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Gervaise

Drama Basada en la novela de Émile Zola "L'Assomoir". Narra los graves problemas de Gervaise, una joven cuyo marido es alcohólico y que, sin embargo, hace todo lo posible por mantener unida a su familia. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
14 de noviembre de 2011
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica película de René Clément, un director injustamente barrido por la llegada de la "Nouvelle vague", que condenó al cine de la época a escindirse entre un supuesto buen cine, que llegaba con los integrantes de este movimiento, y el mal cine, realizado éste naturalmente por los directores que no formaban parte de él, es decir, cineastas que contaban ya con algunos años de profesión a sus espaldas; nada nuevo bajo el sol. De todos modos, la historia suele volver, pasado un tiempo, sobre estas precipitadas dicotomías para poner las cosas en su sitio, una vez remansadas las aguas de los movimientos artísticos, y tal vez habría llegado el momento de reconocer los méritos de todos estos directores, Clément, Autant-Lara, Delannoy, etc. quienes, nacidos a principios del siglo XX, tuvieron que ver como la ola de la "Nouvelle vague", y valga la redundancia, les pasaba irremediablemente por encima.
"Gervaise" es una estupenda película, con una deliciosa Maria Schell -¿quién no la recuerda en la viscontiniana "Noches blancas" o en los Karamazov de Brooks? - en el papel protagonista, y acompañada de gente de talento, de magníficos actores del cine francés de la época, desde François Périer, Armand Mestral, Suzy Delair,hasta Mathilde Casadesus, etc. Basada en la novela de Zola "La taberna" ("L'assomoir"), "Gervaise" es un ejemplo de cine naturalista de gran calidad, que nos narra, a través de la vida de una lavandera y planchadora de la época, durante el II Imperio, las características de la vida parisina de la clase obrera y menestral. Un fresco que Clément traza con mano maestra, desde los escenarios naturales al vestuario y las costumbres. Hay momentos apoteósicos en la película, como la larga pelea que tiene lugar en el lavadero público entre Gervaise y Virginie y que se convierta en cierta manera en motor de todo lo que después se nos cuenta: esas pasiones traen cola y el film podría verse como la venganza de la que resulta derrotada en el combate. Otro episodio espléndido tiene lugar durante una comida de celebración en la que se da rienda suelta a la pasión, en este caso erótica, mediante el intercambio de miradas que se apoyan en el modo en que los protagonistas del momento comen una pieza de ganso asado, los dientes desgarrando la carne, las manos y la boca y las mejillas untadas de grasa...
Toribio Tarifa
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14 de abril de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se ha dicho que fue queriendo seguir el estilo que Honoré de Balzac aplicara en su novela La comedia humana, que su compatriota Émile Zola, se animó a crear la famosa serie de veinte novelas titulada Los Rougon-Macquart, con la que logró el más verosímil retrato de las costumbres y personajes -aciertos y desaciertos, bondades y miserias- de la sociedad, durante El Segundo Imperio en Francia.

Quizás, su principal objetivo en todas estas obras, era demostrar cómo las generaciones están marcadas, en gran parte, por aquellos que les precedieron. Quienes recibieron buen ejemplo y una buena doctrina, salieron adelante y fueron impulsores de puentes y caminos que, en buena manera contribuyeron al surgimiento de una sociedad cada vez mejor. Pero, quienes padecieron padres y/o hermanos improcedentes, maltratadores y/o desadaptados, o quizás alguna fuerte influencia negativa de algún pariente cercano, recibieron… bueno, ya ustedes lo imaginan, pero bueno es leerlo (o verlo) para recordarlo… ¡y ojalá para nunca repetirlo!

“La taberna” (1877), es la séptima novela de la serie y la tercera (partiendo del orden cronológico 1871-1893) que fuera llevada al cine. El guion fue escrito por Jean Aurenche y Pierre Bost con bastante fidelidad a la obra de Zola (tan solo se añadió la escena del juicio a los sindicalistas y algunos pocos detalles), aunque con la obligada eliminación o reducción de situaciones para poder acogerse al presupuesto y al tiempo de duración acordado con los productores.

Pero la labor del director, René Clement, es bastante plausible, logrando una efectiva dirección de actores donde hasta los más pequeños se lucen y los mayores literalmente viven sus personajes. La alemana, Maria Schell, impone a su personaje Gervaise, una belleza que enamora, una actitud aguerrida que emociona, y una desesperanza que conmueve. Los hombres son para ella su pasión, su apoyo… y otras cosas más que la convierten en uno de los personajes más dramáticos de la serie. Su vida tiene en su profesión de lavandera una metáfora, pues cada día lava la mugre que la rodea, pero ésta resurge una y otra vez hasta el hastío. Armand Mestral es Auguste Lantier, el sombrerero que, como la prenda que comercia, es de quitar y poner. Francois Perier tiene a su cargo al plomero, Henri Coupeau, la suerte de individuo cuyos ‘arreglos’ duran un año o tantico más. Y debo mencionar a Francoise Hery (a quien le denegaron el crédito) quien con sumo carisma representó a Naná de cinco años, la chica que, con el ejemplo recibido, en la obra siguiente y a los 18 años, la veremos actuando en un burdel para aristócratas.

“GERVAISE” es una historia trágica, pero esto es cosa que ocurre hasta en las mejores sociedades.
Luis Guillermo Cardona
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19 de noviembre de 2020
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El drama de una mujer ante el machismo más recurrente y la pobreza más extrema en el París de finales de siglo XIX.
Gervaise es una lavandera buena trabajadora y buena madre pero elije mal los maridos en una época donde eso apenas importaba, sino tener el respaldo de un hombre.
Los devaneos con prostitutas de su marido son conocidos en todo el vecindario, y a causa de esto vemos una pelea en la lavandería entre dos mujeres épica. Una pelea que tendrá consecuencias en el futuro. Rodada en blanco y negro, merece la pena solo por ver la actuación de la protagonista, una angelical María Schell, quien continua con su vida a duras penas, aunque con la ilusión de regentar un negocio propio, algo que consigue con la ayuda del único hombre decente de toda la entrega, pero solo a medias.
Quedan bien retratados los suburbios de esa gran ciudad, París, y la enorme miseria de quienes la habitaban. Un 7.
Mag61
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22 de febrero de 2024
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Una mujer que se encuentra en trío amoroso muy difícil de compaginar. Realmente lo que querrá la película retratar son 3 figuras masculinas que finalmente no hacen la vida de la mujer sea fácil o al menos digna.

Tenemos al personaje más cuerdo, el amigo, que se quieren, pero es un amor imposible, porque él antepone sus "cosas" a las de ella, lo meten en la cárcel por ideales laboralistas y finalmente se separan.

Luego tenemos al amante, que simplemente los utiliza. Y para rematar el marido que por una desgraciada (un accidente laboral) hace que su vida cambie y arrastre a su mujer a su desgracia.

Mucho egoísmo por parte de los hombres, y tenemos siempre a mujer luchadora y trabajadora, que recibe las consecuencias de todos ellos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
edugrn
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