Haz click aquí para copiar la URL

¿Quién teme a Virginia Woolf?

Drama George y Martha son un matrimonio que se profesa un odio salvaje. Ambos tienen personalidades autodestructivas, conocen perfectamente las debilidades del otro y saben cómo exasperarlo. George es un profesor de historia alcohólico. Martha, la hija del director de la universidad donde George da clases, es una mujer frustrada y vulnerable. Un sábado por la noche, después de una fiesta, invitan a su casa a un nuevo profesor y a su esposa. ... [+]
<< 1 8 9 10 11 13 >>
Críticas 63
Críticas ordenadas por utilidad
6 de agosto de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una muy buena adaptación al cine de la obra de teatro con una casa que parece real. Una relación toxica donde las haya en la que una pareja que se quiere, pero que compite todo el tiempo, llevan hasta el extremo su rencor y su odio mutuo, jugando a hacerse daño. Todo esto lo hacen mientras beben alcohol y llevan el juego hasta el limite mas autodestructivo que la cordura puede soportar. La bebida en una relación tormentosa ejerce un efecto parecido a echar gasolina a un incendio.

Ademas en su perversa manera de amarse, involucran a otra pareja con el único fin de traspasarles su amargor y su infelicidad.

Richard Burton y Elizabeth Taylor hacen dos grandiosas interpretaciones, ella quizás la mejor de su carrera. Llegaron a trabajar en una docena de películas juntos y estuvieron casados dos veces, la química entre ellos era innegable.
pikuet
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de enero de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mike Nichols es uno de los cineastas más importantes de mi vida. Alguien que se presenta al mundo en 1966 con una ópera prima de la dimensión de “¿Quién teme a Virginia Woolf?” no es de este mundo. Si al año siguiente estrenas “El graduado”, es que has cambiado las reglas del juego para siempre y has abierto de una patada la puerta al Nuevo Hollywood de la década de los 70, la mejor de la historia. Todas las miserias del ser humano en general y del matrimonio en particular se desparraman ante nuestros ojos en esta obra maestra, un alegato contra las sustancias nocivas que las instituciones matrimonial y familiar inoculan en el ser humano de una fuerza agresiva jamás vista antes. Y todo ello rodado con unos alardes visuales antológicos que marcaron a toda una generación de cineastas. Una de las grandes cumbres del Séptimo Arte.

Elizabeth Taylor y Richard Burton interpretan, en un ejercicio instrospectivo que daría para muchas páginas de análisis porque entonces estaban casados, a un matrimonio que ha llegado a ese punto al que convergen la mayoría de ellos en el que se odian mutuamente y desprecian de forma superlativa. Lo suyo es un campo de batalla continuo y más cuando el alcohol los desinhibe. Tras una fiesta en casa del padre de ella, Decano de una prestigiosa universidad norteamericana donde ambos cónyuges dan clase, vuelven a casa bastante borrachos, escupiéndose todo el odio acumulado en tantos años de matrimonio y a la espera de que aparezca otro matrimonio joven, él docente recién llegado, al que han invitado a tomar “la última copa”. La representación de todo lo que guardan dentro está por comenzar, sobre todo esa noche alcoholizada y con público.

Pero, por si el argumento no fuera suficiente, la puesta en escena de Mike Nichols aún logra incomodar y violentar más al espectador a través de unos movimientos de cámara inauditos, unos encuadres modernamente rupturistas y algunos planos holandeses que entiendo entre los mejores que haya dado el cine.

Al tratarse de la adaptación de una obra teatral de Edward Albee, además de los alardes de caligrafía visual de un genio como Mike Nichols, son las interpretaciones las estrellas de la función y, sin duda, pocas veces en la historia del cine a la altura que se paladea en este film: el poder autodestructivo de Elizabeth Taylor (Oscar a la Mejor Actriz por esta película) y Richard Burton interpretando al matrimonio protagonista es inabarcable (cuánto de real y cuánto de interpretación habría en todo ello, no puedo dejar de preguntarme mientras que la veo), pero aguantan el tipo la pareja que interpreta al otro matrimonio joven que viene de visita, tanto George Segal como, sobre todo, la gran Sandy Dennis (Oscar a la Mejor Actriz Secundaria por esta cinta), una de las mejores actrices secundarias que haya dado el cine y que siempre logra dejarme anonadado. El momento del film en el que su personaje grita: “¡Eso, sí, violencia, violencia!” hiela la sangre.

129 minutos de denso texto dramático que se escurre entre los dedos mientras nos revolcamos en la pocilga de la esencia humana ante unos personajes que son todos ellos repugnantes, mostrando la parte más sórdida y vomitiva de lo que somos y cómo lo somos.

