El halcón maltés

Máximo exponente del cine negro, y una de las obras más famosas de Bogart, EHM exhibe en menos de dos horas las bases a seguir para producciones contemporáneas que aspiren a formar parte de un género que revolucionó la industria cinematográfica. Mujer fatal y malvados carismáticos se unen al atractivo de un protagonista mitad prepotencia mitad elegancia, en un argumento que exige la atención del espectador debido a su diversidad. Los juegos de cámara y luces ayuda a enfatizar un drama que no oculta su admiración por el expresionismo alemán, fuente de inspiración de innumerables obras. Quizá besos y puñetazos provoquen alguna carcajada por su falta de realismo (tienen bastante más habilidad con el mechero), pero para la historia quedará la fiebre negra generada en las salas de todo el mundo gracias a sombríos argumentos, pistoleros de gatillo fácil y algún que otro “nena” bien puesto.

Que se lo pregunten a Bogart, o casi mejor a Huston. Alguno de ellos tiene que tener la clave de ese material inconsistente y alucinógeno, a veces imprescindible para la vida.

Tras haber visto «El halcón maltés», tengo la sensación de que el cine no se entendería sin esta película. Aquí encontramos al protagonista listo, duro, sarcástico y con buen fondo pese a las apariencias, que se pierde entre los recovecos de una trama de intereses múltiples y entre las faldas de una mujer de aspecto angelical. Muchos habéis hablado ya de Bogart, así que yo hablaré de Peter Lorre, insuperable en la piel del retorcido y elegante Joel Cairo, personaje que he visto que se incluye entre los homosexuales tapados del cine. Puestos a rebuscar, también añadiría a Gutman. ¿Seré malpensada por naturaleza?

La verdad es que me puse a verla con el miedo en el cuerpo, por lo liosa que dicen (y recuerdo) que era la trama. Quizá es que ya me sonaba la cosa, o quizá es que el argumento es, fundamentalmente, sencillo, con la sencillez de las historias bien montadas. Eso sí, hay que estar muy atento, porque cualquier detalle puede desconectarte. Por lo demás, simplemente correcta, sin muchos alardes y sin ninguna floritura.

Cine negro y amargo, con toques de cinismo, cigarrillos, pistolas, rubias y morenas, muertos y villanos. No está mal.

Excelente película desde el principio hasta el final, brillantes interpretaciones (con Bogart a la cabeza), dirección y guión. La historia engancha porque además se le añade el argumento histórico del valiosísimo halcón centenario de piedras preciosas. Existen varias escenas memorables en las que podemos observar a un Humphrey Bogart excelso, y así hasta el final. Los dialógos permiten desarrollarse a todos los actores, en algunos momentos todos reunidos en un mismo escenario, lo que permite a John Huston mostrar su talento en la dirección. Y como no puede faltar en ninguna buena película que se precie, sea del género que sea, el elemento femenino, que en este caso (el de una película de cine negro) muestra la frialdad del personaje masculino que se impone a la siempre irresistible persuasión femenina, sin dejarse llevar por sentimentalismo, permitiendo imponer el sentido común y la razón sobre las emociones, y así cumplir con el deber del protagonista como detective.

Sí, así es, hacia Humphrey va dedicada esta crítica. Y es que, ¿cuántas veces nos ha hecho disfrutar de una película con un guión tan simple como este?, no son pocas, es cierto que la película cuenta con un elenco de actores de moda en los 40( Peter Lorre, Mary Astor...) pero si esta película quitamos a Bogart en el estupendo papel de Sam Spade la película no valdría ni 1/4 de lo que vale.

Con el halcón maltés se inauguró oficialmente la era del cine negro y la de los tipos duros, que tendrían como mejores exponentes el Philip Marlowe de Raimond Chandler y al Sam Spade de Dashiell Hammett.
El tal Spade, no es un detective refinado y de buenas costumbres, sino un tipo capaz de ponerle los cuernos a su mejor amigo (sí es que alguna vez tuvo alguno). Entregaría a su madre a la pasma si está intenta darle algún consejo. Spade es todo un angelito y Bogart su "alter ego". Con un cigarrillo en los labios y un buen whisky en el estomago, se sienta capaz de resolver cualquier trama por oscura que parezca. No conoce leyes, ní reglas, todo se resuelve con una buena dosis de cinismo y un poco de plomo.
Huston, plasmó en esta su opera prima una obra de notable interés que se ha agigantado con el paso de los años. Manejó un guión que casi no tuvo que pulir proveniente de la novela del mismo titulo. Plasmó la acción en una fotografía en tonos oscuros que incidían en los primeros planos, para resaltar el tono angustioso de la trama.
Bogart, genial dando forma al detective borracho, cínico y malencarado que se mueve como pez en el agua en el lodo de los pantanales. Mary Astor, Peter Lorre, Sydney Greenstreet, como secundarios mas importantes, dan vida a unos tipos poseídos por la ambición, capaces de cualquier traición o villanía con tal de llevarse al "pájaro".
Me cautivó especialmente la historia del halcón Maltés, que según se cuenta entregaban todos los años los Caballeros de la Orden de Malta al emperador Carlos V en señal de agradecimiento una estatuilla con piedras preciosas engastadas. Muy interesante como trama novelesca pero la historia carece de veracidad y es solo un argumento de ficción.
Acabo recomendando no solo la película, sino también la novela para redondear la función.