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Un mal viaje

Comedia Dos amigos se embarcan en un viaje por carretera a través del país haciendo bromas con cámara oculta a la gente.
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
2 de agosto de 2020
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por casualidades de la vida me he topado con esta comedia americana, sobre dos tipos que deben viajar por el país rumbo a Nueva York (con una excusa argumental tan tópica que no es necesario ni mentarla) mientras se meten en líos, y claro, todo con cámara oculta, siguiendo el modelo de éxitos como las estupendas Bad Grandpa, Brüno o Borat, donde se combina ficción y realidad.

Recientemente he visionado un producto muy similar, que no es otro que la desastrosa Impractical Jokers: The Movie, película de cámara oculta en la que solamente funcionaban un gag o dos... de veinte. Afortunadamente, no es el caso del film que nos ocupa. Es más, estamos indudablemente ante una gran sorpresa, que apenas ha hecho ruido y que probablemente sea una de las mejores comedias de este año, al menos para quien esto escribe.

Sobre la dirección y el guion (cortesía del mismo responsable) se puede decir que casi todos los gags funcionan, siendo la mayoría tan hilarantes como desfasados, además de decididamente políticamente incorrectos, lo que es una maravilla. Hay uno en concreto que casi me mata de la risa (literalmente) y que se lleva el premio al momento más bestia y divertido del año. Sin más.

Eso sí, el humor es de brocha gorda y apuesta por lo escatológico y lo sexual sin ningún tipo de rubor y sin mirar atrás. Si aceptas las reglas del juego y has disfrutado con las comedias mencionadas, disfrutarás como un niño con zapatos nuevos. En caso contrario, quizás no se te haya perdido nada por estas tierras... 

Y sí, en esta ocasión han vuelto a apostar por una road movie como hilo conductor de los acontecimientos (cuando realmente no era necesario, aunque tiene algunos instantes simpáticos el viaje de los dos amigos por carretera), al igual que en Borat o la bobada mencionada tres párrafos más arriba. Lo que de verdad importa son las bromas de las que sus participes nos hacen cómplices, con ciertas inesperadas reacciones de las víctimas que asisten a ellas, las cuales añaden todavía más excentricidad al conjunto.

Como punto negativo, quizás no funciona del todo la subtrama protagonizada por la siempre sensacional Tiffany Haddish (comediante muy a tener en cuenta), ya que sus gags no están a la altura del de sus compañeros de reparto, aunque hay alguno que da en la diana de pleno (como es el de la fuga de prisión).

En cuanto a los actores, tenemos a un increíble Eric André (que parece el hermano perdido de Andy Samberg, que es otro que tal baila...), del que me he hecho fan desde ya, gracias a su vis cómica y su nulo sentido de la vergüenza para según que escenas. Menudo descubrimiento. Cumple como su compañero de viaje el actor Lil Rel Howery, visto en la horrorosa Déjame Salir (Get Out) o en la simpática Uncle Drew, el cual sirve de contrapunto comedido al del desmelenado André, que es la verdadera estrella de la función. Mención especial a la mencionada Haddish, que aporta carisma al conjunto, pero que, como he comentado, quizás sus partes sean las más endebles de la cinta, que no por ello flojas.

En conclusión, estamos ante una comedia de cámaras ocultas que, aunque no es perfecta, debería ser desde ya una top del género, siendo una grata sorpresa que no ha hecho el ruido que merecía (Netflix, dónde estás cuando se te necesita) y que es, de lejos, no sólo una de las mejores comedias del año, sino también una de las mejores películas, de nuevo, para un servidor. Una desternillante propuesta que no te puedes perder si aceptas las reglas del juego. Y pensar que estuve a punto de no darle una oportunidad... Una joya.

Más críticas: ocioworld.net
Javi McClane
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31 de marzo de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una comedia que usa el esquema de la típica película del chico que se enamora de la chica y va a buscarla a través de un viaje en el que tiene que pasar por un montón de peripecias generalmente ridículas y a veces divertidas.
Con esta excusa cuelan las cámaras ocultas y lo más destacable son las reacciones de la gente ante lo que ellos no saben que son bromas.

