Presas de caza

Acá no hay negro pero hay chino, espichando como un campeón y no digo que lo tenía merecido por gritarle a un helicóptero como si lo fueran a escuchar, delatando así su ubicación y la de sus amigos, pero bueno.

Se comprende el motivo por el cual la mujer quiere desquitarse, lo que no se comprende es porqué lo hace con cualquiera que se le cruce por el camino, más allá de la poca imaginación en torno a todo.
Supongo entonces, que es la historia de una mina de mirada retardada que con un rifle juega a cazar gente en el bosque y ya que está deja juguetes esparcidos por el paisaje para que jueguen los fantasmas.
Las escenas de tiroteo son por demás abyectas y carecen absolutamente de sentido, con perspectivas de tiro imposibles si tenemos en cuenta las distancias que deja entrever el sonido de los disparos.

En conclusión: su casi hora y media de reproducción se volvieron tres y encima que no creí que habría algo peor que su desarrollo, llegó su final para terminar de superarse, enfermizo todo...

No sé ni por dónde empezar.
Tenemos a una villana que no articula palabra en prácticamente todo el metraje y que su explicación es que unos cazadores excursionistas borrachos mataron a su hija de un disparo. Que gran explicación y sentido...
La tipa va caminando a paso de tortuga como lo haría el propio Jason o Myers, pero siempre llega antes que ellos o incluso hasta los espera. Tampoco me extraña, los protagonistas más que huir, pareciera que van dando un paseo por la campiña.
Uno de lo que pretende ser un giro de guión es además de previsible, patético. Y es que, por lo visto, un hermano se está calzando a la mujer del otro hermano, pero ésto ya te lo podías imaginar ya en los primeros veinte minutos de película, cuando vemos "flashbacks" de la pareja toda feliz, sin venir a cuento, y al otro hermano que ocultaba su teléfono móvil. Blanco y en botella.
Que también, digo yo, si vas a ir de excursión con tu hermano y unos amigos, llevar en tu móvil fotos en "bolas" de la mujer de éste, pues que quieres que te diga, muchas luces no hay en la azotea.
Al principio, cuando disparan en el brazo al asiático, vemos como sus amigos se lo vendan, manchando todo el vendaje de sangre, pero luego, las siguientes tomas, está blanco como la nieve, y no solo eso, sino que se van sucediendo las escenas y a veces está limpio, otras no y en otras hay un simple puntito. Siempre lo digo, no son fallos garrafales, pero en una atmósfera de tensión y con tan pocos personajes, es una cosa que se divisa a leguas y te apartan de la trama. Tampoco creo que sea tan difícil fijarse en esas cosas para subsanarlas, sobre todo, porque son acciones que tienen mucho que ver con el transcurrir de la película.
Por cierto, después de una lamentable pelea final entre el prota y la villana, una vez vencida y con nuestro héroe perdonando su vida, no se le ocurre otra cosa a la chica que suicidarse, tirándose por un precipicio. Ole. Viva la coherencia!!