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Los tigres del mar

Bélico. Drama 1942. William F. "Bull" Halsey recibe una orden que entraña una gran responsabilidad: debe encontrar y destruir al ejército japonés para salvar Guadalcanal. Las tropas de Halsey se lanzan a la caza de un enemigo cada vez más próximo y amenazante al tiempo que Guadalcanal se tambalea... (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
6 de diciembre de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los norteamericanos tienen la buena costumbre de hacer recordar a sus hombres notables. Halsey lo fué y contribuyó a ganar la guerra del Pacífico.
La película es un recorrido de la vida guerrera del almirante bastante fiel, en los hechos en los que participa por lo menos, con algún altibajo narrativo. Carece de claridad expositiva, los americanos conocerán mejor los hechos, por lo que la estrategia concreta, y su importancia, de cada misión no queda muy clara a no ser que el tema se domine.
Por lo tanto interesará a los expertos en asuntos bélicos y no tanto a los que gusten del género. Es una biografía, no una película de guerra. Y los medios no eran sobrados.
La interpretación de Cagney, normalita. No debió estar especialmente motivado. Ni idea de si retrataba bien el carácter del almirante. Bueno si, su arrojo y espíritu audaz. Los secundarios, como los secundarios americanos. Cada uno en su papel, aquí un poco estereotipo.
Bruno
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27 de febrero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película excelente del director Robert Montgomery, con guión de enorme valor de Frank D. Gilroy y Beirne Lay Jr., música de Roger Wagner y fotografía de gran calidad en blanco y negro de Joseph MacDonald.
El reparto es de excelencia. Destaca en el papel principal de almirante Halsey el gran actor James Cagney, que lleva el peso de la historia. Pero le acompañan en un alarde de interpretaciones actores como Dennis Weaver, Ward Costello, Vaughn Taylor, Richard Jeckel, Les Tremayne, Walter Sande, Karl Sweenson, LeonLontoc, Robert Burton, Carleton Young, Raymond Bailey, Harry Landers, RicherdCalvie, Jame Yagi, James T. Goto y Carl Benton Raid. Como digo un grupo de actores a cual mejor y que junto a Cagney pilotando las interpretaciones, conjuntan un equipo creíble y que sintoniza con el espectador.
Se trata de una película de guerra sin guerra, un film sobre los entresijos del ejército de EE.UU. en el Pacífico sur, en 1942, al mando de William F. "Bull" Halsey, quien recibe una orden de enorme responsabilidad: debe encontrar y destruir al ejército japonés para salvar Guadalcanal. Los hombres de Halsey se encontraban bajos de ánimo y medios, y temiéndose lo peor, hasta que el almirante Halsey reconstruye la situación, les va dando ánimos casi uno por uno a todos los oficiales, y finalmente se lanzan a la caza de un enemigo cada vez más próximo y amenazante al tiempo que Guadalcanal se tambalea.
Menuda película me he visto. Me ha gustado mucho. La verdad es que nunca había visto una película sobre la segunda Guerra Mundial sin apenas disparos ni enfrentamientos. Cagney hace un papel magistral y la angustia suya en su fuero interno por la situación que están viviendo sus tropas, así como la valentía, también el miedo o el arrojo de sus hombres, se filtra en cada escena y en cada diálogo. Además, es muy efectiva la voz de un relator que va comentando qué fue del futuro de algunos de aquellos soldados: unos murieron, otros ascendieron militarmente u otros hicieron carrera política en el futuro tras la contienda. Esa voz va cantando el porvenir de aquellos luchadores por la libertad en tierras muy lejanas a la suya. A propósito, una de las frases del almirante Halsey es cuando afirma que una de las cosas de las que está convencido es de la importancia de la libertad: “ser libres antes que esclavos”, viene a decir. Y para los que son jóvenes, hemos de situarnos en una guerra donde funcionaba el eje Berlín (Adolf Hitler), Roma (Benito Mussolini) y Tokio (con el Emperador Hirohito y sus fanáticos acólitos), versus el mundo de las democracias occidentales, sin olvidar la encarnizada lucha del frente oriental con la URSS a la cabeza, contra los alemanes. Por eso, el film no me pareció propagandístico, sino un fiel retrato de lo que fue la realidad de una generación que puso el cuerpo por nuestras libertades, para que no fuéramos cautivos de las perversas dictaduras de antañazo.
Yo diría que es un film muy bueno, donde se masca la tragedia de la guerra, con el elemento curioso de que apenas hay sino anecdóticos bombardeos que ni se ven, o sea, que no hay acciones bélicas sonadas. Se hace un tratamiento intimista de la guerra, en el interior de las oficinas y cuarteles, donde Halsey tiene que tomar sus decisiones cruciales y de enorme responsabilidad para la victoria norteamericana en esa zona del mundo. Además, resalta la figura de Halsey como un mando muy comprometido con sus hombres de confianza y con la tropa en general. Sus decisiones eran medidas, pero a la vez tomadas con la prontitud de los acontecimientos, de forma inteligente e intuitiva.
A mí me ha parecido una gran película de guerra sine guerra, con un James Cagney que se luce en el papel del alto militar Halsey, con experiencias vividas en combate, experiencias que le hicieron saborear y conocer en profundidad las contingencias de la vida en situaciones límite. Un hombre “sabio” con sus hombres y en el “arte de la guerra”; no olvidemos que “sabiduría” y “sabor” tienen la misma raíz. La palabra saber viene del latín sapere (tener inteligencia, tener buen gusto); así, saber, sabiduría o sabio, al igual que sabor, saborear o sabroso tienen la misma raíz: sapere. Bueno, hago esta digresión para advertir al lector de este comentario que el enorme actor que fue Cagney, hace a las mil maravillas el papel de militar sabio y comprensivo con sus subordinados. En un episodio, a un oficial abrumado por la responsabilidad del mando, le hace llegar la idea de que “no hay grandes hombres, sino grandes acontecimientos y retos a los que se enfrentan los hombres y que hay que superar”. Ni que decir tiene que el oficial toma insight, o sea, se le hace la luz, se le ilumina la mente y entiende el mensaje, lo cual que decide continuar en su puesto para el que había pedido el cese.
Concluyendo, creo que se trata una película bien dirigida, con un buen guión, que ensalza, claro, la figura del héroe, pero lo hace desde un punto de vista no solo militar sino humano, con un cuadro de actores excelentes encabezados por Cagney, y todo ello, sin pegar un tiro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kikivall
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6 de abril de 2020
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Biografía de William F. Halsey, artífice de una de las batallas decisivas que se libraron en el Pacífico durante la II Guerra Mundial y que contribuyeron a la victoria de ella, la batalla de Guadalcanal.

