Furia apache

De origen alemán y formación autodidacta, Karl May (1842-1912), escribió una popular serie de novelas que, curiosamente, prefirió ambientar en el oeste norteamericano o en el cercano oriente. En este lado, estaban las obras que protagonizaba, Kara ben Nemsi y su amigo Halef Omar; y en el salvaje, salvaje oeste, las aventuras pro-indios que lideraban, el apache mescalero Winnetou y su amigo blanco, el ingeniero Old Shatterhand (nombre éste que alude a la fuerza de sus puños).

Se afirma que, cerca de 200 millones de ejemplares ha vendido, Karl May (la mitad de ellos en los países de habla alemana), lo que lo pone al nivel de los escritores más exitosos de toda la historia (Agatha Christie, J.K. Rawlings…), y aunque la crítica literaria no ha sido precisamente benévola con sus obras, entre sus grandes admiradores se pudo contar al científico Albert Einstein; el escritor Helmut Schmiedt (autor de la obra, “Karl May o El Poder de la Fantasía”); el filósofo Ernst Bloch; la pacifista, Berta von Suthner, y otros tantos.

En 1962, se inicia la serie de películas que, la productora Constantin de Alemania, realizara con las obras de Karl May y sus personajes Winnetou y Old Shatterhand, siendo el indio representado siempre por el actor francés Pierre Brice, quien nos asegura una presencia bastante carismática, y el hombre de los puños de acero estaría (en los primeros títulos) en manos de Lex Barker, un actor de gran virilidad que ya se había impuesto en el cine con sus apariciones como Tarzán.

<<FURIA APACHE>>, nos habla de la construcción de una línea de ferrocarril, cuyo contratista -el inescrupuloso Frederick Santer-, está empeñado en violar el acuerdo inicial de respetar el territorio apache, porque considera que así se ganará un buen trecho que le reportará mayores economías... y resulta que, los apaches, tienen las dos cosas que más atraen a los ambiciosos: ¡tierra y oro!, y cuando se entera de que también los indios poseen grandes vetas, la ambición de Santer apuntará hacia este terreno, y al afectar la vida de seres muy cercanos a Winnetou, éste hará entonces lo que le corresponde. Aunque ya se había hecho un filme previo, es en esta historia (una suerte de reinicio siguiendo el orden del autor), que se conocerán, Shatterhand, el hombre que está de parte de los derechos de los indios, y el noble guerrero Winnetou, dispuesto a defender el territorio de su pueblo con el diálogo… o con el hacha cuando sea necesario.

En esplendorosos paisajes, muy bellamente captados por Ernest W. Kalinke, y con una sugerente y emotiva partitura de Martin Böttcher, el filme -decidida apología de las culturas indígenas a las que, por siglos, se ha expropiado y mancillado-, surge como anticipo del western europeo que, pocos años después, realizadores Italianos y españoles, convertirían en el subgénero conocido como spaghetti western.

Resulta muy grato saber del origen alemán de esta atractiva historia que, con simpáticos toques de comedia y algo de romance es, por sobre todo, un canto a la integración racial y a la comunión con el medio ambiente, tema que nos recuerda a, “El Llanero Solitario”, otro de esos seriales donde la interrelación blanco-indio-naturaleza, es el eje principal y su razón de ser.

La historia -necesario es decirlo- no resulta lo bastante consistente, pues, el cuento con el ferrocarril que irrumpe por territorio apache, se deja de lado súbitamente, para dar curso al afán del “malote” de hacerse con el oro indio. Y (cito aquí escena clave) tampoco resulta muy coherente que, tras el enfrentamiento con los apaches, Winnetou hiera gravemente a Old Shatterhand, luego se lo lleve con su tribu para curarlo… y enseguida le anuncie que, al día siguiente, morirá. No obstante, el cuento mantiene su encanto interracial y pacifista, y la buena acogida que le dio el público de muchos países (Colombia, entre ellos), motivó nuevas adaptaciones cinematográficas que hicieron que, el nombre de Karl May, volviera con profusión a las imprentas.

Título para Latinoamérica: <<WINNETOU EL GUERRERO>>

Entretenida cinta alemana, del género Western y curiosamente, rodada en la ex Yugoslavia, en el sector que hoy es Croacia. Nos cuenta la historia de Winnetou, un joven indio que esta relacionado con Old Shatterhand, alemán que es asesor de los indios. Bellos paisajes y fotografía, de lo mejor que he visto en películas del Oeste. Acertado el otrora Tarzán, Lex Barker, en el Papel de Old Shatterhand. Secundado por varios actores absolutamente desconocidos para mi, pero de los cuales destaco el trabajo de Mario Adorf, como el villano de la cinta. La escena de las canoas en el río y la cascada que cae detrás en de lo más bello que he visto en peliculas de este género.

Tarjeta de presentación del exitoso novelista alemán Karl May y sus aventuras en el lejano Oeste, que tienen como protagonista al apache mescalero Winnetou (Brice) y al ingeniero Old Shatterhand (Barker) que había acudido a tan lejanas tierras para trabajar en el ferrocarril.
Un respeto entre colegas del gremio de la pluma al creador de estos personajes.
Una historia de buenos y malos un tanto maniquea, con personajes de escasa solidez, demasiado planos. Un par de graciosos tratan de poner unas gotas de humor, sobre todo el estrambótico fotógrafo del "Oxford Times".
Los malos, muy malos, pronto dejan de ocuparse de los trenes para interesarse más por el oro de los indios. Oro al parche.
Excelentes paisajes croatas bellamente fotografiados, pero poco más. Regular ambientación con un vestuario demasiado colorido.
A destacar las escenas de la lucha en el lago y la locomotora irrumpiendo en la cantina.
Regular, para una sobremesa tranquila de domingo.