La captura

Una película de cine negro en un ambiente de western y aventura. Me recuerda mucho a Detour (1946) de Edgar G. Ulmer. Me la recuerda por la voz en off y el tono de fatalidad y pesadilla de toda la historia.Un grupo de americanos buscadores de petróleo en Méjico. No llega a obra maestra porque tiene algunos episodios un poco forzados y que se adivinan, pero por otra parte hay situaciones geniales como la visión del protagonista como padre familia impostado y feliz, habiendo matado al padre de familia real y descubriendonos posteriormente que era una familia como todas....con sus claros y oscuros.

Muy interesante propuesta, lástima que mi copia no se vea del todo correctamente. La redención es el tema. La capacidad del hombre para encontrarse consigo mismo y ser capaz de expiar los pecados que ha cometido en la vida, los errores fatales que han influido en otras personas. La confesión a un religioso, el aire a expiación que circunda al protagonista, el peso de la culpa. Un ensayo sugestivo en un marco de Western.
La voz en off es una técnica que expuesta de la manera que lo hace el director es casi teatral, aclaratoria de los propósitos y sentimientos del protagonista -pues sólo funciona con él- y que sirve para simplificar el retrato psicológico del personaje, pero que resta potencia a las imágenes y al relato.
Está muy bien montada, tiene un guión muy inteligente y se conduce estupendamente.
Lew Ayres, y Teresa Wright son los protagonistas. Él sí consigue el aire de hombre torturado, malherido, incapaz de sobreponerse a sus obras, a su destino. Ella consigue un mejor empaque a la obra, trascendiendo su rol a medida que avanza la película. Domina las relaciones entre ellos y su potencia le imprime carácter y forma de ser. Es mejor papel el de ella que el de él.
Me ha gustado mucho. No sólo se deja ver, sino que te lleva y favorece que te cuestiones algunas cosas.

"The capture" es una película olvidada en la noche de los tiempos, mezcla de western, melodrama y cine negro todo en uno. De medios muy limitados, la película tiene algunos puntos buenos, y una historia subyacente interesante, obra de un guionista como Niven Busch, pero su desarrollo no me acaba de convencer. Tiene un aire de tragedia anunciada, con un toque de rollo psicoanalítico, pero en bastantes momentos las cosas ocurren de forma forzada y/o ingenua, y los acontecimientos ocurren de modo demasiado fácil y obvio, y con pocas sorpresas. Dirigida por John Sturges (el de "Los siete magníficos"), es intersante darle un vistazo si eres fan de este director o de Lew Ayres, pero creo que es un poco decepcionante y podía habérsele sacado más partido.

Dirigida por John Sturges, es una película que combina elementos de western, drama, noir, romance y cine negro: ¡todo un logro!

La historia sigue a Lin Vanner, interpretado por Lew Ayres, un hombre perseguido por la policía que encuentra refugio en la casa de un sacerdote. Allí, Lin relata su pasado trabajando en un campo petrolífero en México, donde entregó a la policía a un hombre sospechoso de robo, quien luego murió en circunstancias misteriosas. Afligido por la culpa, Lin termina trabajando en el rancho de la viuda del hombre. Ojo, la mayor parte del filme se cuenta en flashbacks.

John Sturges es conocido por su habilidad para manejar diferentes géneros, y lo hace con una dirección de nota que mantiene la tensión y el interés a lo largo de todo el relato, y eso que el sonido lamentablemente deja que desear: ¡hay que reponer las joyas del cine!

Tiene un guion escrito por Niven Busch (marido por cierto de la actriz principal Teresa Wright), que presenta una historia compleja con personajes bien desarrollados, como la del sacerdote interpretado muy ien por Victor Jory. Aunque en ocasiones puede parecer sobreelaborado, logra mantener una atmósfera de intriga y fatalidad.

Edward Cronjager fue el director de fotografía, y su trabajo en la película contribuye significativamente a la atmósfera con su uso de iluminación y composición de planos, que refuerzan la sensación de suspense y drama.

La banda sonora compuesta por Daniele Amfitheatrof acompaña adecuadamente las escenas, añadiendo profundidad emocional y acentuando los momentos clave de la historia.

El montaje de la película ayuda a crear un ritmo que mantiene al espectador enganchado, utilizando cortes y transiciones para enfatizar los giros argumentales y las revelaciones.

Estos elementos técnicos se combinan para crear una película que, aunque no exenta de críticas, ha sido reconocida por su capacidad, dentro de la variedad intergéneros, mantener una narrativa envolvente

Aunque la película tiene algunos puntos forzados, también presenta situaciones geniales conducidas por un libreto sólido e inteligente. La actuación de Teresa Wright, quien interpreta a la viuda, es especialmente elogiada por darle profundidad y fuerza al personaje. También sobresaliente Lew Ayres.

En resumen, una propuesta interesante que explora temas como la culpa y la redención, con una narrativa que invita a la reflexión. Y al final: ¡la cura por amor!