Capital humano

La puse porque no encontraba otra cosa para ver y la verdad es una película decente, es raro usar ese término pero considero que es el que mejor la describe. La historia tiene una evolución coherente, y quizás su mayor acierto es que no es maniquea, hubieran podido mostrar al personaje de Sarsgaard como un villano ñaca ñaca, pero no, si bien no le da el peso que yo creo que merecía, si lo retratan de forma humana e imparcial, con tantos aciertos y errores como al resto, si bien tanto su personaje como el del resto de su familia si corresponden a clichés y estereotipos, el empresario controlador, la esposa trofeo depresiva, el hijo presionado para encajar en lo que el padre espera de él, los hace con bastante altura y respeto hacia los mismos, no se burla de ellos, ni los señala.
Es entretenida, quizás su cierre si bien es correcto, se resiente por irse al lado predecible y melodramático.
Buenas interpretaciones.

"Human Capital", remake dirigido por Marc Meyers, ("My Friend Dahmer"), el cual cuenta con un elenco grande y un material interesante que narra los hechos diversos que transcurren alrededor de dos familias: una opulenta y la otra de medio pelo.

La trama se narra siguiendo personajes que no son estereotipos, tenemos aspiraciones, privilegios y deseos entre los personajes de este filme, quienes, en su totalidad, tienen problemas comprensibles y persecutorios que los afectan. El tipo de narrativa funciona bajo la usanza de perspectivadas al claroscuro, las cuales muestran lo que vieron Drew Hagel, (Liev Schreiber), Carrie Manning, (Marisa Tomei), y Shannon Hagel, (Maya Hawke), aunque, efímeramente, vemos también la perspectiva de la víctima principal de la historia.

A través de todo este modus-operandi, se va dejando al descubierto un drama coral con temas de moralidad en el medio, al estilo de "El diablo a todas horas" o "Crash". La diferencia con esos dos filmes era que se llevaban las situaciones al extremo y que observamos un cierre importante para los personajes de la cinta, cosa que en esta historia no se hace; el conflicto que se genera con la narrativa cruzada radica en personajes que se van apagando de camino al clímax, tenemos tópicos interesantes y los temas de dinero siempre están el fondo, como un parvo recuerdo del impulso ávaro de dos hombres distintos pero más semejantes de lo que parece.

Un trozo del filme que, también, tenía su importancia y que realmente se ve como algo interesante es lo que sucede con los personajes de Maya Hawke y Alex Wolff, los cuales cuentan con una relevancia sustancial, pero cuyo desarrollo emocional es repentino y descafeinado, el guión se toma su tiempo para trabajar esta parte de la historia que se resuelve dejando un sentimiento de insatisfactoriedad; esta es una de las posibles razones por las que la cinta hubiese quedado mejor en un formato de miniserie o película más larga de, al menos, 2 horas y media.

En definitiva: Genera expectativas y las cumple en determinados momentos. No obstante, el motor de la historia no deja un espacio significativo para que quepan todos los personajes, lo cual conlleva a una resolución apresurada, inconsistente y carente de garra.

Calificación: 5.7/10

Un telefilm y todo está dicho.
La producción, como suelen ser las USA de este tipo, es muy correcta y ofrece la imagen de un buen producto. Por dentro y por fuera.
La dirección se aplica a contar la historia sin grandes problemas ni originalidades. La cuenta y la cuenta bien para que no nos aburramos. Es entretenimiento.
La historia está muy vista pero está narrada a base de subtramas de una forma que no son necesarios grandes esfuerzos mentales. El único suspense que hay es cuándo se acaba la película.
Los actores están su sitio, sin exageraciones y cumpliendo con sus típicos papeles. Lo suficiente para darle credibilidad.
Resumiendo: un producto agradable para una tarde de entretenimiento, sin otras pretensiones.

Una película valiente, en tanto en cuanto nos habla de personas y de convicciones, de moral, de acciones y el resultado de las mismas y de cómo se pueden o no asumir éstas.

Con todo este planteamiento, podemos pensar que estamos ante una película aburrida. Nada más lejos. Estamos ante un suspense, una especie de thriller que se emparenta, en su planteamiento, con películas tan admirables como MUERTE DE UN CICLISTA.

Schreiber y Tomei sostienen la película, pero el hallazgo es el de Maya Hawke, ya vista en películas como LA CALLE DEL TERROR o series como STRANGER THINGS, sin duda estamos ante una actriz de futuro pero ya de magnífico presente, sin duda lleva en sus venas algo del talento de sus padres.

Con un final quizás un poco más ácido, estaríamos ante una película de mayor calado, pero estoy convencido de que es una de las grandes películas de 2010 que a muchos se nos ha pasado por alto y que en 2020, con el puñetero virus, se nos escapó y no pudimos verla en las salas de cine.

Ahora está en MOVISTAR, pasarán un buen rato mientras la ven y pensarán en ella después de verla. Eso ya es mucho.

Creo no haber visto nunca una buena película con Liev Schreiber y Marisa Tomei, y ésta no es la excepción. Un guión muy mediocre con un final más mediocre todavía. Parece que en la última parte de la película se olvidaron de qué iba la cosa y así, por ejemplo, una pareja que iba a tener mellizos aparece con un hijo solo y sin ninguna explicación y uno se pregunta ¿y el otro mellizo? O cuando el padre traiciona a la hija denunciando a su amado novio y después padre e hija se abrazan como si nada. ¿Qué pasó? se pregunta el espectador, ¿me perdí algo?, no, no se perdió nada, es así nomás la cosa. Los culebrones de la tarde por televisión son más interesantes que esta película.