Unas bromas bastante escatologicas y provocadoras, rozando o traspasando la línea del buen gusto, pero que suelen descolocar y a veces pueden resultar entretenidas o divertidas. Para el que conozca el humor de Eric André no supondrá ninguna sorpresa y para el que no, quizá tenga más impacto, puede que para bien o para mal.
mi_mo_ca
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2 de abril de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película sólo tiene cuatro personajes: Chris Carey, Bud Malone, Trina Malone y Maria Li. Todos muy planos y sencillos. De hecho el único personaje que me gustaría rescatar para otra película es Trina, la pandillera encarnada por Tiffany Haddish. Esa perra da miedo. De Bud y de Maria no podemos decir nada, sólo son escenografía. Chris es simplemente un idiota. De la mano de estos personajes se nos intenta contar una historia... No se logra.

Sin embargo no es un desperdicio porque a los enfermos amantes de Jackass (entre los que me incluyo) nos van a causar mucha gracia varias escenas. La verdad es que sí me cagué de la risa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Flaco Loco MX
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17 de abril de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
He de decir que personalmente Eric André me parece un comediante del montón. Pero en esta película creo que lo ha hecho muy bien, porque por fin puede sacarle partido a un humor absurdo a través de poner en situaciones inimaginables a personas de la calle que no tienen nada que ver con lo que se está grabando.

Pero parece una idea muy original de hace una película de comedia, mezclando una historia, que es bastante simple, todo sea dicho con una serie de bromas con cámaras ocultas muy destornillante que ponen a las personas ajenas de la película en una situación o aprieto muy característico. Es algo difícil porque cuando vemos vídeos sobre bromas casi nunca llegamos al final porque se va haciendo repetitivo pero con este film nunca se va a tener la sensación de ello.

El único problema que veo yo aquí es que el humor se basa completamente en las escenas realizadas con cámaras ocultas, cuando se centra en la historia como tal, literalmente no son capaces de producir una sonrisa en el espectador por tirar de clichés demasiados típicos. Además que en las bromas a veces se abusa de chistes asquerosos, de sexo, de guarradas o de insultos que no deberían ser ofensivos.
Adrián Wulf
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22 de marzo de 2021
6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
*De Florida a Nueva York

Un mal viaje (Bad trip), es una película correspondiente a un género peculiar, con unos atributos cinematográficos muy definidos. Se trata de una película con bromas de cámara oculta. El guion viene siendo una plantilla, un armazón, un formulario donde los espacios en blanco los rellenan un conjunto de bromas cada vez más pasadas de vueltas. La historia, por lo tanto, es un tanto exigua. Sigue las andanzas de Chris Carey (Eric André), y Bud Malone (Lil Rei Howeri) en su viaje desde Florida hasta Nueva York.

¿El objetivo del viaje? Chris quiere viajar hasta La Gran Manzana para declararse a su antiguo amor del instituto, Maria (Michaela Conlin). Así que, ni cortos ni perezosos, se llevan el coche de Trina (Tiffany Haddish), la hermana de Bud que se acaba de escapar de prisión. Trina no ve bien que Chris y Bud hayan cogido su llamativo coche, así que emprende una desaforada persecución tras ellos con propósito vengativo.

Mientras, tanto en el punto de partida como durante el desplazamiento, Un mal viaje (Bad trip) va encasquetando situaciones provocadas por los actores, tan absurdas, tan delirantes y tan pasadas de rosca, que una cámara oculta se encarga de recoger las reacciones de los sufridos ciudadanos de a pie. Claro está, que no saben que todo se trata de una película, y que las tropelías que están viendo no son reales, así que sus reacciones son de lo más variopinto. Al fin y al cabo, éste es el propósito de este tipo de producciones.