Película que contiene un tono semi documental, con voz en off, donde nos presentan a los diferentes partícipes de ella y nos relatan sus trayectorias, se nota que está hecha con poco presupuesto y se distingue de las demás por no contener ni una sola escena bélica ni de acción, limitándose a narrar las circunstancias y los hechos que condujeron a esa gesta en la que el ejército aliado se encontraba sitiado bajo mínimos frente a un bien provista flota japonesa y donde todo hacía sospechar que la rendición de los aliados, era cuestión de días.

La película entonces, es, más bien, una cinta que relata las estrategias utilizadas y las decisiones que tomaron los diferentes mandos con Halsey al frente, hasta conseguir que un ejército muy superior saliera derrotado.
Es posible que los interesados y entendidos en estas lides, la sepan apreciar ( un potaaviones, tres cruceros, un escuadrón. dónde situarse, cuándo atacar, conocer al enemigo, anticipar sus movimientos, etc...), pero los profanos como yo, nos enteraremos bien poco y no tendremos apenas, un desarrollo dramático o escenas de acción que podamos seguir y nos hagan sumergirnos en la historia.

Película por tanto, sólo recomendable a los muy estudiosos de la II Guerra Mundial, que quizá disfruten con los pormenores de las estrategias de guerra.
Izeta
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29 de abril de 2023
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Me ha parecido una película estupenda. Todas las de Montgomery, que no son muchas, cinco dice Filmaffinity, de las que he visto tres: La dama del lago (1947), Persecución en la noche (1947) y esta.
Todas me han parecido magnífica. Esta en particular me ha encantado. Narra en clave semidocumental un piopic de un Almirante en la Segunda Guerra Mundial, en la batalla de Guadalcanal. Un héroe. El tono épico de la película la hace especial. Es un poco Ford, que sin duda la hubiera firmado sin problemas.
Te tiene que gustar el género y, sobre todo, ese tipo de película. Es de guerra pero no se olla ni un solo disparo, no hay ninguna escena de guerra, de batallas. Se plantea la guerra como un reto intelectual, como una batalla de ideas entre personas inteligentes, que es lo que es.
Es el Almirante que vence a Llakamoto, el Almirante de la Real Fuerza Nipona que atacó Perl Habour, en diciembre de 1942. Pero no se trata de una venganza, sino de llevar a buen puerto un proyecto, cada uno el suyo. Él el nuestro, de libertad y prosperidad. Es difícil apreciar qué hubiera sido nuestro mundo si la liberación que supuso ganar la guerra no se hubiera consolidado.
Me ha gustado mucho. Mucho más de lo que dicen las notas en Filmaffinity, que en este caso me han parecido muy cicateras. Al visitante de esa página no le gusta, en general, las películas de guerra.
ÁAD
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