Jack y su gemela (Jack y Jill)

Tootsie con Dustin Hoffman, Sra. Doubtfire con Robin Williams y la que nos atañe, Jack y su gemela con Adam Sandler. ¿Qué tienen éstas tres en común? El actor principal se disfraza de mujer, aunque en el casa de la película con Sandler, no es por necesidad, es que interpreta a dos personajes, gemelos para más inri, y uno de ellos mujer.
Me ha parecido, y dejándome llevar, una simpática e inofensiva comedia con Adam Sandler interpretando a dos gemelos. Algo bizarro eso de ver a Sandler como mujer, luego no se podrá dormir por la noche y tal, lo sé, es algo que hay que verse. Eso sí, antes me quedo con Sígueme El Rollo, aunque en Jack y su gemela también tiene sus puntos graciosos (ejemplos: ese Al Pacino interpretándose a sí mismo tiene buenas secuencias, sus instantes en el teatro o la escena cuando Jill, y que se puede ver en el trailer, o sea que no es ningún spoiler, a fin de cuentas, rompe el Oscar que Pacino tiene en su casa). Katie Holmes como la mujer de Sandler, es algo que cuesta de creerlo, antes me lo creería más si fuera, yo que sé, Jennifer Aniston, le pega más, a la Holmes la veo más jovencita para él. Una película con cameos de amiguetes del actor, a lo Santiago Segura en Torrente, y es curioso, a Segura le vemos en algunas secuencias de macho ibérico y su frase "lo que pasa en Mallorca, se queda en Mallorca". De todos modos, aunque en el trailer parece que salga mucho, el que hace más acto de presencia es Eugenio Derbez (en España no lo conoce ni el tato, en USA es un actor más conocido). Mencionar, además, los títulos de crédito finales con la aparición de varios gemelos de verdad. Bueno, pues, esta cinta sirve tanto para fans del actor como para lo que queráis pasar una hora y media sin preocupaciones.

Bueno, empiezo por decirles que yo creo que es la películas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas PATÉTICA que he visto en mi vida...
1-Argumento sin sentido.
2-Personajes penosos.
3-Humor malo. (Malísimo, mejor dicho)

Por favor... yo la descargé de internet, la ví..y tal cuál acabé de verla la borré del ordenador y hasta el día de hoy no la he echado de menos....
No sé como pueden dejar que estrenen películas así en algunos países...
P E N O S A

A lo largo de la historia de la comedia ha quedado patente lo util que es el recurso de travestir a un hombre y plantear todo tipo de situaciones al respecto. De ahí que los productores de "Jack y su Gemela", trataran de contar una historia en la que el travestismo fuera un valor añadido. Sin embargo, se equivocaron al tratar de meter con calzador el travestismo al vestir con ropa de mujer a un personaje que debería de haberse interpretado por una mujer en vez de por un hombre.

Jack es un hombre felizmente casado que año tras año siente terror ante la visita de su estrambótica hermana gemela. Jill, su hermana, siempre ha sido el patito feo rechazado por todo el mundo por sus maneras poco femeninas y sus extrañas costumbres que cada año va a visitar a su hermano para huir de esa soledad. El encuentro de ambos durante este año deparará situaciones que ninguno de los dos hubiera imaginado.

El gran fallo de este largometraje es, sin duda, pretender hacer humor con Adam Sandler travestido, cuando hubiera sido mucho más divertido que el papel de Jill lo interpretara una actriz dadas las cualidades poco femeninas del personaje en cuestión. Evidentemente, de esa manera, no se hubiera podido dar uno de los gags más importantes del film; pero dicho gag tampoco resulta excesivamente divertido. Dejando travestismos a parte, la película cuenta con todos los ingredientes típicos en este tipo de películas, en especial un humor gamberro y un final moralizador.

Lo que más me sorprendió de la película es la presencia de un actor como Al Pacino que no pega para nada en este tipo de películas. Sin embargo, hay que reconocer que borda su papel. Respecto a los actores, hay que destacar la interpretación de Adam Sadler que vuelve a repetir el mismo papel que ha repetido en gran parte de sus trabajos, y un Santiago Segura que interpreta a un personaje al que si le cambias el nombre por Torrente no cambiaría nada. Finalmente, recalcar la poca participación de una Katie Holmes que creo que hubiera podido aportar mucho más.

