que gustan de historias sencillas y sinceras.
- Un amor de verdad no tiene por qué ser empalagoso.
- Te encajona, te acorrala y te patea hasta el último rincón de tu alma.

LO PEOR:
- Su excesiva fe en la obediencia sin sentido.
- Que efectivamente hay gente que se tira por un acantilado si le dicen que lo haga.

Película tontorrona a más no poder, ya comienza mal con una horrible canción de David Bowie durante los créditos de inicio. La pareja de jubilados protagonista no es capaz de ver la evidencia de lo que pasa ni aunque les golpee las espinillas con un bate. Llegados a un punto, uno es incapaz de sentir la menor empatía por los dos ancianos, ni pena por lo que el destino les depara. Tal es su cargante cháchara, la de ella sobre lo mal que está la casa después de la explosión nuclear, la pertinaz racionalización (desde la más absoluta irracionalidad) de cada suceso que hace él. En su ingenuidad extrema, carente de toda verosimilitud, llegan al punto de evocar con nostalgia su juventud durante la II Guerra Mundial, como si aquello hubiera sido una época digna de recordar con cariño. Si la película pretendía despertar la ternura o la simpatía hacia los protagonistas, considero que, entonces, fracasa por completo.

No puede ir a verla el cuando la estrenaron 1986, menos mal!. Yo tendría 19 años, y no era tan ingenuo en esa época, como los 2 protagonistas.

Los dibujos son del estilo de Caillou, penosos ahora y para aquella época.
El guion y los diálogos ridículos.
El estilo mezclado con imagen real, no lo entiendo.

La gente que le ha puesto un 10, ¿Sabe lo que significa un 10? es la perfección!

Totalmente prescindible.