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Las bostonianas

Drama Adaptación de la novela homónima del escritor norteamericano Henry James. Las primeras sufragistas bostonianas son burguesas ilustradas que luchan por conseguir la emancipación de las mujeres. Cuando Olive Chancellor (Vanessa Redgrave), su más destacada representante, conoce a Verena Tarrant (Madeleine Potter), una hermosa joven dotada de una rara elocuencia, queda tan prendada de ella que se la lleva a vivir a su casa y decide ... [+]
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
14 de septiembre de 2011
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
El equipo conformado por el director James Ivory, el productor Ismail Merchant y la guionista Ruth Prawer Jhabvala, adapta con minuciosidad la obra homónima del escritor estadounidense Henry James. Como es de suponer, basándonos en su amplia experiencia adaptando piezas literarias para la gran pantalla, el trío realiza un producto bien acabado en todas sus variantes: guión inteligente, ambientación precisa, fotografía y diseño de vestuario exquisitos y una actuación central, por parte de Vanessa Redgrave, que da vida con absoluta elegancia a una atormentada heroína de la literatura americana.

Boston siglo XIX, bellamente fotografiada por Walter Lassally (ganador de un Oscar por "Zorba, el griego"), es el escenario donde se desarrolla el idiosincrático universo de las señoras cultas y adineradas que inciaron el movimiento sufragista en Nueva Inglaterra. En este contexto se gesta una lucha sin cuartel entre la determinada y liberal Olive Chancellor (Vanessa Redgrave) y su machista primo, el guapo Basil Ransome (Christopher Reeve). Sin duda, el interés de la trama aumenta cuando no es exactamente la lucha de las sufragistas lo que los divide de manera tan violenta, sino el amor de la cándida Verena Tarrant (Madeleine Potter).

Olive y Basil son dos fuerzas poderosas que, de una manera u otra, pretenden dominar a Verena. Los dos usan sus encantos para lograr su cometido y la película es muy sutil en el modo en el que va revelando, a través de escenas de poética belleza, los poderes de seducción de Olive y Basil sobre la confundida chica. De entre todos los personajes, sin embargo, el más destacado es Olive. La manera en que Vanessa Redgrave lo interpreta es admirable; Redgrave representa perfectamente a esta mujer fascinada con su nueva amiga, amargada por los lentos avances de su lucha, molesta por la presencia de un primo que representa todo lo que más detesta y, finalmente, confrontada por sus mismas pasiones y compelida a aceptar una condición que ella misma no reconocía en si misma: su homosexualidad (sugerida delicadamente, nunca explicitada en la película).

Quizás no la mejor entrada del trío Ivory-Merchant-Prawer ("Lo que queda del día" es una obra monolítica difícil de superar), pero sí una digna adaptación cinematográfica con excelentes elementos de producción, un buen valor como entretenimiento y una Vanessa Redgrave, en estado de gracia, que soporta a cabalidad gran parte del peso de la película sobre sus hombros.
Luigi De Angelis
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27 de mayo de 2007
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Henry James, autor muy adaptable para el binomio Merchant-Ivory, da luces y sombras a tres personajes de los que se encargan de manera desigual Potter, Reeves y Redgrave, destacando esta última con su papel de feminista extrema. Da gusto encontrar personajes como estos tres, uno dudando de su sexo, otro defendiéndolo ocultando algo y el tercero teniéndolo tan claro que sabe que sus ideas tienen tres siglos de antiguedad.
Esta no es una película preciosista al estilo de Una habitación con vistas, sí, el vestuario y la dirección artísticas son convincentes, pero nos pone en el lugar de tres puntos de vista, cuando el personaje de Linda Hunt parece ser el único congruente.
mrvazba2k
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30 de septiembre de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Además de su innegable valor literario que hace ya parte de la gran narrativa del siglo XIX, también los críticos han reconocido la innovación que dentro de la novela ha representado, “Las Bostonianas” (1886) de Henry James, al ser uno de los primeros registros del feminismo político y al ser, también, una de las primeras exposiciones de las relaciones lésbicas. Lo primero, ironizándolo porque lo ha percibido, el autor, como parte del proceso de lucha de la mujer contra el hombre, pero, lo segundo con marcada responsabilidad.

El personaje central es, Olive Chancellor -“la rectitud en persona”, “una nihilista”, “un jacobino con ropa de mujer”, según la va definiendo su hermana, la señora Luna- y es la líder del Movimiento de Emancipación del Sexo Femenino de la ciudad de Boston. Estamos en 1875, lo que significaba machismo imperante, la mujer reducida a las labores del hogar y el hombre como “amo del universo”… y que una mujer decidiera luchar por la igualdad de género, le granjeaba toda suerte de escarnios y oposiciones entre los sectores más conservadores de la sociedad, que eran la mayoría, y a los que, con irresistible sarcasmo, se suma también el autor.