La dupla Sandler-Dugan (protagonista y director respectivamente) ha creado unos cuantos truños a lo largo de los años, desde más o menos, mediados de los noventa. Vendrían a ser como la versión cutre y patética de Depp-Burton (aunque estos dos también se han mandado sus mocos, todo hay que decirlo), que juntos, no forman un cerebro completo, pero aún así son capaces de crear (si se puede usar la palabra) una película por año aproximadamente, que por lo general son un fiasco desde todo punto de vista, pero que, extrañamente, logran alcanzar un éxito desmesurado. Lo sorprendente es la capacidad de estos dos lobotomizados de redoblar la apuesta cada vez con un nuevo producto pestilente y malsano. Sin embargo, yo, ingenuo de mí, pensaba que todo tenía un límite, que después de las dos películas de Niños Grandes (puajjj), ya no se podía caer más bajo. Pero no, Beavis y Butthead,lo han logrado, amigos y vecinos. Han hecho lo que jamás habíamos imaginado, o no queríamos imaginar: terminar de destrozar la comedia con la apoteosis de la imbecilidad y lo zafio que representa Jack and Jill.

Lo que queda más que claro es el absolutamente nulo talento de Sandler para la interpretación polifacética. Quiero decir, Sandler no es Eddie Murphy; es totalmente incapaz de hacer varios personajes a la vez en una misma película (dejando de lado el hecho que Murphy también ha hecho varios truños). Hace lo mismo que podría hacer yo si me pusiera una peluca, dos melones por pechos, un vestido de mujer y empezara a hablar con una voz aguda y chillona. ¿Sería gracioso? Lo dudo. Lo dudo mucho. Sería ridículo, patético, infame. Bueno, eso es esta película, eso es Sandler. Toda la película es Sandler hablando con voz normal y Sandler hablando con una voz chillona insoportable y usando peluca. En ningún momento nos podemos creer que son dos personajes distintos, que son dos personalidades separadas. Es Sandler por dos. Así que imagínense.

Pero aún suponiendo que Sandler tuviese el talento suficiente como para hacer dos personajes, la película sigue siendo una basura. El guion, si es que realmente existió, y tengo mis dudas, es lo más insultantemente estúpido que cabe imaginar. Los chistes guarros son de lo menos gracioso, son lo que los pseudoguionistas rascaron del fondo de la olla de los chistes de Porky's. Por no mencionar la gran cantidad de racismo, misoginia y antisemitismo que pulula por toda la película. Y es que ni siquiera eso está planteado de manera inteligente o sutil y eso es lo peor. Todo son chistes de brocha gorda sobre estereotipos mexicanos, judíos, homosexuales, etc., que atrasan por lo menos 30 años. Algo que solo un viejo rancio o un adolescente descerebrado podría encontrar gracioso. De todas formas, tengo que decir que todo esto no es lo peor. Es incluso perdonable. Lo peor de todo es que el guion es sorprendentemente perezoso. Holgazán. Va por el camino más corto y fácil para desarrollar cada escena y cada "conflicto", no se esfuerza en lo más mínimo por tratar de narrar la historia de una manera interesante (no digo ya original). Lo mismo ocurre con la dirección: casi telefílmica, más preocupada por mostrar las marcas del "product placement" que plagan (obscenamente) la película que por hacerla visualmente llamativa.

Para terminar, lo dicho: Sandler y Dugan redoblan la apuesta en esta supuesta comedia que resulta intragable, insoportable y penosa. Pero, en realidad, todo eso no es lo más sorprendente. Lo más sorprendente es que...

Hay algo de ironía en el filme y eso es lo que me convence de que no sea tan mala como muchos sugieren. Seguro, estamos de acuerdo en que Adam Sandler ha hecho mejores cosas y está en capacidad de hacer aún más. Jack and Jill no es una obra maestra ni nada parecido; sin embargo, Al Pacino aparece para, haciéndole el juego a Sandler, burlarse un poco de su propio nombre, de la aventura de hacerse el famoso y reconocido. Así, él es lo más destacado: un Don Quijote que encuentra a Dulcinea en Jill y que fecunda la pantalla de su tragicomedia.