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Un alma libre

Drama Ace Wilfong, un joven gángster, se enamora de la bella hija de su abogado. Sin embargo, su relación sentimental se va deteriorando y acaba rompiéndose debido al mal carácter de Ace. Cuando ella vuelve con su antiguo novio Dwight, los celos se apoderan del mafioso. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
23 de septiembre de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intensa película cubierta por una pátina agridulce que no quiere ocultar una deliberada carga de carácter social.
Se estructura como una sucesión de situaciones concretas que enmarcan cada lance en el contexto ácido de los convencionalismos y del modo de entender la vida.
El mundo del hampa y la sociedad refinada se dan la mano en un estupendo argumento -A.R. St. Johns- que C. Brown dirige con maestría para que L. Barrymore, C. Gable y N. Shearer ofrezcan lo mejor de sí mismos en papeles de notable complejidad.
La acción es vibrante, las tramas se dinamizan entre sí y un permanente sentido de la intriga -pero también de credibilidad- recorre el celuloide como auténtica seña de identidad.
ABSENTA
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11 de noviembre de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los primeros años 30, tras una exitosa carrera en el cine mudo gracias a sus colaboraciones con Greta Garbo, el gran director Clarence Brown se encontraba en proceso de adaptarse al cine sonoro. Ejemplo paradigmático es este explosivo melodrama “precode”, con su ideal mujeres libres y modernas centrado en Jan, la hija del viudo abogado borrachín Stephen Ashe, oveja negra de una muy estirada y snob familia, que tolera mal su comportamiento. Jan es una mujer educada en libertad por su padre, que se ve envuelta en un triángulo amoroso –casi cuarteto, si incluimos al padre, por la ambigüedad edípica de ciertas escenas- formado por el mafioso Ace Wilfong (Clark Gable) y Dwight Wintrop (Leslie Howard), un jugador de polo que lleva tiempo, infructuosamente, tratando de casarse con ella.

En el fondo la película nos ofrece la historia de una mujer libre sobre la que tratan de decidir varios hombres, a través de un melodrama bastante avanzado en el que la libertad de ella le condenará a quedar irremediablemente sola. Estos elementos, junto a sus vestidos ligeros, su primera aparición en escena a través de una silueta desnuda, su manera de vivir independiente, sexual y afectivamente y unos diálogos llenos de sobreentendidos y segundas intenciones, amén de la franqueza con la que se describe el alcoholismo del padre, la destacan con luz propia en el catálogo de películas “precode” de la época. A pesar de todo -y pese a la enorme libertad moral de estas películas- no conviene olvidar que todas, salvo contadas excepciones, tenían que acabar con una condena de los comportamientos y tendían a una moralidad normativizada final que, en ocasiones, restaba cierto valor a las propuestas.

En todo caso, cinematográficamente hablando, es una película mayor, de enorme fluidez narrativa y cuidada composición –véase, por ejemplo, la prodigiosa escena del dialogo en cárcel o los mil y un detalles que nos aportan información sin tener que explicar nada- aunque algunas escenas abusen un poco de una suerte de teatro filmado, típico de los primeros años del sonoro, combinadas con fantásticos momentos, como toda la parte en el campo dedicada a la desintoxicación alcohólica del padre.

La película cuenta con un cuarteto de protagonistas de campanillas, dominado por completo por la diva Norma Shearer. La actriz canadiense está, a ratos, ligeramente sobreactuada, con esos tics del cine mudo que tardó varias películas en quitarse, pero nos regala dos o tres ráfagas de alto voltaje interpretativo que nos dejan traspuestos –véase la acalorada discusión con el padre que acaba a bofetadas-. A su altura Lionel Barrymore, en un cómodo papel de borrachín, con una intervención final en juicio apoteósica que se llevó de calle el Oscar. Frente a semejante pareja, palidecen tanto Leslie Howard como honrado enamorado y hasta el mismísimo Clark Gable en plan tipo duro y mafioso abusón, al que le faltaba una cocción más para convertirse en una megaestrella.

Un clásico muy aprovechable.
Gould
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17 de marzo de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrenada el 20 de Junio de 1931 por la MGM, nos hallamos ante una película anterior al código Hays, coyuntura que posibilita un discurso más desenfadado y novedoso que ulteriores obras.
El hilo argumental se distribuye y entremezcla entre el alcoholismo del abogado Stephen Ashe, interpretado por Lionel Barrymore, y la tormentosa vida de su hija Jan Ashe, Norma Shearer.
Norma Shearer se encuentra dentro de un triángulo amoroso entre Clark Gable, que representa a un gangster local, y un jugador polo de la alta sociedad, Leslie Howard. Clark Gable con voz ronca y profunda, ademanes a veces broncos otroras tiernos y con un temperamento iracundo, desarrolla un personaje creíble, sin estridencias interpretativas y de gran empaque. Ante todo, destacar a Lionel Barrymore, mostrando a un alcohólico sin solución, de brillante mente como abogado, dialéctica cuidada y acérrimo detractor de esnobismo imperante en la alta sociedad.
El papel de la mujer, es el de una mujer emancipada cuya meta es disfrutar de la vida y cuyo fin no tiene que ser la búsqueda desesperada del matrimonio, como repetitivamente nos mostró el cine post-código.
Como curiosidad hay que destacar la toma más larga de la historia del cine, catorce minutos ininterrumpidos de monologo de Lionel Barrymore.
Lo peor del film como viene con spoiler, esta ahí, en la sección de spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Minyatur
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26 de agosto de 2016
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La película por la que Barrymore ganó el oscar cuenta la historia de un abogado experto en evitarle la carcel a cualquier delincuente. En su último caso, defiende a un ganster local (Clark Gable) acusado de asesinato. Evidentemente el ganster sale libre e inicia una relación con la hija del abogado, interpretada por Norma Shearer que también fue nominada en la categoría de mejor interprete femenina. La hija está medio prometida (o al menos eso cree él) con un jugador (Leslie Howard), pero como es un espíritu libre que no quiere ataduras. Salta de uno a otro sin comprometerse con nadie. La comprensión del personaje de Howard choca con la posesión que el de Gable tiene con ella.

Por otro lado, el personaje de Barrymore es alcohólico. Da igual el tiempo que pase sin beber, pues en el momento que pueda volverá a caer. Sin embargo eso no le impide ser el mejor abogado.

La relación entre padre e hija es una relación de total libertad en la que abogan la libertad de hacer con su vida lo que les de la gana. Cosa que choca con los demás miembros de la familia, mucho más conservadores, que no ven con buenos ojos la clase de vida tanto de uno como de otro. Aún así, tanto padre como hija, intentan cambiar el uno al otro por el tono autodestructivo al que llegaron con sus vidas. Él por su inevitable alcoholismo y ella por una relación que no le conviene en absoluto.

Puede que el final no vaya muy de acorde con el mensaje de la película, al ser este políticamente demasiado correcto.
jesus
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31 de octubre de 2018
Sé el primero en valorar esta crítica
Con esta película, la gran Norma Shearer, me ha cautivado del todo. Para mí era una total desconocida, hasta que poco a poco he ido viendo películas de ella, incluida la que ganó el único Oscar "La divorcida". Película que quizás por verla en versión doblada, no me acaba de gustar.

Gracias a esta película me han dado ganas de ver más películas de ella hasta 1942 que es cuando se retiró, sobre todo por la muerte de su marido en 1936. Incluso llegó a optar para el papel principal en "Lo que el viento se llevó". Quien sabe que hubiera pasado si en vez de la gran Vivien Leigh hubiera sido para Norma Shearer.... cosas del destino.

Lo dicho, una gran actriz que juego con un joven y novel Clarck Gable. Esta película es de nuevo, una oda a la mujer, a su libertad y a tener el poder que ya se requería. Ya veremos que pasaría a partir de 1934 donde la censura se agraba.

Lo dicho, una película que vista en versión original seguramente que gana si existiera la versión doblada.
edugrn
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