A casa de la señorita Chancellor, llegará un alejado pariente de la familia, el todavía frustrado escritor, Basil Ramson, en quien, Olive, encontrará confrontación y rivalidad; primero, antes sus ideas emancipadoras y enseguida ante la obsesiva relación que va ella a sostener con la espiritualista, abolicionista y oradora, Verena Tarrant, otra acérrima luchadora por los derechos de la mujer que, como la señora Farrinder, también “desea” apartar de la mano de los hombres la copa burbujeante… y por quien, Olive, está dispuesta a pagar a sus padres para conservarla en su presencia.

Con guion de su habitual colaboradora, Ruth Prawer Jhabvala, el director estadounidense James Ivory, adapta una segunda novela de, Henry James, después de, “Los Europeos”, y proponiéndose una versión muy fidedigna, termina cayendo en el mismo error que cometió y que reconocería luego el mismo escritor, de ironizar con cierto mal gusto y en forma sesgada sobre la emancipación femenina, para dejar bien librado, en cambio, el conservadurismo y el machismo, encarnado aquí en el personaje sureño, Basil Ramson, como si aún siguiera siendo la suerte de caballero ideal (aunque hay que abonarle, al escritor, que no deja abierto para Verena, un final feliz). Por fortuna, entran en la historia diversos elementos que dan la posibilidad de decidir si la lucha por los derechos de la mujer en realidad tiene sentido… al tiempo que se cuelan frases, como la de la doctora Prance, que resultan muy interesantes: “Los hombres y las mujeres son exactamente iguales, y ambos tienen todavía mucho camino por recorrer. Ninguno ha superado la mediocridad”.

Como protagonista, Ivory ha puesto el mayor peso de ésta historia en cabeza nada menos que de, Vanessa Redgrave, una gran actriz y consagrada activista en la vida real, quien se opuso primero a la guerra contra el Vietnam; expresó después su simpatía en favor del I. R. A.; y como candidata del Partido Revolucionario de los Trabajadores, clamó luego por el fin del capitalismo y por la abolición de la monarquía británica. ¿Fue acaso, ella, quien propuso la última –salvadora- intervención que, en el libro, apenas se menciona? Junto a Vanessa, un atractivo reparto que incluye a, Madeleine Potter (Verena Tarrant), Nancy Marchand (Mrs. Burrage), la preciosa Nancy New como Adeline y, Jessica Tandy, como la sra. Birdseye.

<<LAS BOSTONIANAS>>, fue para el escritor y para el director, y aún para nuestro gusto, un paso incierto… pero sin duda, abre una puerta para un interesantísimo y relevante debate.
Luis Guillermo Cardona
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29 de noviembre de 2005
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El fenómeno histórico-político del sufragismo ha sido llevado a varias películas, y en esta que comentamos se centra en la crónica de la lucha por el voto y demás derechos que exigieron las mujeres de Boston, encabezadas por líderes como Olive Challencellor (Vanessa Redgrave) , prendada por la belleza y elocuencia de la joven Verena Tarrant (Jessica Tandy), a la que utiliza como reclamo en las campañas emprendidas. Entre ambas se interpone el atractivo Basil Ransome (Christopher Reeve), enamorado de Verena. Sobre este andamiaje monta James Ivory una interesante trama, que ilustra un poco (aunque ni mucho menos sea un documental), y que, al menos, entretiene. Mucho dramatismo en el personaje que encarna la Redgrave (le valió para una nominación al Oscar), y unas discretas actuaciones de Christopher Reeve y Jessica Tandy, que gestan un romance típico de época. Para mi gusto, la película se mereció otra nominación en fotografía*.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
ANTOINE
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12 de octubre de 2018
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es fácil hacer una película sobre una novela de Henry James, pero aquí Ivory lo consigue en gran parte. No solo por la escenografía, vestuario, fotografías, sino también por la gran interpretación de Vanesa Redgrave. Desentona un poco Reeve, quizá porque no hay quien lo disocie de Superman. No tiene la finura que requiere el personaje de James. Tampoco Madeleine Potter da la talla.
Quienes no hayan leído la novela de James pueden verla lenta, reiterativa, pero no lo es. Tiene ese ritmo porque lo exige la trama.
yoparam
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