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Rep. Dominicana Niñato
2017 
269
Documental
Documental que retrata el día a día -a lo largo de varios años- de un joven desempleado que lucha por sacar adelante a sus tres hijos pequeños y al mismo tiempo intenta mantener viva su ambición como cantante de hip hop. David, alias Niñato, es un padre joven y soltero que pasa la mayor parte del día al cuidado de tres niños. Aunque no tiene trabajo y vive en casa de sus padres, la pasión y esperanza que despierta en él la música ... [+]
29 de noviembre de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con motivo de la inauguración del VII Festival Márgenes pude ver en la sala Azcona de la Cineteca de Matadero (tras la entrega de un premio honorífico al veterano Luis Ospina), en Madrid un pase previo a su estreno de uno de los documentales españoles más aplaudidos en el circuito festivalero nacional: la ópera prima de Adrián Orr Niñato, que pudo verse en el último Festival de Sevilla. Una obra patria recibida con entusiasmo en los certámenes dónde había podido verse. Súbitamente, fuera de cualquiera de mis planificaciones, surgió la posibilidad de descubrirla en cines en mi ciudad natal, por lo que pese a no disponer de excesivos elementos para el entusiasmo. Por lo que estuve dispuesto a analizar objetivamente un documental sobre músicos clandestinos y clases sociales humildes de una realidad nacional silenciada. Y una vez vista constaté como toda crítica o valoración, por buena o mala que sea, se ve siempre influenciada por el contexto en el que se emite, y este debe ser considerado a la hora de valorar estas opiniones. Pues hallé un film loable, correcto, pero sin más. Uno de texto no exento de interés, pero de forma cercana a la mediocridad, cómo cabía esperar de un producto con estos medios a su disposición. Lo cual no quita que documentales como este sean necesarios y reivindicables dentro de un contexto comercial, pues hay un cine ajeno a los dogmas de mercado que también merece salir de las sombras.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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11 de mayo de 2018
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre miro con especial interés el primer largometraje de un director español. La pasión por narrar algo en lo que creen te lleva a descubrir historias poco pretenciosas y sencillas, con un discurso claro. Y eso es Niñato, el primer largometraje de Adrián Orr.
Niñato es una historia sobre la autonomía, sobre el momento de llegar a hacer “las cosas por ti mismo”, en definitiva, sobre la madurez. Un valor muy común en las letras de rap que ahora se traslada al cine. Niñato es el apodo de un rapero madrileño más mayor de lo que le gustaría, David, que tiene tres hijos y vive con su madre y su hermana, en una casa bastante pequeña. David hace rap y mantiene vivo su sueño de fichar algún día por una productora importante mientras educa a tres niños. La educación y los valores propios que intenta transmitirle “Niñato” a su hijo más pequeño es el motor de toda la película.
Una historia sobre el primer paso hacia la madurez, el valerse por sí mismo, la responsabilidad del padre sobre sus hijos ante todo, incluso ante el poder cumplir tus propios sueños, ese es el discurso de Niñato, narrado por Adrián Orr con un estilo sencillo, real, metiéndonos con los personajes en sus situaciones (en el metro, en sus camas, en sus vidas), contemplativo, para poder examinarles, observarles, ver sus preocupaciones. Una dirección muy atrevida, que por momentos recuerda a Lazlo Nemes en “El Hijo de Saúl”, olvidándonos del gesto, de las caras de nuestros personajes, narrando con la situación, con la espalda que camina, con sus figuras en penumbra, con el sonido, con el fuera de campo… Una dirección totalmente fuera de los estándares.
Niñato es algo distinto, y además una película totalmente humilde, clara en su discurso y coherente con la temática, además de que los tres niños actores están estupendos. Esto es lo más real que vais a estar de la vida de unos personajes en el cine. Es la realidad en imagen, es como ver una canción de rap.
Escrito por Néstor López
https://cinemagavia.es/ninato/
Niñato es una historia sobre la autonomía, sobre el momento de llegar a hacer “las cosas por ti mismo”, en definitiva, sobre la madurez. Un valor muy común en las letras de rap que ahora se traslada al cine. Niñato es el apodo de un rapero madrileño más mayor de lo que le gustaría, David, que tiene tres hijos y vive con su madre y su hermana, en una casa bastante pequeña. David hace rap y mantiene vivo su sueño de fichar algún día por una productora importante mientras educa a tres niños. La educación y los valores propios que intenta transmitirle “Niñato” a su hijo más pequeño es el motor de toda la película.
