El sargento Hook

Es una película que contiene el germen de grandes momentos sin alcanzarlos nunca pero resuelta con dignidad y buen oficio. Como comenta Dusty Rivers, su argumento semeja al de La noche de los gigantes aunque dista mucho de esta magnífica y curiosísima película. Joel McCrea y Barbara Stanwyck están formidables y ellos son, en buena medida, los responsables de que la película funcione y, sin duda, lo mejor de la misma. Buenas escenas como la comentada por el compañero Dusty Rivers en la que, en un primer plano, se ven las cadenas rotas de jefe guerrero pendiendo de sus brazos, de espaldas, mientras se divisa al fondo el paso veloz de la diligencia que ya se ha convertido en su objetivo. O cuando el sargento Hook divisa una columna de humo en un paisaje que uno de los viajeros de la diligencia acaba de describir como completamente desierto. Los ataques indios están filmados con interés pero siempre da la sensación de que falta algo, de que aquello que prometía no llega a ser. Pequeños esbozos, pinceladas sueltas de indudable interés que no resuelven (con una magnífica fotografía en blanco y negro). Un cuadro agradable que podría haber sido hermoso.

Una película bastante humana y sencilla. Los indios siempre son el enemigo pero el Sgt. Hook que es un hombre curtido en mil batallas no piensa de ellos que sean sólo meros salvajes. Aunque los prejuicios raciales estarán muy presentes.

La semejanza con otro western posterior, "La noche de los gigantes", aumenta a medida que avanza.

Las escenas de diálogo entre los dos protagonistas resultan de mucho interés, de una gran madurez. También quiero destacar la escena en la que vemos a Nanchez con las cadenas rotas, me resultó muy cinematográfica.

Joel McCrea y Barbara Stanwyck no podían estar mejor, él borda ese personaje algo ya maduro y cansado al que le queda poco por retirarse. No olvidemos que esta pareja ya actuaron juntos muchas veces años atrás.

Un western de esos desconocidos que no está nada mal rescatarlos de vez en cuando

Si uno consigue ver, <<EL SARGENTO HOOK>>, sin haber visto la posterior realización de Robert Mulligan, “The Stalking Moon” (1968), con la que guarda algunas semejanzas, es posible que la pase mucho mejor, porque la historia en general es entretenida y tiene algunos momentos y diálogos interesantes. Pero, si se tiene fresca la historia de la película de Mulligan, en la comparación pierde, sin duda, la realización de Charles Marquis Warren, porque el thriller, la intriga, la emotividad y las impecables actuaciones que nos entrega el director que también nos diera, “To Kill a Mockingbird”, son cine altamente calificado.

En, <<EL SARGENTO HOOK>>, las actuaciones de Joel McCrea y Barbara Stanwyck (en ese orden, por primera y única vez, tras otras cinco apariciones juntos) no dejan huella alguna, pues, el personaje de ella, Cora Sutliff, luce ensimismado casi toda la película; y él, como el sargento Clovis Hook, se muestra muy respetuoso de su situación y hasta resulta difícil imaginar en qué momento se enamoraron… y con la que le hace al niño, menos lugar para creerlo (valga decir que, en esta escena, ningún personaje hace algo lógico).

El guion escrito por, Martin Berkeley, David Victor y Herbert Little Jr., está basado en una historia de Jack Schaefer -el mismo autor a quien debemos nada menos que la brillante, “Shane” (George Stevens, 1953)- pero, no sé si fue Schaefer, los guionistas, el director o la Censura (PCA) quien motivó la ambigüedad en la que se mueve la historia, pues, el director pareciera querer mostrar la clara simpatía y respeto que el sargento de marras siente por el cacique Nanchez, sin embargo, su posición es muy ambigua, al igual que la de la señora Sutliff, de quien no se entiende cómo, si vivió traumatizada, logró sacar adelante a un chico tan simpático como Quito. Además, el gran amor que a éste le tienen ambos padres, es prueba de que la relación con el líder indio no fue tan tormentosa.

Las escasas escenas de acción lucen muy simples en su desarrollo y, quizás, lo más interesante son los diálogos donde hay apuntes mordaces como: “Si muere de sed, le propondré para un ascenso”; “Tenga cuidado porque ella es capaz de pegarle una puñalada… y sangraría usted como para llenar una ciénaga”… o la muy precisa: “Somos un par de perros peleando por el mismo hueso…sólo que el hueso es suyo”, con la que se alude a la tierra que los gringos les arrebataron a los apaches.

También debo reconocer muy buenas actuaciones del casi irreconocible, Royal Dano, magnífico como el cochero Trude; Rodolfo Acosta, de nuevo muy sobrio en su rol de Nanchez; y Edward Andrews, impactante haciendo del hombre que viaja con sus ahorros y está convencido de que, el dinero lo soluciona todo.

El niño que interpreta a, Quito, es Terry Lawrence. Fue ésta su única actuación, pero años después se convertiría en guitarrista y cantante, y como tal ha grabado numerosos temas entre los que recuerdo: “Angie” y “My Sweet Lord”, de los que hizo nuevas versiones.

Título para Latinoamérica: VENGANZA JURADA

Un año después de "Centauros del desierto" Warren nos trae de nuevo el tema de la aculturación. Una mujer blanca capturada por los indios, Cora (Stanwyck), con los que debe convivir para sobrevivir y con un hijo que tiene del jefe Nanchez (Acosta).
La captura de la tribu por el sargento Hook (McCrea tocado de un marcial bigote), el regreso de Cora con el niño a su antiguo hogar y la persecución de Nanchez completan la trama.
Trama muy similar a la desarrollada en "La noche de los gigantes", como acertadamente destacan las demás críticas. Con lo que no estamos tan de acuerdo es en la superioridad que atribuyen a ésta respecto a la de Warren, más modesta, sí, pero también más fordiana en sus paisajes desérticos, en su fotografía e, incluso, en su banda sonora.
También con la Caballería, el paso por el fuerte ... y la diligencia. Otra vez horas y horas metidos en el carruaje por el que desfilan de nuevo curiosos personajes ... con Nanchez y los apaches al fondo.
Y eso que la presentación no puede ser más pobre. El grabado de un jinete del Pony Express sobre el que se deslizan los créditos mientras suena una balada.
Pero el tema central es el racismo y la aculturación, "Usted ya no es una mujer blanca", se oirá Cora. Tampoco agrada la consideración de Hook hacia Nanchez, "Extraño hombre este sargento, trata con gran respeto al mayor carnicero del territorio". Más preciso es el propio jefe indio cuando reclama a su hijo para evitar que entre los blancos sea "Un murciélago, ni pájaro ni ratón".
Película de silencios, de rostros que hablan, como también ocurre en "La noche de los gigantes". Diferencia de culturas, diferencia de lenguas, incomuniccación.
En lo que no hay diferencia es en el rechazo a la otra raza, tanto de las mujeres indias hacia Cora, como de su esposo blanco con el niño: "Es de otra raza. -¡Su raza es la mía!" le responderá la madre.
Cierto que también hay diálogos algo fofos, sin mucha substancia. Asimismo se resiente el ritmo en algunos momentos, con altibajos.
El guion no es nada del otro mundo, de hecho mete con calzador varios personajes que no pintan gran cosa.
En cualquier caso una cinta interesante dentro de su modestia. Desconocida, de esos hallazgos que ofrece de vez en cuando el blanco y negro. No se la pierdan.