Merece comentario aparte la dirección de fotografía de Haskell Wexler (Oscar merecidísimo) en un blanco y negro que me resulta uno de los más bellos que he visto en toda mi vida proyectado en una pantalla. Así como la siempre oportuna partitura musical de Alex North con un tema principal interpretado con guitarra absolutamente maravilloso.
Sergio Berbel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de mayo de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable drama psicológico que adapta brillantemente con dirección de Mike Nichols y producción y guión de Ernest Lehman una controvertida obra de teatro de Edward Albee centrada en la constante pelea dialéctica entre un matrimonio que lo más agradable y cordial que se llegan a decir en algunos momentos es "mierdecilla" o "hijo de puta".

La película, que no oculta en absoluto su raíz teatral en la puesta en escena, ya deja claro desde el principio mediante un diálogo cinéfilo la tensa relación entre marido y mujer. Por cierto, el film que intentan adivinar es el melodrama con toques de thriller negro "Más Allá Del Bosque" (1949) de King Vidor.

En el transcurso de la ajetreada madrugada, y ya con testigos, derroche desmesurado de alcohol y algún que otro baile de estímulo sexual, la batalla de sexos con oculto secreto familiar se sigue desarrollando por diferentes senderos que conducen también a dilucidar características peculiares en la unión entre la joven pareja de invitados.

Los diálogos resultan mordaces, lacerantes...a través de comentarios tan directos como sarcásticos y cínicos, mientras que las extraordinarias interpretaciones sustentan con autenticidad la irrespirable tirantez del ambiente.

Elizabeth Taylor está inmensa en su personaje lleno de fuerza y provocación, llevándose el Oscar a la mejor actriz principal.
Por su parte, una genial Sandy Dennis como frágil e ingenua amante del coñac consiguió igualmente la dorada estatuilla en la categoría de mejor actriz de reparto.
BartonKeyes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6 de marzo de 2015
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película de diálogos con pocos personajes. Los actores, impecables... pero dura dos largas horas y diez minutos; es como una paranoia a la que pretenden dar sentido con una frase al final de la película... demasiado tarde para acabar con el aburrimiento que se arrastra desde más de una hora antes. Leo que Virginia Woolf fue una escritora feminista, pero la frase que da título a la película no es más que un canturreo en algunos momentos, que parece que viene a significar algo así como ¿Quién teme vivir sin ilusiones?... y no hubiera deducido ese sentido de no haberlo leído, aunque igual es porque desconozco la obra de esa escritora. Como conclusión ¿De dónde sacó esta película tanta nominación a los Oscar (13)?
Tomás Vega Moralejo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de agosto de 2013
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película basada en una obra teatral que se desarrolla a lo largo de la noche del sábado y la madrugada del domingo, principalmente en la casa de la pareja protagonista y el patio, además de algunas escenas en un bar y exteriores.

Luego de una fiesta, George (Richard Burton) y Martha (Elizabeth Taylor) invitan a su casa a un matrimonio más jovial, compuesto por Nick (George Segal) y Honey (Sandy Dennis) a que tomen unos tragos y conversar.

La velada resulta ser bastante movida, influenciados por el alcohol y las ganas de “humillar públicamente” a sus parejas, se desata casi que el mismo infierno en este hogar, George y Martha se profesan odio mutuo después de tantos años.

La otra pareja dejan en cierto momento de ser simples observadores a tomar mayor importancia para la historia, no quedándose atrás. Los cuatro personajes no se quedan cortos sacando los “trapos sucios”.

La película es monumental, presenta un guión esplendido a cargo de Ernest Lehman, con múltiples diálogos que enriquecen la trama, uno de los puntos más altos puesto que se sirve totalmente de esto y tiene prioridad.

Presentando a lo largo del metraje alta dosis de sarcasmo, de celos, que pone en vilo la relación matrimonial de los protagonistas, sus deseos, sus frustraciones, sus éxitos, sus fracasos y el ser padres, parte fundamental en el film.

De las actuaciones hay poco que decir, salvo que son monstruosas e impactantes, en especial el duelo entre Burton y Taylor (casualmente eran pareja en la vida real por entonces), impresionante como se meten en sus papeles.

La dirección a cargo del debutante Mike Nichols es realmente esplendida, más parece el producto de un director consagrado, pero no, Nichols se sirve de seguir la influencia teatral original de la obra, sin caer en ningún momento en la monotonía o volverse aburrida.

En síntesis Who's Afraid of Virginia Woolf? es una película esplendida, ciertamente hay que sacar el tiempo idóneo para verla y disfrutarla a plenitud, una obra monumental con un clímax final impresionante que nos deja exaltados.
10P24H
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 8 9 10 11 13 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow