Haz click aquí para copiar la URL

El tiempo que te doy (Miniserie de TV)

Serie de TV. Romance. Drama Miniserie de TV. Cuenta la superación de una ruptura en diez episodios de escasos minutos, en donde una chica intenta olvidar un amor del pasado. Lina está empezando de nuevo, se muda de casa, busca un nuevo trabajo y prueba nuevas experiencias. Pero lo que Lina intenta hacer en realidad es olvidar un amor del pasado, su primer amor. Cada día, Lina intenta que el tiempo que pasa pensando en Nico sea un minuto menos, para así poder avanzar con su vida. [+]
1 2 3 >>
Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
26 de octubre de 2021
39 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Una película en forma de pequeñas cápsulas

Lina (Nadia de Santiago) y Nico (Álvaro Cervantes) formaron una bonita pareja, que ya no existe. Poco a poco iremos descubriendo algunas de las razones que les hicieron separarse, aunque eso poco importa. La vida es una sucesión de ciclos y Lina intentará en El tiempo que te doy, afrontar esta nueva etapa. Una realidad que ella vivirá focalizando su existencia en su trabajo como enfermera, en sus amigos y en otras pequeñas cosas. Pero pasar página y olvidar a alguien con el que fuiste muy feliz no es sencillo. Así que Lina intentará que cada día, sus pensamientos se detengan menos en Nico.

En un juego con el tiempo, ya sugerido en el título, en el que seremos conscientes como poco a poco la presencia de Nico va perdiendo peso. Desde esos primeros capítulos evocativos, con una pareja de enamorados en mitad de una ciudad vacía. Un territorio nocturno y exclusivamente de ellos dos, por el que ambos irán depositando pedacitos de su ser. Sembrando una memoria protagonizada únicamente por ellos dos, de la que después Lina se nutrirá. Hasta transitar hacia unos capítulos en los que el presente va arrinconando, poco a poco, ese pasado conjunto.

*Estamos hechos a base de recuerdos

Y es que, después de todo, los seres humanos nos definimos por aquello que hemos vivido, sentido y que nos ha hecho feliz o triste. Una idea que El tiempo que te doy sabe plasmar muy bien en la pantalla. Momentos que no tienen que ser grandilocuentes y que quizás para otra persona no son más que una tontería. Pequeños instantes que algunos guardan en su memoria y que les acompañarán siempre. Puede ser una canción de Julieta Venegas o la evocación de ese bizcocho degustado cada domingo por la mañana.

Un conjunto de recuerdos que, muchas veces, compartimos con otras personas que queremos. Personas que en un momento dado pueden emprender otro camino, quedándonos nosotros en una posición de incertidumbre. ¿Debemos deshacernos de esos recuerdos compartidos? ¿Recordar aquello disfrutado con el otro nos hace daño? ¿O simplemente nos hace daño pensar que quizás no podremos generar más recuerdos junto a esa persona? Preguntas que cada uno gestiona como puede y que Lina aborda primero desde la negación. Llegando posteriormente a alcanzar una mayor claridad, fruto de diferentes situaciones y un viaje retratado con una sensibilidad extrema.

*Muy real, muy viva

Una sensibilidad extrema y una verdad que está muy presente en cada capítulo de El tiempo que te doy. Porque contándonos una historia romántica de amor y ruptura, mil veces vista ya, la ficción creada por De Santiago, Pintor y Santidrián consigue una voz propia. Un hecho digno de alabar, que se sustenta en varios aspectos. En primer lugar, la novedosa duración de sus capítulos, de once minutos, siempre está al servicio de lo que se cuenta. Nunca se percibe como una excentricidad o algo que nos distancie de la trama. Algo que podría haber sucedido, al estar armada su estructura a base de dos líneas temporales. Sin embargo, el presente y el pasado van surgiendo armoniosamente en pantalla con una gran habilidad.

También destacar la naturalidad y lo vivo de su guion. Es difícil encontrar una frase que desentone, siendo constante la sencillez y viveza de los diálogos. Con momentos como cuando Lina recuerda cuando su madre le despertaba por las mañanas y "sus manos olían un montón a tabaco". Junto al guion, un gusto cinematográfico presente en secuencias esteticistas, sin pretenderlo en exceso. Con una primera parte protagonizada por la noche y algunos hermosos amaneceres. Para posteriormente habitar más el día, siempre con los primeros planos como seña distintiva.

Y para que todo brille un poco más, la química de su pareja protagonista. Empezando por la sencillez de una Nadia de Santiago desprovista de maquillajes y demás máscaras. Y un Álvaro Cervantes cada vez más acostumbrado a brindar interpretaciones profundamente sencillas.

*Conclusión

De modo que se puede definir a El tiempo que te doy como una bonita sorpresa o un descubrimiento tranquilo. Una historia de amor y desamor, construida a base de recuerdos y con el tiempo como supuesta arma sanadora. Todo en ella resulta verdadero, por lo que el proceso de identificación con los personajes fluye sin esfuerzo. Con Nadia de Santiago y Álvaro Cervantes capaces de hacer de lo cotidiano algo extraordinario.

En esta serie no se perciben trucos e incluso su original premisa, de contárnoslo todo a través de capítulos de once minutos, consigue ser una anécdota más. El pasado y el presente nos abordan con gran acierto y nuestro gusto estético disfruta, gracias a la sensibilidad de los creadores.

Escrito por Laura Tabuyo Acosta
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de octubre de 2021
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorprendente. Sí, esa ha sido la sensación al ver esta miniserie. Tiene todavía mas mérito cuando en su realización se han usado muy pocos medios, quiero decir que no es una producción costosa.
Muy bien estructurada en la dualidad pasado-presente.
La interpretación de los dos actores es de un extremado realismo, te lo hacen vivir.
Ya estoy esperando la segunda parte, que supongo que será la misma historia contada y vivida por Nico.
Enhorabuena. Os ha salido una gran serie.
Gracias por la originalidad de los diálogos, por contarnos un tema tan sabido como es el amor y el desamor de una forma tan vívida.
jbarrant
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
29 de octubre de 2021
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué tal seriéfilos? Hoy os quiero hablar de esta miniserie que tenéis disponible en Netflix y que nos cuenta la historia de la ruptura de una pareja y como Lina (@NadiadeSantiago90 , que además de protagonizar, es una de las creadoras y guionistas de la serie) intenta olvidar a su exnovio.

Son diez capítulos de unos diez minutos de duración cada uno, que tienen una curiosa manera de representar como nuestra protagonista trata de olvidar a su expareja, dedicándole en cada episodio un minuto menos a hablarnos de su relación pasada y un minuto más a contarnos sus vivencias del presente. Este tiempo que necesitamos para seguir adelante es aplicable no solo para las relaciones románticas, sino también para la pérdida de algún ser querido como nos plantean en la serie.

Es un drama romántico bastante simpático, que pasa por las etapas diría que casi estándares de cualquier relación, por las que la mayoría de nosotros habremos pasado en algún momento. Tengo que decir que me ha despistado bastante el tema de que estén tan desordenadas las líneas temporales y creo que habría funcionado mejor si no tuviera tantas idas y venidas entre los capítulos, pero en general me ha parecido un experimento original en cuanto a concepto y que resulta bastante entretenida.

Para mas críticas como esta seguirme en Instagram como CÍTRICO_DE_SERIES :D
Cítrico de series
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de noviembre de 2021
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El tiempo que te doy” es una alegoría. Es un canto crudo al viaje que todos debemos hacer, cuando recibimos un duro golpe y algo se acaba, para dejar de vivir anclados en el pasado, cuál barco anclado en el puerto, para comenzar de nuevo a caminar, a explorar, a sentir, a vivir.

Partiendo de un formato que es parte del viaje de su protagonista (Y bastante innovador y original, dicho sea de paso), la miniserie va jugando con los minutos que dedica cada capítulo al presente vs los que dedica al pasado (En el primero 1 al presente - 10 al pasado, en el último a la inversa) para que acompañemos y asistamos a la evolución de Lina, la protagonista de esta historia, en el proceso de duelo-recuperación de su ruptura después de nueve años de relación.

La serie no se anda con zarandajas y se sumerge en el barro, haciéndonos ver lo peor y lo mejor que tiene el amor. Permitiendo al espectador asistir, desde su butaca, a las luces y las sombras. A la felicidad y la pasión de los días que siempre recordaremos y al dolor de la pérdida del que sabe qué todo ha acabado. Al poder evocador que tienen los recuerdos de un pasado que sabemos que ya no volverá pero al que podemos transportarnos únicamente abriendo la puerta de nuestra mente a recordar.
Todo esto lo hacemos acompañados de una omnipresente Nadia de Santiago (Que también dirige en esta ocasión) que es la luz que más brilla de esta función demostrando, una vez más, el talento que tiene.
Cómo punto negativo relacionado con el talento de Nadia podríamos hablar de la actuación de Álvaro Cervantes. Aunque ambos demuestran una genial química, y gran parte de los flashbacks se sustentan en eso, creo que dramáticamente hablando no llega a la altura de su compañera y eso hace que, en algunos puntos, las escenas se resientan ligeramente.

Por otro lado, quiero añadir lo importante que me parece que existan este tipo de propuestas (Y lo que aplaudo que se hagan en nuestro país) que rompen con la norma y se acercan más al ámbito de las relaciones amorosas desde otra perspectiva y no terminar cayendo siempre en los mismos esquemas repetidos hasta la saciedad. Creo que esta propuesta es algo fresco, innovador y dramáticamente muy potente. Con calidad tanto delante como detrás de las cámaras.

Poco más que añadir, pienso que este producto es de esos que pueden gustar tanto a los fans de las historias románticas cómo a los fans de los dramas más desangelados. Ya que, en ambos géneros, la miniserie se mueve con una enorme soltura y un saber hacer que ya me gustaría encontrarme más a menudo. Recomendadísima.
Quique Martín
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de noviembre de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tiempo que te doy

“Cada día pensaré un minuto menos en él y así será un minuto menos de tristeza." Lina

Descubro en la plataforma Netflix una pequeña gran obra de arte. Una miniserie cuyo formato llama de inmediato mi atención por su chocante singularidad, ya que la emotiva historia que nos narra está contenida en diez episodios de tan sólo once minutos cada uno, por lo que su duración total no difiere a la de cualquier película.
“El tiempo que te doy” es un precioso regalo cuya sencillez no eclipsa la ternura que encierran sus 111 minutos de exquisita sensibilidad y delicadeza. Su exiguo presupuesto y la minúscula disponibilidad de recursos no parecen haber supuesto un obstáculo para Nadia Santiago, que realiza un maravilloso ejercicio de plena madurez narrativa.
La actriz madrileña que, pese a su juventud, almacena en su haber un largo y sobresaliente historial en cine y series televisivas, consigue, en esta su primera incursión como directora y guionista, además de protagonizar a su principal personaje, hilvanar un enternecedor -aunque también amargo y doloroso- relato. Tres hurras pues, para esta audaz cineasta por su arriesgado y valiente triple salto al vacío.
“El tiempo que te doy” es, ante todo, entrañablemente humana, se ve con agrado y la frescura y genuina sinceridad de su puesta en escena me atrapan desde el primer instante. En su espontánea naturalidad estriba buena parte de la veracidad que nuestra directora imprime a sus personajes. Nos sentimos indentificados con ellos, nos resultan familiares, cercanos y esa proximidad es uno de los grandes logros de su sorprendente trabajo.
Nadia Santiago nos deja un impagable testimonio a través de Lina, una muchacha que, al igual que muchos otros millones de seres anónimos, sufre, con mayor o menor intensidad, durante más o menos tiempo, la ruptura de su pareja a la que había convertido en el epicentro de su vida y cuyo vacío resulta ahora tan difícil de llenar.
De la resistencia a asumir esa separación y del doloroso duelo que supone la pérdida tratan los diez brevísimos episodios que he saboreado de un tirón y sin un solo parpadeo.
Y como el gusto es un abanico de infinitas tonalidades, resulta factible que “El tiempo que te doy” no satisfaga a todos por igual pues su inusual e introspectiva mirada hará que determinados paladares acostumbrados a una dieta más convencional probablemente la rechacen.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow