Mi semana con Marilyn

Interesante muestra de cine sobre el cine que muestra la cara oculta de la mítica Marilyn Monroe, interpretada por la excelente Michelle Williams. Ella y Kenneth Branagh como Laurence Olivier dan vida a un film en el que también destacan los secundarios, tales como la adorable Emma Watson y la siempre perfecta Judi Dench. Todos ellos logran que la falta de un protagonista de interés o de una historia mejor bordada destrocen el film.

El principal problema de "Mi semana con Marilyn" es que la idea inicial, mostrar la trágica personalidad de Marilyn, no ha sido explotada tal y como podría. Casi queda perdida entre las tonterías de ésta en los rodajes y los líos personales del aburrido protagonista. Aún así es entretenida y resultará curiosa para todos los amantes del cine, aunque sólo sea por permitirles sentirse uno más en un rodaje con nada más y nada menos que ¡Sir Laurence Olivier y Marilyn Monroe!

O he visto otra película o tengo un serio problema en valorar películas que, en mi opinión, vienen algo sobrevaloradas. Marilyn. Solo su nombre es ya insustituibles. Ya la vecina se puede llamar Marilyn del Cristo Hernández que lo primero que se te vendría a la mente es "Marilyn" Ya se considere sex-symbol, musa, incomprendida, juguete, lista, llevadera, inocente, si hizo un papel o siempre fue natural y se reflejó tal cual era, es Marilyn. Como ya está apuntado, por eso es un mito.

¿Que en la peli no parece que lleguemos a conocerla tampoco? Claro. El título especifica que es solo una semana. Además, ¿acaso se llegó a conocer realmente en la vida real o después de ella? ¿Acaso la conocemos por poseer miles de datos, detalles sobre su vida o que supuestamente ella haya escrito? Claro. Por eso es un mito. No aclaro nada nuevo.
Ahora bien. Por otro lado, es cierto que no parece que sea una semana peculiar y trascendente para narrar y de la cual obtengamos nueva o distinta información de la que ya poseemos acerca de su ella verdadera y de su alter ego.

Desde mi punto de vista, la película no es para tirar cohetes. La actuación de Michelle Williams está genial. Innegable que se esforzó lo inimaginable, sabiendo el peso que tendría y consecuencias de ambos a favor y los en contra; pero no logra embaucarme, lo siento. Me tira el recuerdo a Marilyn y por mucho que intento no comparar, siempre me viene a la mente "pero es que no terminar de encajar, no termina de encajar, tiene algo que no...". Creo que a Michelle le pudo faltar una frescura y desparpajo más natural, más que presentarla como la fresca juguetona del manido tópico que tienen de ella. Tanto es así, que en muchos momentos no es que sea solo la típica rubia tonta, a más, la reflejan como si fuera estúpida, voluble e inanimada la mayor parte del tiempo; en otros momentos solo vemos lo de siempre, lo manido, la chica que causa furor mediático y sexual.

No pido un dramón donde se registren los últimos días de Marilyn protagonizados y paridos por la decadencia y la depresión absoluta. No. Tampoco intento expresar que la pusieran como una mujer guerrera, de armas tomar o que fuera antipática o prepotente. Tampoco. Me hubiese gustado que hubiesen dado algo más o esa parte que no enseñan de Marilyn por los motivos que sean, en vez de describirnos a Norma como si fuera un bicho raro y algo pueril.

Está bien, muy buenas actuaciones para lo poco que cuenta, aunque no es brillante ni reveladora. No me decido a concluir si me supo a poco o me dejó con mal sabor de boca al esperar algo diferente. Ya sé. Creo que se ha limitado a ser una película delicadamente correcta y correctamente delicada para no herir un bando ni otro.

En un año en el que el cine se rinde a sendos tributos cinematográficos (aparentemente cercanos y en realidad tan dispares) como The Artist y La invención de Hugo, no podría ser menos el mito de Marilyn Monroe, y más siendo esta la fecha en la que se cumple el 50 aniversario de su muerte. Por ello el resultado final de esta anécdota hecha película es ciertamente desilusionante. Nos encontramos frente a un convencional drama ligero sin mayor riesgo ni intención de adentrarse en la compleja vida de Norma Jeane, o sin ninguno más que el de aportar poco sutiles datos sobre su controvertida personalidad y sus polémicos escarceos amorosos, dando lugar a una película fascinada en exceso por el mito, demasiado respetuosa y cándida, tanto que al mismo tiempo lo difumina, quedando solo la magnífica (re)interpretación de Michelle Williams a la altura de ese mito inimitable.

Desconcierta que una película acerca de la fascinación que siente un joven sobre el cine, que culmina con su encuentro fugaz con la mismísima Marilyn Monroe (que puede ser lo más cercano a hacerle el amor a un fotograma), no encuentre su tiempo –ni el tempo- para adentrarse en esa relación, en esa conexión que se produce entre ambos, entre cine y mito. Culpable de ello es un montaje que acontece demasiado rápido, el ritmo es tan ligero que no alcanza a conseguir transmitir ese fascinación, al contrario, da un reflejo fascinado que lejos de mostrarnos con intensidad esa semana con Marilyn, más bien vuelve una mirada complaciente al icono que todos conocemos. Simon Curtis se deja influir por este respeto al mito y la dirección está más pendiente de lo superfluo que de lo oculto, dejando escapar esos pequeños instantes íntimos al estar plagada la narración de lugares comunes y diálogos carentes de toda sutileza ni capacidad de fascinación.

Del mismo modo, la oportunidad que se prestaba en el guión al metacine con el rodaje de El príncipe y la corista (1957) deja cierto sabor agridulce. Aunque no en vano, las complicaciones durante el rodaje, la interpretación de varias escenas del film por una esforzadísima Marilyn Williams y el cruce de egos entre ella y Laurence Olivier dan lugar a los mejores momentos del film, pero no dejan de estar más ligados a lo anecdótico que a lo puramente cinematográfico, para los que el cine y Norma Jeane todavía tendrán que esperar.

Se agredece el gran esfuerzo de Michelle Williams por emular a la Monroe...pero se queda a medio camino. Nadie podrá igualar o imitar a la perfección el icono que era (y es) Marilyn Monroe. Su aura, no está con esta actriz. Su alma. Como decía Michelle Wiliams hace todo lo posible, que es mucho, pero el mito, la leyenda, se la merienda con patatas. La película retrata fielmente el rodaje de la película "El principe y la corista", en el que un tiránico Laurence Olivier (mucho mas tirano en la realidad) cuenta con Monroe para el papel principal. La película es muy fiel en cuanto a recreación de ambientes y escenarios, pero el montaje es un tanto inadecuado para esta película. Demasiado rápido, demasiados cortes...El mundo Marilyn está también muy bien retratado, incluyendo algunas frases, momentos y personajes míticos en la vida de la actriz. La fotografía, me dió la sensación de que saltaba en algunas ocasiones, aunque la mayoría del tiempo es excelente. En fin,una película que podría haber sido mucho mejor de lo que es, pero que no está mal en definitiva.

Digo lo de biografía equivocada no por que este mal fechada ni nada por el estilo. Tan solo que es una parte de la vida de Monroe poco llamativa y en un periodo corto de tiempo. Pienso que el personaje es lo bastante interesante como para explayarse un poco más en su vida y filmar una biografía completa. Cosa que se hará en breve.
La verdad es que esperaba ver algo más, me he quedado con ganas de ver algo más de su vida no una parte tan sosa como esta. Hubiera estado mejor conocerla algo más y mejor ya que lo que nos muestra el director no tiene mucha chicha y no la terminamos de conocer. Si no que nos parece un personaje raro inexplicablemente.
En definitiva la cinta se deja ver entretiene pero nada más allá excepto algunas buenas tomas y la interpretación de Williams.
Lo mejor: La interpretación y caracterización de Michelle Williams.
Lo peor: No es demasiado interesante.
Mejor escena: En el lago.
Las frases: El es un gran actor que quiere ser una estrella y usted es una estrella que quiere ser una gran actriz.
Ojala este cuando cumpla los cuatrocientos años.
Me pregunto como sera ser la mujer mas famosa de la tierra.
Que dulce es la desesperación del amor.