Tarzán y las amazonas

Nueva aventura de Tarzán que en esta ocasión por primera vez el papel de Jane lo hace otra actriz a la habitual. Un papel interpretado en este caso por Brenda Joyce.
En este nuevo film el mítico personaje espera junto con su hijo la llegada de su mujer que llevaba bastante tiempo fuera de la jungla. Al recibirla, ella llega con un grupo de exploradores que están buscando una ciudad perdida llena de leyendas por su fama de sus minas de oro. Tarzán no querrá enseñarles el camino a esa ciudad ya que cuenta con un pacto con las amazonas que viven allí. Pero los exploradores se las ingeniaran para encontrar a alguien que les guíe para conseguir el oro.
La película resulta interesante y vuelve a recuperar un poco la esencia de Tarzán. Es cierto que en esta ocasión el niño Boy toma mucha más relevancia, junto con Chita que es un personaje que encandilaba al público de la época, y que con el paso de los años sigue siendo mítico. Pero que en este caso Tarzán no sea el principal protagonista no resulta decepcionante.
No quiero decir que la película sea buena, pero sí que al menos entretiene y distrae. Pero cuenta con una trama que se desinfla un poco y que cuesta que arranque.
Y es que ese comienzo no consigue enganchar del todo. Eso sí, a mitad de film todo toma un camino más acertado presentando una trama de aventuras que engancha.
Johnny Weissmuller vuelve a meterse en la piel de Tarzán. Él es sin lugar a dudas el mítico actor que ha interpretado a este personaje, y nuevamente vuelve a convencer en su trabajo. Y es que después de tantas películas tiene muy interiorizado al personaje.
Con respecto a la fotografía tengo que decir que me ha gustado bastante. Me encanta ese color en blanco y negro que regala unas imágenes con una escala de grises que enamoran. Sin lugar a dudas en este aspecto, el trabajo esta muy bien realizado.
En fin, "Tarzán y las amazonas" es una película que está bien para verla alguna vez; pero no es para nada un film sobresaliente. Su trama engancha sobre todo a mitad de la película, haciendo que uno se distraiga con esa trama de aventuras. No obstante hay que reconocer que no es de las más brillantes del mítico personaje.

Tercero de los filmes tras el traspaso de la franquicia de la Metro-Goldwyn-Mayer a la RKO. Cambio de actriz, con una nueva Jane, personaje que no había aparecido en filmes anteriores, mientras que se mantiene el Tarzán más famoso del celuloide- Johnny Weissmuller -junto al actor que hacia de su hijo Boy.

Un Tarzán muy domesticado y doméstico, con una casa que parece la de "Los Picapiedra", con sus alfombras de fibra y hasta su escoba. Tarzán ya no es un hombre de la selva, sino un hombre que vive en la selva. Matiz importante. Podría ser uno de tantos urbanitas con su casa ilegal en un terrenito rural a la que va un fin de semana, ¡Si tiene hasta su propia piscina!

Para renovar un poco su Universo, los guionistas en esta época de Tarzán, acuden a las novelas originales de ER. Burroughs e incorporan elementos fantásticos, en este caso una civilización de amazonas blancas en el corazón del África Negra. En las siguientes películas veremos otros pueblos y otras gentes en una selva más próxima al mundo de Conan que al propio del siglo XX.
Magníficos vidrios pintados, con unas montañas majestuosas y una ciudad de Palmira bastante resultona. por lo demás, lo de siempre, la codicia sin freno de los exploradores, que recibirán su merecido, ante la mirada impasible de Tarzán, que no moverá ni un dedo. Una escena bastante fuerte a la que lo piensas.

Entretenido filme. Resultón. Curiosamente, en este filme Tarzán no emite su clásico grito.

Entretenida entrega de la saga de Tarzán en la que K. Neumann se estrena con el hombre de la selva y consigue sacar el máximo partido a un argumento con ciertas flaquezas en el que no falta la lucha con el cocodrilo, el explorador sin escrúpulos o la bella nativa.
El guión está bien elaborado, ofrece riqueza de giros imaginativos y sale airoso de situaciones complejas.

La trama termina resultando interesante si el espectador no espera grandes alardes.