Náufrago

A quien le importa que sea un monólogo, siempre y cuando este interpretado por un increíble Tom Hanks y dirigido con maestría por el incomparable Robert Zemeckis. El argumento, sin duda, aunque ya explotado en anteriores ocasiones tiene gran tirón, pero esta vez no es un barco el que naufraga, sino un avión el que se estrella, que por cierto, gran escena la del avión, con unos grandes efectos especiales y de cámara. También el film tiene una gran fotografía de playa paradisiaca, algún que otro momento cómico, y un gran monólogo de Tom Hanks de 1 hora de duración, pero muy bien trabajado. También "Wilson", hace un gran papel secundario en el que no abundan los comentarios pero si te llegas a encariñar de él (Wilson es una pelota de Voleibol). Y además, tiene varias frases que quedaron para la posteridad como una de mis favoritas (de algún modo comprendí que tenía que sobrevivir, aun sin motivo para la esperanza, y eso es lo que hice, sobreviví, seguí respirando, porque mañana volverá a amanecer y quien sabe lo que te traerá la marea). En líneas generales es una gran obra, de un gran director y muy bien interpretado, que merece la pena ser vista por todos los amantes del buen cine.

Andaba pensando que hubiera estado genial que si por un caso nuestro Chuck Noland (Tom Hanks) sale de la isla, entonces debería llevarse con él a Wilson y no separarse del balón jamás. Pero no sólo eso, sino seguir tratándolo como un ser humano, lo cual revela que la línea de división entre el hombre, los animales y hasta los objetos es más bien falsa, sobre todo cuando desde un pensamiento mágico bastante habitual en los niños y en personas no tan civilizadas como nosotros, otorgamos un alma a todas las cosas. Sí, me he ido por las ramas pero es que convendremos en que Wilson es lo más llamativo que rodea a la taquillera "Náufrago".

Para mí, que Zemeckis no tiene muy claro qué es lo quiere hacer, dudando entre la simple aventura a lo Robinson Crusoe (bastante mejor la novela, por cierto) o el drama más bien romántico para quedarse al final con esto descafeinado de las etapas de la vida de una persona, envueltas como no, en una filosofía de andar por casa. Mi propuesta es que o bien sobra el principio y el largo final, si apuestas por la lucha por la supervivencia o en cambio, al revés si te decantas por lo psicológico. A la postre "Náufrago" queda en algo intermedio que se deja ver pero que carece de la profundidad, tensión o emoción necesaria para que la obra perdure.

Empecemos con los puntos negros: el primer acto es tópico (con esos coros rusos mientras vemos la Plaza Roja) y está aterradoramente esponsorizado (ese plano de una caja viajando por el mundo parece pensado para anunciar FedEx).

Pero ahí terminan los fallos. Una vez Hanks llega a la isla, todo cambia: ausencia de música en la banda sonora, escasez de diálogos (un poco como en "Apocalypto", si me permiten la comparación) y un minimalismo tanto actoral como de puesta en escena que demuestra la sabiduría de su protagonista y su director.

Porque hay que reconocerlo: mantener el interés con un único personaje en una isla (sin flashbacks ni tretas fantasiosas de guión... esto no es "Lost") es muy difícil.

Y tanto Zemeckis como Hanks lo logran.

¡Ah! Y no olvidemos mencionar el accidente aéreo de la película. De los más impresionantes que se hayan visto en mucho tiempo.

Tom Hanks sobresaliente, a pesar de la excesiva transformación en hombre de atapuerca cuando lleva ya más de un año en la isla.
Retoma el debate hombre sociedad, transportando a nuestro sociable y triunfador protagonista a la mayor de las soledades convirtiéndole en un Segismundo Calderoniano (civilización vs. barbarie) de nuestros días.
Bien representada la díficil readaptación de la isla a la sociedad (de lo que bien sabrá mi paisano Ortega Lara tras año y medio en un zulo por un inútil secuestro).

La idea de la película surgió seis años antes de su estreno, y su responsable fue nada más y nada menos que el propio Tom Hanks. el peso de el film recae exclusivamente en él y su buen hacer.
Para que la película fuese más real, William Broyles Jr. (guionista) hizo que dos expertos en tecnología primitiva le llevaran a una isla del mar de Cortez donde quedó aislado del mundo. El rodaje se detuvo porque Tom Hanks tenía que perder 50 libras (22 kilos) y dejar crecer su pelo para representar los años gastados en la isla desierta. Durante la pausa, Robert Zemeckis usó el mismo equipo para rodar "Lo que la verdad esconde".