Una historia sobre el primer paso hacia la madurez, el valerse por sí mismo, la responsabilidad del padre sobre sus hijos ante todo, incluso ante el poder cumplir tus propios sueños, ese es el discurso de Niñato, narrado por Adrián Orr con un estilo sencillo, real, metiéndonos con los personajes en sus situaciones (en el metro, en sus camas, en sus vidas), contemplativo, para poder examinarles, observarles, ver sus preocupaciones. Una dirección muy atrevida, que por momentos recuerda a Lazlo Nemes en “El Hijo de Saúl”, olvidándonos del gesto, de las caras de nuestros personajes, narrando con la situación, con la espalda que camina, con sus figuras en penumbra, con el sonido, con el fuera de campo… Una dirección totalmente fuera de los estándares.
Niñato es algo distinto, y además una película totalmente humilde, clara en su discurso y coherente con la temática, además de que los tres niños actores están estupendos. Esto es lo más real que vais a estar de la vida de unos personajes en el cine. Es la realidad en imagen, es como ver una canción de rap.
Escrito por Néstor López
https://cinemagavia.es/ninato/
Concrete Utopia
17 de junio de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
He de reconocer que este interesante documental que supone el debut en el largo del madrileño Adrián Orr (1981) me produce sentimientos encontrados y me deja en gran parte insatisfecho con el resultado final. Orr básicamente desarrolla el corto "Buenos días resistencia" (2013) que firmó con los mismos protagonista. Las imágenes que fue recopilando durante 6 años de su amigo David, alias "Niñato" cantante y compositor de Hip-Hop y su entorno familiar dan lugar a un collage intimista, pegado a la realidad con una notable edición de Ana Pfaff que da sentido a una aparente falta de discurso narrativo que a mi juicio se queda enganchado demasiado tiempo en "anécdotas" cotidianas particulares que se repiten en un mensaje que ha quedado claro desde el principio. Orr extrapola desde dichas situaciones mínimas a un discurso general donde la autoestima y la autonomía individual son valores, que ayudan en la resistencia diaria en busca de un futuro mejor que se demora en llegar, David es un padre joven que aprende a serlo y se retroalimenta del contacto diario con su familia en una subversión parcial de los roles establecidos y un entorno familiar que el espectador deberá desentrañar ante la casi nula información al respecto. La relación con su sobrino al que intenta inculcar los valores antes citados centra la mayoría del metraje en el que Orr consigue en algunas tomas acercarse a las frustraciones, anhelos y alegrías de este hombre comprometido en una sociedad que no nos lo pone nada fácil.
cineziete.wordpress.com
cineziete.wordpress.com
14 de mayo de 2018
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tuvimos la inmensa mala suerte de ver este bodrio el pasado Festival de Cine Europeo de Sevilla. Un pseudodocumental con ínfulas de cine de arte y ensayo (o cine de observación, como lo quieran llamar). Rodado en cuatro tardes con una óptica buena en la casa de David, un colega del director que resulta ser un chaval de treinta y pico que tiene tres nenes y vive en un piso enfrente del de sus padres. Si no llega a ser por la sinopsis que leí antes yo no me entero de que este chico está parado, ni de que está separado, ni de que quiere ser rapero, ni de qué trata la película.
El director se aprovecha de la barra libre de frescura, espontaneidad e intimidad (para mi gusto demasiado) de los hijos de su amigo para construir un relato que no tiene el más mínimo interés. Aparte de mal contada, la factura técnica se aleja de lo que yo considero como una peli profesional por la que pagar una entrada de cine. Está mal grabada y planificada (casi toda la peli son planos medios vistos de espaldas) y el sonido directo es pésimo, apenas se entiende. De verdad, no entiendo cómo esto ha tenido presencia en festivales como el de Sevilla o Buenos Aires. O de porqué razón tiene distribución en salas. Cuánto vale tener un buen padrino.
El director se aprovecha de la barra libre de frescura, espontaneidad e intimidad (para mi gusto demasiado) de los hijos de su amigo para construir un relato que no tiene el más mínimo interés. Aparte de mal contada, la factura técnica se aleja de lo que yo considero como una peli profesional por la que pagar una entrada de cine. Está mal grabada y planificada (casi toda la peli son planos medios vistos de espaldas) y el sonido directo es pésimo, apenas se entiende. De verdad, no entiendo cómo esto ha tenido presencia en festivales como el de Sevilla o Buenos Aires. O de porqué razón tiene distribución en salas. Cuánto vale tener un buen padrino.
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