*Todo por la causa

Mal viaje (Bad trip), independientemente de otras consideraciones, tiene una entrega total de sus actores hacia la película. No es fácil tener el desparpajo y el atrevimiento para someterse a tal cantidad de situaciones flirteando con la vergüenza ajena y el bochorno que tanto Chris como Bud crearán y sufrirán. En este punto hay que relacionar a Un mal viaje (Bad trip) con películas como las sagas Jackass o Bad Grandpa. De hecho, Jeff Tremaine (uno de los artífices de esas películas) fue consultado a la hora de llevar a cabo el proyecto. Incluso, Eric André se la proyectó a Sacha Baron Cohen antes del lanzamiento, dado el conocimiento de este de situaciones más o menos parecidas que puedan aparecer en Borat.

En este punto, las peripecias de Chris y Bud se pueden catalogar en diversas categorías. Por un lado están las escatológicas, donde no se ahorran situaciones que fácilmente podrían catalogarse de repugnantes. Son asquerosidades con premeditación y alevosía, que pueden tener sus fans, pero no es más que una versión hardcore del humor simplón de caca, culo, pedo, pis. La reacción esperada en la gente es, obviamente, la de asco.

Otras bromas tienen un componente eminente físico, a base tortazos, caídas, accidentes impostados y otros estropicios semejantes. Aquí el efecto deseado es buscar el susto, el pánico, un repentino estremecimiento. Hay que reconocer que algunas situaciones se han pulido a conciencia para dar credibilidad a estos incidentes, no es una cutrez recalcitrante. No obstante, se mueve entre lo aparatoso y lo cansino.

*Las aventuras de Chris y Bud

Un mal viaje (Bad trip) tiene también un componente de road movie. Chris y Bud cogen carretera y manta hasta llegar a Nueva York, pasando por Georgia, Carolina del Norte, Nueva Jersey… En los sitios en que aparcan van sembrando el caos y la confusión. Otro de los tipos de broma, es una especie de prueba de estrés para la incauta persona de a pie que se encuentra con los bromistas. Las pobres víctimas deben mostrar una paciencia franciscana para aguantar las peticiones absurdas, reacciones insólitas y salidas de tono de Chris y Bud. Hay también unos cuantos sketches dedicados a la persecución de Trina, aunque quizá son menos efectivos.

Podría haber sido una oportunidad para, mediante estás bromas, haber hecho una mirada incisiva sobre ciertos aspectos de la vida estadounidense, pero Un mal viaje (Bad trip) prefiere quedarse con la gracieta fácil y llamativa. Ahí, sí que Sacha Baron Cohen es más diestro. Solamente en un par de momentos hay auténtica acidez en la mirada humorística. Por otro lado, la gracia es dispar y el conjunto se torna repetitivo y cansino. Incluso aunque la película no llegue a hora y media, el metraje se hace largo.

Es cierto, que a veces el histrionismo es tal, y el delirio tan surrealista que es imposible no reírse. Algunos momentos realmente graciosos son los del desternillante número musical y baile en un selecto hotel de Nueva York. Sin embargo, hay cantidades ingentes de relleno; también astracanadas a la enésima potencia que no eluden las clásicas bromas de componente sexual, nivel instituto. Ni un atisbo de puritanismo en este aspecto, no son bromas a censurar, sencillamente son un monumento a la chabacanería.

*Algunos partícipes de Un mal viaje

Es evidente que Un mal viaje (Bad trip) no se toma absolutamente en serio a sí misma, y está muy lejos de pretender ser un manifiesto artístico. Se le supone que es un vehículo de humor simple y directo. Pero no es formato muy rompedor. Ya hemos mencionado a Borat o a Jackass. Incluso en nuestro país, las bromas de cámara oculta tienen un largo currículum. Por no mencionar las incursiones de Manuel Summers con sus inenarrables películas To er mundo é güeno (1982), To er mundo é mejó (1982), etc. Es decir, que a pesar del atrevimiento de algunas situaciones, no es un concepto realmente nuevo en absoluto.

Uno de los protagonistas principales es Eric André, un actor y comediante estadounidense que con una serie de humor (The Eric André Show) ha alcanzado cierto predicamento en los EE.UU. Es un simpático gancho, que hace algunas gracias y que lo da todo por gastar una broma. Como acto humorístico se puede discutir, pero no hay nada reseñable en su actuación. Es decir, lo esperado.

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Escrito por Mariano González
Cinemagavia
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